En medio de las protestas en Lima y otras regiones del país, el estado de sitio, una figura constitucional “de excepción”, empezó a ser mencionado por congresistas y algunos opinólogos como recomendación al Ejecutivo para frenar los hechos de violencia entre manifestantes y las fuerzas del orden.
La medida está contemplada en el artículo 137 de la Constitución Política del Perú, donde se precisa que solo puede ser dictada por el presidente de la República, en este caso por la mandataria Dina Boluarte, pero previo acuerdo en el Consejo de Ministros y posterior notificación al Congreso de la República.
De acuerdo a ese mismo artículo, la declaratoria del estado de sitio se justifica “en caso de invasión, guerra exterior, guerra civil, o peligro inminente de que se produzcan, con mención de los derechos fundamentales cuyo ejercicio no se restringe o suspende”. Esto da luces de los casos muy extremos en los que se podría aplicar.
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Para el abogado Miguel Ángel Rodríguez Mackay, exministro de Relaciones Exteriores, no deberíamos “ni por asomo” pensar en el establecimiento de un estado de sitio, pese a que “es verdad” que artículo 137 de nuestra ‘Carta Magna’ habla de dos estados de excepción, incluido este.
“El estado de sitio que muchos están viéndolo como un acto de mayor intensidad al estado de emergencia, no es así”, dijo el excanciller al noticiero de ATV.
Aclaró que son claras las tres razones por las que se podría dictar esta medida de excepción y que el Perú no atraviesa por ninguna como para justificarlo.
“(El estado de sitio) es un estado distinto, para circunstancias distintas: uno, cuando existe un acto de invasión extranjera al Perú, ¿hemos visto algún acto de invasión? Ninguno. Segundo, la posibilidad de que se haya producido una guerra externa con algún país, así que tampoco, no somos Rusia ni Ucrania, todo está pasando dentro del territorio nacional. Y tercero, lo más importante, no estamos en el marco de una guerra civil”, explicó.
“La guerra civil es enfrentamiento entre dos actores beligerantes, dos partes que están reconocidas por el derecho internacional. ¿Se imaginan que a los revoltosos, a los camuflados entre la gente que sale a protestar sanamente, a los terroristas los vamos a considerar partes beligerantes? Nunca hemos tenido en el Perú un conflicto armado de ese tipo, que es lo que (los azuzadores) quisiera que se produzca”, agregó.
El excanciller enfatizó en que “nunca” hemos tenido estado de sitio en el país y que lo sí hubo en coyunturas pasadas es estado de emergencia que ya fue dispuesto por el Ejecutivo en Lima y otros departamentos.
“Ni siquiera en Venezuela, que hay también una situación crítica por el tema de (Nicolás) Maduro no hay guerra civil, porque no hay dos partes en combate. No hay, sino una sola parte que es el Estado con su poder coactivo y coercitivo, que son las Fuerzas Armadas, y hay que empoderarlas, eso hay que hacer”, remarcó.
En una columna publicada en el portal El Montonero, Rodríguez Mackay sostuvo enfáticamente que dicho pedido (de la declaratoria del estado de sitio) es un “grave error” que nos podría costar muy caro”, pues podría ir “en completo detrimento” del propio Estado peruano y la seguridad nacional.
“Conviene, entonces, preguntarnos si acaso en el Perú se ha configurado el presupuesto de la invasión como para considerar por el gobierno el establecimiento del estado de sitio. Nadie seriamente podría creerlo por más que Evo Morales y su pandilla de secuaces y aventureros del Movimiento al Socialismo - MAS, ingresaron en su oportunidad en el sur del Perú buscando sorprender a nuestros compatriotas con la febril idea del rompecabezas geopolítico denominado Runasur”, escribió.
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