En la noche del jueves 19 de enero se reportó un gran incendio, de grado 4, en una de las vías de acceso a la Plaza San Martín, que se convirtió en el punto de encuentro de los manifestantes que llegaron de diferentes zonas del Perú para sumarse a la protesta denominada la “Toma de Lima” o “Marcha de los 4 suyos”.
Los ciudadanos y efectivos del orden fueron testigos de cómo un inmueble histórico -ubicado en el cruce de los jirones Carabaya y Lino Cornejo- se derrumbaba, dejando a familias en la calle y locales comerciales inhabitables. Los bomberos hicieron un máximo esfuerzo para controlar el fuego, pero el material noble solo permitió su extensión.
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El trabajo de para controlar el incendio duró más de 10 horas. La fachada destruida expuso el interior del edificio, que se convirtió en escombros. Los residentes del inmueble fueron recibidos por los vecinos para que tengan un espacio donde pasar la noche.
Toda esperanza de mantener sus hogares se ha desvanecido. Las autoridades locales dejaron en claro que deberá ser derrumbado con la finalidad de que no sea un peligro para las personas que circulen por estas calles.
Viviendas, notaria, locales nocturnos y un hospedaje ubicados en esta propiedad histórica desaparecerán y quedarán solo en recuerdo de los vecinos y todos los peruanos que visitaban sus instalaciones.
La Casa Marcionelli
Al igual que muchos espacios de la capital, este tiene una esencia de antaño que nos recuerda la antigua ‘Ciudad de los reyes’. La historia que esconde los escombros nos revela la vida de un empresario extranjero que convirtió este lugar en un ambiente importante para el comercio.
Un artículo de “Rincón de historia peruana” detalla que fue una propiedad a nombre de Severino Marcionelli, nacido en Bironico, cantón de Ticino, Suiza. Pasó gran parte de su niñes y adolescencia en nuestro país. Al cumplir los 20 años, se sumó al equipo responsable de la construcción del túnel de La Galera, en Ticlio, el más alto del mundo.
Marcionelli destacó por ser un empresario respetado por incursionar en la minería. Su perfil emprendedor lo llevó a ser dueño en la negociación Puquio-Cocha, mina de San Ildefonso y de carbón de Chuicho. Su rol en la minería lo continuó ganando experiencia como fundador de la mina Morococha, organizando también a su pueblo minero.
El empresario también ingresó al sector agropecuario, siendo dueño de la ganadera Uchupata de Huari. Fue presidente de la compañía urbanizadora Jesús María e inversor para la construcción del Hotel Bolívar, uno de los destinos turísticos e históricos más famosos de la ciudad.
La fortuna que acumuló con esfuerzo y dedicación no solo la destinó a obras. Apoyó a muchas causas benéficas, siendo un miembro activo de la Sociedad de Beneficencia de Lima. Donó hasta 100 mil soles para la construcción del Hospital Arzobispo Loayza y apoyó a la edificación del Hospital del Niño, destaca la publicación.
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Para tener un espacio fijo para habitar en el Perú, junto a su socio adquirió un terreno en la calle del Pacae, lo que hoy se conoce como la cuadra 9 del jirón Carabaya. En el año 1923 se terminó de construir su residencia, con ventanas amplias y varias habitaciones para diferentes funciones.
Esta vivienda funcionó como sede del Consulado General de Suiza y habilitó unas oficinas para las empresas agropecuarias y mineras hasta fines de los años 40.
La Casa Marcionelli, que quedó bajo fuego el pasado 19 de enero, fue restaurada en los últimos tiempos. Sus instalaciones han funcionado como hotel, galería de arte y para el comercio.
¿Cómo es la casona que se incendió en Plaza San Martín?
El Programa para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (PROLIMA) publicó una ficha en el año 2021 en el que indica que este recinto posee ocho balcones, considerado un ambiente urbano monumental dentro de un área de patrimonio mundial.
Este espacio tiene una altura de 11.5 metros y construido en un área de 500 metros. Se encuentra en una zona donde el comercio es una de las actividades más populares, sobre todo lo dirigido a la vida nocturna, como bares y restaurantes.
Cerca a esta zona que será derrumbada se encuentran discotecas, bares, restaurantes, bancos, tiendas, entre otros locales.
Las familias que se han visto afectadas por el incendio en Plaza San Martín han pedido a las autoridades que los apoyen para poder recuperarse de las pérdidas materiales.
La protesta de “La Toma de Lima” ha dejado pintas en locales y viviendas que atacan directamente al gobierno de turno y responsabilizando de los desmanes a efectivos policiales.
La causa del incendio aún no ha sido esclarecida. Las autoridades tendrán que seguir con las investigaciones para poder reconocer a los culpables detrás de este siniestro.
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