La llamada Toma de Lima tiene a la Policía Nacional de Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas en alerta, ante posibles hechos violentos que puedan ocasionarse durante las movilizaciones sociales en diversos puntos de la capital. Desde tempranas horas del jueves 19 de enero, las autoridades del orden han movilizado no solo a miles de efectivos por las principales calles, sino también varios de sus imponentes vehículos.
La avenida Abancay, en el Centro de Lima, donde se encuentra ubicada las sedes del Congreso de la República, el Ministerio Público y el Poder Judicial, se convirtió en uno de los puntos más resguardados por las fuerzas del orden. Justamente, en esta vía se ha captado la mayor presencia de unidades policiales y militares.
En videos difundidos por la ciudadanía en redes sociales, se aprecia a imponentes tanquetas antimotines transitar a lo largo de la avenida Abancay. Las imágenes muestran a los vehículos blindados circular al lado de buses de transporte público, ante la mirada de sorpresa y temor de algunos pasajeros.
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Estas tanquetas volvieron a ser vistas en horas de la tarde del jueves 19 de enero, pero esta vez en medio de enfrentamientos entre civiles y uniformados que se desataron en esa misma avenida del Centro de Lima. Los policías lanzaron bombas lacrimógenas y los protestantes piedras y palos. El resultado fue heridos de ambos lados. Las fuerzas del orden usan este tipo de tanquetas de seis ruedas para disuadir y dispersar a la población protestante.
‘Pinochito’
Otro tipo de vehículo de asalto visto fue el conocido como ‘Pinochito’, que tiene por función rociar a los manifestantes para lograr que se separen y sea más fácil repelerlos. Este tipo de unidad se observó circular en el cruce las avenidas Nicolás de Piérola con Abancay, a la altura de la Corte Superior de Justicia de Lima.
A fuera de la sede del Congreso se observó otro tipo de vehículo blindado, pero de cuatro ruedas, perteneciente a la División Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes). En la parte superior de la unidad iban dos agentes del orden con sus respectivos fusiles de guerra.
La Policías y las Fuerzas Armadas vienen resguardando varias sedes estatales desde tempranas horas del día por temor a que se atente contra ellas, como se registró en las protestas del sur del país, donde se terminó incendiando sedes de la Fiscalía, el Poder Judicial y hasta comisarías.
En otros puntos de Lima, como en los distritos de San Juan de Miraflores, Ate y San Borja, se captó el despliegue de camiones de las fuerzas del orden que sirven para trasladar a policías o militares hacia los puntos de mayor convulsión social.
En un recorrido por la capital, Infobae comprobó que centros de abastos, grandes mercados, centros comerciales y otro tipos de establecimientos públicos también fueron fuertemente resguardados por los agentes del orden para evitar saqueos o ataques a la propiedad pública.
“Está bien que cuide la Policía y las Fuerzas Armadas para que se mantenga todo tranquilo. En provincia se han reportado varios ataques a la propiedad privada, es cierto, pero tampoco dejemos de lado el reclamo de los que sí protestan pacíficamente y luchan por lo que piensan”, dijo una vecina.
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