Miguel Rodríguez Mackay cuestionó la injerencia de otros presidentes en la crisis de Perú

Miguel Ángel Rodríguez Mackay, exministro de Relaciones Exteriores durante el Gobierno del expresidente Pedro Castillo, se refirió a la actual convulsión social por la que atraviesa el país y calificó como “timorato” al Ministerio de Relaciones Exteriores debido a la débil defensa que se realiza en torno a la política interna del Perú.

“Nos preocupa que en el sistema panamericano, no digo mundial todavía, se siga desnaturalizado y tergiversado la realidad del país. No estamos actuando para frenar esta imagen que se está creando, ya no es solo México y Colombia”, manifestó.

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En este marco, detalló que una de las consecuencias de una política exterior “endeble” es continuar “viendo más Jefes de Estado, cancilleres o vicecancilleres involucrándose en el Perú”. Añadió que la canciller Ana Cecilia Gervasi no trabaja adecuadamente en la imagen del país, sometida a protestas desde hace varias semanas, en el exterior.

“Necesitamos que en la Cancillería, la canciller se despoje de su ratio como diplomática y sea un actor político. Ella no es jefa del servicio diplomático, sino de la diplomacia peruana. Si eso no camina, vamos a estar actuando timoratos, mirando que dice la presidente, ella necesita que los expertos le digan cual es el modus operandi respecto de nuestra dinámica internacional”, puntualizó.

Además, comentó que tras la lectura de un informe preliminar de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), la representación peruana debió remarcar que el actual Gobierno de Dina Boluarte es constitucional.

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“El Consejo Permanente tiene voz, eco y es la partera de los procesos de la política internacional americana. Es muy importante (…) La reacción peruana en la OEA debió ser una que dijera con objetividad lo que pasa en el país”, refirió.

Añadió que en la sala los representantes de Brasil y México se aprovecharon de la situación para pedir la liberación del exmandatario Pedro Castillo, en prisión preventiva por 18 meses tras su autogolpe de Estado en diciembre del 2022, y perjudicar la imagen institucional del país.

“No digo que hayan mentido, sino que no han dicho nada. A lo que han dado paso es a que, luego del informe, los representantes de México y Brasil hayan ido muy lejos al pedir que Castillo, que cometió una ruptura del régimen democrático, tenga su libertad incondicional”, agregó.

Por otro lado, el exministro se pronunció sobre el trabajo de organismos internacionales como la OEA, que envió una misión al Perú en noviembre del 2022, y la CIDH.

Sobre esta última entidad, el excanciller cuestionó la lectura de su informe preliminar ante la OEA, tras su visita al Perú hace unos días, y calificó a las apreciaciones de la CIDH como “sesgadas” debido a que no todos los sectores, policiales y civiles, fueron incluidos en la evaluación.

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“Lo que hemos visto en ese informe, que se ha leído por el miembro de la CIDH, es un informe completamente sesgado a mi juicio. No está entrando en el meollo del asunto porque, otra vez, se comete el grave error de creer que los derechos humanos son solo para un sector. Preguntaría si esta comisión entrevistó a los familiares del policía calcinado”, increpó.

El exfuncionario recordó que el Consejo Permanente, instancia donde fue presentado este informe, es “un órgano clave” del sistema americano. En esta línea, precisó que la OEA es un foro político y el citado Consejo es “un brazo diplomático” donde están ubicados cada uno de los representantes de los 35 países.

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