El copiloto peruano Ashley García y la piloto paraguaya Andrea Lafarja, a bordo de una Toyota Hilux, consiguieron flamear sus banderas en el podio de llegada luego terminar en el Top 15 en la categoría coche en la clasificación T1+ y en el Top 30 en la T1, con un tiempo en total de 60 horas 53 minutos y 45 segundos, en una de las pruebas más exigentes del mundo y en una de las ediciones del Rally Dakar más difícil de lo habitual.
“Mi meta es la revancha en el Dakar”, es lo que comentó al inicio de la competencia el copiloto nacional y lo consiguió. A pesar que en los primeros kilómetros perdieron terreno tras pasar por alto una zona de puestos de control y fueron amonestados con 15 minutos extra sobre su tiempo real. En la parte final recuperaron el ritmo y comenzaron a mejorar en cada kilómetro que recorrían.
El dúo peruano-paraguayo aseguraron su posición en el acumulado en los últimos 136 kilómetros que, aunque no fue nada fácil, debido a la lluvia que empezó a caer durante la madrugada, Lafarja sacó ventaja gracias a su buen manejo en el barro y con el apoyo de García en la navegación, terminaron la carrera con un tiempo de una hora, 23 minutos y 44 segundos, obteniendo su mejor participación para ambos en un Dakar.
“El Dakar me ha dejado experiencias bastante buenas. Mi debut fue junto a Erik Wevers con un T1, es decir a un alto nivel. Me encanta ser competitivo. En 2019 no pude terminarlo y eso es un reto para mí. Formamos un excelente equipo con Andrea. Estamos muy emocionados, ha sido muy duro para nosotros estar aquí aunque toda la gente nos ha estado ayudando y apoyando. Además del mensaje de aliento que nos ha llegado desde Perú y Paraguay”, comentó el copiloto peruano unos kilómetros antes de concluir su participación en el Rally Dakar 2023.
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Sueño cumplido
Ashley García fue el único peruano que nos representó este año en el Rally Dakar. Para él fue un objetivo pendiente que tenía desde el año 2019, pues en ese entonces asistió al máximo evento offroad más difícil del mundo como copiloto del holandés Erik Wevers en un coche Borgward y tuvo que abandonar la competencia luego de seis días intensos.
En la etapa cinco no lograron frenar a tiempo en una zona que no estaba señalizada y el impacto del auto durante el choque fue tan fuerte que se rompió la estructura interna que da rigidez al auto, además que sufrió diferentes fisuras en los dedos del pie y también su piloto sufrió un lesión en la espalda.
Aunque quedó pendiente la revancha para el siguiente año tras su salida, en el 2020 fue el último evento donde más de un piloto pudo participar, ya que posteriormente, debido a la pandemia en 2021 y 2022, los peruanos tuvieron que pasar de ser anfitriones a no tener presencia en ninguna de las dos ediciones anteriores por falta de apoyo económico: para llegar a Medio Oriente es necesario tener todo y asegurarse que nada falle para que los costos no aumenten.
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