Cuatro claves imprescindibles para cuidar a perros y gatos en Navidad

La Navidad es una época llena de alegría y reuniones familiares, pero también puede representar una serie de riesgos para perros y gatos.

Desde alimentos peligrosos hasta el estrés causado por cambios en la rutina, garantizar su bienestar debe ser una prioridad.

Como recordó Christine Middlemiss, directora veterinaria del Reino Unido, “ser consciente de los riesgos le ayudará a usted ya sus mascotas a pasar una Navidad segura y agradable”.

Durante las celebraciones, los animales pueden enfrentarse a situaciones que ponen en riesgo su salud y tranquilidad. Entre los problemas más comunes se destacan:

• Intoxicaciones alimentarias: ciertos alimentos navideños, como el chocolate, las pasas o los huesos de ave, pueden ser altamente tóxicos.
• Lesiones por decoración: los adornos frágiles, los cables eléctricos y el agua de los árboles de Navidad presentan riesgos graves si son ingeridos o manipulados.
• Estrés por ruidos y cambios en la rutina: fuegos artificiales, música alta y la llegada de visitas pueden alterar a las mascotas.

Los alimentos tradicionales de estas fechas pueden representar un riesgo significativo para los animales domésticos. Según un estudio publicado en Wiley Online Library, la intoxicación por chocolate en perros tiene una tasa de mortalidad inferior al 3% cuando reciben el tratamiento adecuado, pero aún es una urgencia veterinaria.

Además del chocolate, que contiene teobromina, una sustancia tóxica para los perros, otros alimentos que pueden resultar nocivos para los animales son:

• Uvas, pasas y frutos rojos: asociadas con insuficiencia renal en perros y gatos.
• Cebolla, ajo, echalotes y puerros: provocan daños en los glóbulos rojos de las mascotas.
• Huesos de ave: pueden astillarse y causar perforaciones en el sistema digestivo.
• Adornos de masa salada: altamente peligrosos debido a su contenido de sodio.

Evitar que las mascotas tengan acceso a estos alimentos es esencial para prevenir intoxicaciones y complicaciones graves.

Los adornos y plantas típicas de Navidad también representan un peligro significativo.

Según la Asociación Americana de Hospitales de Animales (AAHA), los adornos de vidrio, cables eléctricos y el agua de los árboles de Navidad son elementos especialmente riesgosos para las mascotas.

Algunas decoraciones peligrosas con las que hay que ser cuidadosos son:

• Adornos frágiles que pueden causar cortes si se rompen.
• Los cables eléctricos que las mascotas pueden morder, provocando quemaduras o electrocuciones.

Asimismo, algunas plantas tóxicas como la llamada flor de Pascua, cuya savia lechosa irrita las mucosas y puede provocar vómitos y diarrea, o bien el muérdago y acebo, que contienen sustancias que afectan el sistema digestivo, el ritmo cardíaco y la presión arterial deberían mantenerse fuera del alcance de las mascotas.

La sobreestimulación causada por el ruido y los cambios en la rutina puede generar un estrés considerable en los animales.

Según la organización mundial de protección animal Four Paws, el ruido de los fuegos artificiales provoca una angustia significativa en las mascotas debido a su audición aguda, que es tres o cuatro veces más sensible que la humana.

En ese sentido, destacaron que los factores de estrés más comunes son:

• Ruidos fuertes: como fuegos artificiales y música alta.
• Cambios en la rutina: alteraciones en los horarios de alimentación y paseo.
• Presencia de extraños: la llegada de visitas puede ser abrumadora para los animales.

Asimismo, para prevenir el estrés, los especialistas recomiendan:

• Crear un espacio tranquilo y acogedor donde las mascotas puedan refugiarse.
• Mantener las rutinas regulares de alimentación y paseos.
• Reproducir videos de fuegos artificiales en volúmenes controlados para desensibilizar a los animales jóvenes.

Garantizar la seguridad de las mascotas durante las fiestas no solo evita accidentes y problemas de salud, sino que también permite que todos disfruten de la Navidad en armonía. Los especialistas coinciden en que muchos amantes de los animales no son conscientes de que sus ruidosas celebraciones están provocando un profundo sufrimiento a los animales. Prevenir estos riesgos puede marcar la diferencia en unas fiestas tranquilas y seguras.