Displasia de cadera en perros: cuáles son sus causas y cuidados esenciales

Los cachorros de rápido crecimiento pueden sufrir de esta condición si no se controla su peso y las actividades de impacto que realizan. El doctor Hernán Cornes brindó consejos sobre cómo identificar esta enfermedad genética y qué medidas tomar para prevenir complicaciones

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Data Animal - Displacia de cadera

La displasia de cadera es una enfermedad genética y degenerativa que afecta a la articulación de la cadera de los perros, principalmente en razas grandes y medianas. Se produce cuando la cavidad no se desarrolla correctamente, lo que provoca un mal ajuste entre la cabeza del fémur y el acetábulo (la cavidad donde encaja el hueso).

Con el tiempo, este desajuste puede causar inestabilidad, desgaste del cartílago y, eventualmente, artritis, lo que genera dolor y dificultad para moverse. El diagnóstico temprano es clave para manejar la condición y mejorar la calidad de vida del perro.

Aunque la enfermedad es de origen genético, factores como la obesidad, la actividad física excesiva en cachorros y una dieta inadecuada pueden agravar la situación. En un nuevo capítulo de Data Animal, el Dr. Hernán Cornes, fisiatria veterinario especialista en rehabilitación, señaló los principales factores de riesgo de la condición y cómo prevenir complicaciones en los perros.

La displasia de cadera afecta
La displasia de cadera afecta principalmente a razas grandes y medianas, con origen genético pero agravada por obesidad y crecimiento rápido (Imagen Ilustrativa Infobae)

“La displasia de cadera, para mí, es la enfermedad con peor marketing en ortopedia veterinaria, pero al mismo tiempo es la más predecible y sobre la que más podemos actuar. Seguramente si vos me decís displasia de cadera, lo primero que se te viene a la cabeza es el ovejero alemán. Se da mucho y es la más estudiada en el ovejero alemán, pero también fue el club o la federación que más control o que más presión de cría hizo sobre esa raza, logrando disminuir la incidencia. Pero se da en muchísimas razas, se da en golden, se da en labrador, se da en san bernardo, se da en terranova”, explicó el experto.

Según resaltó, “displasia” significa mala conformación, en este caso, de la cadera: “La cadera está formada por el hueso del fémur y el hueso de la pelvis. ¿Qué pasa en nosotros cuando nacemos? Recién empezamos a caminar al año. Imagínate un cachorro de 30 o 45 días que ya empezó a caminar. Todo esto es un cartílago, no está formado por hueso, y se va a ir formando en la medida que va creciendo. ¿Qué características tiene esto? La laxitud articular. Este hueso que no está formado está entrando y saliendo constantemente”.

Por ende, en los perros con sobrepeso o de rápido crecimiento que tienen tendencia a la laxitud, la articulación sufre microtraumas producto de micromovimientos. Estos generan molestias musculares que luego evolucionan en artrosis y dolor articular.

Razas como el ovejero alemán,
Razas como el ovejero alemán, golden retriever y labrador son más propensas a la displasia, aunque puede ocurrir en perros mestizos (Imagen Ilustrativa Infobae)

-¿Cómo podemos prevenir o ayudar a nuestro animal a que padezca menos esto?

-Bueno, lo primero es la presión de selección. Si yo tengo a la mamá y quiero tener cría con una perra y la mamá tiene displasia de cadera, lo primero que tengo que informar es que este perro va a transmitir una alta predisposición a la descendencia, a sus cachorros. Como es una enfermedad que es multifactorial, pero está en los genes, lo primero que tengo que hacer en los perros que están predispuestos a eso, que ya lo sé, quitarlos de la reproducción.

Por otro lado, es importante observar al cachorro adoptado a medida que crece, sobre todo si tiene características de crecimiento rápido. Algunas de las señales de alerta que podrían indicar que tiene displasia de cadera, según Cornes, son: juega sentado, al pasear se sienta en todas las esquinas, saltan como conejos, cargan su peso en los miembros anteriores, tienen las patas traseras más delgadas que otros perros.

“En esas vacunaciones que vos vas haciendo en tu control veterinario, ir chequeando, porque primero el diagnóstico es clínico y después radiológico”, recomendó el especialista.

Más allá de los perros de raza, los mestizos también pueden padecer de displasia de cadera. “En cualquier perro de rápido crecimiento, que vos lo veas muy grandote, que veas que tenés un cachorro y que tengan esas patas regordetas que vos decís ‘uy, este va a ser enorme’, siempre chequear e ir viendo cómo va creciendo”, resaltó Cornes.

Placas radiográficas y observación clínica
Placas radiográficas y observación clínica son esenciales para diagnosticar la displasia, pero los resultados no siempre reflejan el nivel de dolor (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cuanto al diagnóstico, destacó que se deben observar los signos clínicos, ya que las placas no siempre son concluyentes con respecto al nivel de dolor o incomodidad del perro: “Hay perros con placas muy leves que tienen signos clínicos y perros que vos sacás una placa y está destruida, artrósica o subluxada que clínicamente está bien. En eso va la toma de decisión de qué hacer con ese cachorro o ese perro adulto”.

-¿Solo se da en perros grandes esta problemática?

-Se da más que nada en perros grandes, pero también es hasta frecuente en ciertas razas. El bulldog francés, el bulldog inglés son naturalmente displásicos, pero muy asintomáticos.

-Una vez que detectamos que un perro tiene displasia de cadera, ¿cómo es su calidad de vida?

-La calidad de vida puede ser normal, muy buena. Siempre prevenir con la dieta adecuada en ese periodo de crecimiento y evitar el alto impacto en ese cartílago que está desarrollándose. Buena nutrición, manejo del peso, si es necesario, el control del dolor, ya sea con analgésicos, que te lo va a indicar tu veterinario clínico o tu veterinario traumatólogo. En algunos casos se va a beneficiar mucho durante el desarrollo con fisioterapia. Nosotros tenemos la ventaja de la cinta o la caminata en cinta subacuática, que es un ejercicio sin impacto articular que va a mejorar el tono muscular. En casos más terminales ver alternativas quirúrgicas.

El ejercicio excesivo en cachorros
El ejercicio excesivo en cachorros de rápido crecimiento predispuestos a la displasia de cadera genera microtraumas en las articulaciones, lo que deriva en dolor muscular y artrosis (Imagen Ilustrativa Infobae)

La condición, que previamente se consideraba que solo era consecuencia de factores genéticos, también surge a partir de la manera en la que se desarrollan los perros en las primeras etapas de la vida, cuando el diagnóstico temprano puede ser beneficioso.

“La placa sirve para disminuir cuando tenés la sospecha, hacés una placa y lo podés ir controlando o instalar un tratamiento. Pero fundamentalmente el diagnóstico clínico. Ver si el cachorro, cuando vos movés las caderas, le duele, rechaza el movimiento o hay contracturas en ciertos músculos relacionados con esa articulación”, agregó Cornes.

En cuanto a los perros que padecen de la afección y se reproducen en criaderos, el experto subrayó que debe existir la cría responsable: “Si hay criaderos habilitados, si vos adquirís un perro en un criadero, te tienen que dar la garantía de ciertas condiciones. Una de ellas es que sea un animal sano y libre de las patologías, ya sea con placas, o hay también análisis genéticos que pueden estar relacionados con la transmisión o no de ese cachorro”.

-¿Qué es lo que podemos hacer para ayudar a nuestro animal a reducir el impacto articular?

-Es habitual, sobre todo ahora, que viene el clima lindo en primavera, que tengas un cachorro intenso en tu casa, entonces decidiste salir a andar en bicicleta con un perro de cinco o seis meses que no tiene esa articulación formada. Ese impacto articular en un perro pesado, en una articulación que no está formada, lo que va a generar son microlesiones en el cartílago y lo va a predisponer a una patología cuando sea más grande.

En casos severos, la fisioterapia
En casos severos, la fisioterapia y ejercicios sin impacto como caminatas subacuáticas pueden mejorar el tono muscular y reducir molestias (Imagen Ilustrativa Infobae)

-¿Qué otras cosas podemos evitar en casa para reducir el impacto?

-Bueno, escaleras. Si vos tenés una casa con un piso muy patinoso, tratar de beneficiar el apoyo. Vos pensá que ese cachorro que está aprendiendo a caminar, si constantemente se está patinando, entonces tratá de colocar alguna alfombra, alguna superficie antideslizante.

En cuanto a los sillones o superficies elevadas, si bien tienen un mayor impacto en patologías de la columna que de la cadera, se pueden colocar rampas para disminuir el impacto cuando el perro sube y baja del mueble.

“La tenencia responsable tiene que ver con eso. Si vos tenés un perro con estas características, nutrirlo bien, mantenerlo delgado, ejercicio adecuado a cada etapa del desarrollo”, concluyó el especialista.

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