Los avances en la salud animal permitieron que enfermedades crónicas como la diabetes, particularmente en perros y gatos, sean más manejables. Sin embargo, para muchos tutores aún resulta sorpresivo descubrir que sus compañeros de cuatro patas pueden desarrollar esta enfermedad.
Durante el Mes de la Mascota Diabética, celebrado en noviembre, los expertos resaltan la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de estos animales. La diabetes, aunque crónica, no tiene por qué interferir en la vitalidad ni en la felicidad de los animales si se controla de forma correcta.
Prevalencia y causas de la diabetes en mascotas
La diabetes mellitus afecta aproximadamente a 1 de cada 500 perros y gatos, aunque algunos especialistas estiman que esta cifra podría ser mayor debido a la falta de diagnósticos formales.
La incidencia de esta enfermedad aumenta con la edad: suele manifestarse en mascotas de mediana edad a mayores, alrededor de los 10 años, aunque también puede afectar a ejemplares jóvenes.
Walter Comas es director de Animales de Compañía en MSD Salud Animal, y explicó que ciertas razas de perros, como el Samoyedo, el Alaska malamute y el Schnauzer Miniatura, tienen una mayor predisposición a desarrollar diabetes. En gatos, los europeos de pelo corto y largo, especialmente los machos, son los más afectados.
Factores como la obesidad, la alimentación inadecuada y la falta de ejercicio también contribuyen al desarrollo de esta enfermedad. Según explicó a Infobae el médico veterinario Juan Enrique Romero, “así como ocurre con los seres humanos, tanto los perros como los gatos pueden sufrir diabetes mellitus. Diversos factores como una mala alimentación, la disminución del ejercicio y el aumento de peso provocan un desequilibrio entre los niveles de glucosa e insulina”.
Síntomas y detección temprana
Uno de los retos de la diabetes en mascotas es la identificación de sus síntomas, ya que muchos pasan desapercibidos en el día a día. Los signos más comunes incluyen un incremento en el consumo de agua, mayor frecuencia en la orina, un apetito exagerado y pérdida de peso.
Además, en perros pueden aparecer cataratas, mientras que en gatos, la debilidad en las patas traseras es un indicador de esta afección. Comas explicó que estos signos “deben alarmar y concurrir a un chequeo profesional que determine su causa, su origen y el tratamiento correspondiente”.
Para confirmar el diagnóstico de diabetes, el veterinario realiza un análisis de sangre para evaluar la concentración de glucosa. La recomendación de los especialistas es llevar a cabo chequeos periódicos, al menos dos veces al año, que incluyen estudios de glucosa y análisis de laboratorio específicos.
Tratamiento y manejo de la diabetes en mascotas
Si bien la diabetes en las mascotas se debe a una insuficiencia de insulina, Comas subrayó que “esta enfermedad es completamente manejable”. En Argentina, existe un tratamiento de insulina aprobado por el SENASA para perros y gatos diabéticos, que permite a los veterinarios controlar la diabetes mellitus.
“Este tratamiento, más la adopción de buenos hábitos alimentarios y ejercicio moderado, permiten que tanto los perros como los gatos tengan un buen pronóstico”, coinciden los expertos.
Romero añadió que, en el caso de los gatos, es posible utilizar hipoglucemiantes orales en algunos casos, mientras que los perros suelen requerir insulina de forma permanente. La alimentación equilibrada y el ejercicio controlado son factores cruciales en la vida diaria de una mascota diabética para mantener niveles de glucosa estables y evitar complicaciones.
Cómo prevenir la diabetes en las mascotas y complicaciones de no tratarla
La diabetes sin control puede provocar consecuencias graves en las mascotas, tales como ceguera por cataratas, retinopatía, problemas circulatorios, daño renal irreversible y, en casos extremos, la muerte.
Romero enfatizó que estos efectos se deben al “fallo en múltiples órganos y aparatos del organismo”, una situación que puede prevenirse con un tratamiento adecuado y chequeos regulares.
Para reducir el riesgo de desarrollar diabetes y otras enfermedades metabólicas, los expertos recomiendan visitas periódicas al veterinario. De igual modo, se sugiere evitar alimentos no indicados para animales, como pan, galletas y lácteos, que pueden favorecer la obesidad y el desarrollo de la diabetes en las mascotas.
Este Mes de la Mascota Diabética es una oportunidad para reflexionar sobre los cuidados preventivos y la detección temprana de la diabetes, con el fin de que nuestros compañeros de vida puedan disfrutar de una existencia sana y plena.