Transportar animales de compañía en aviones es un proceso que requiere una cuidadosa planificación y atención a las necesidades específicas de cada mascota. Es fundamental que los tutores estén informados sobre los requisitos y restricciones.
Conocer la salud del animal y sus reacciones ante situaciones de estrés puede marcar la diferencia en su comodidad y seguridad durante el vuelo. Antes de embarcar, es crucial realizar una evaluación veterinaria para asegurarse de que la mascota esté en óptimas condiciones. Si tiene problemas de salud preexistentes, como enfermedades respiratorias o cardiacas, puede enfrentar complicaciones durante el viaje.
En un nuevo capítulo de Data Animal, el veterinario especializado en bienestar animal y traslado, Guido Cunha Ferré, explicó los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de viajar con un animal de compañía en un avión.
“Siempre que viajamos con un animal lo estamos exponiendo un tema de salud, porque no hay ningún animal en el mundo que esté preparado para las condiciones que estamos transformando dentro de la aeronave, para que nosotros podamos estar con un bienestar de salud. Porque ¿qué tenemos en la aeronave? Presurización. Y esa presurización tiene unos conceptos de variable física totalmente diferentes a lo que el animal está acostumbrado”, señaló el experto.
Esto significa que el animal siempre va a enfrentarse a una situación que va a afectar su salud al subirse a un avión. Debido a esto, es esencial consultar con veterinarios especialistas que ayuden a preparar a la mascota para que sobrelleve el vuelo.
-¿Todos los animales pueden viajar?
-No. Porque siempre cuando lo enfrentamos a un concepto de salud, es como una persona que tiene que entrar a una cirugía. Obviamente, hay que chequearlos, evaluarlos clínicamente y comportamentalmente. Ese es mi concepto. Siempre digo que el vuelo no empieza cuando despega el avión ni termina cuando aterriza el avión, sino que hay un pre, el vuelo en sí y un post. Entonces tenemos que ver en qué estado está el animal, qué ruta va a hacer, dónde va a ir, todo.
“Una consulta, un asesoramiento, está dividido a grandes rasgos en tres ramas. Por ejemplo, normativa sanitaria, que es todo lo legal propio del país de destino. Pero después asesoro a las familias para explicar qué es una aeronave, explicar la salud de esa especie en una aeronave y después, con ese conocimiento, formamos el viaje en sí para priorizar al chiquito. Nunca priorizo a la familia o las millas”, agregó Ferré.
-¿Cuáles son los riesgos de trasladar a nuestros animales en un avión?
-Siempre está comprometido el tema respiratorio, porque las variables físicas cambian notablemente y cambian en minutos. Una presurización en una aeronave está generada, por decirlo así, al estar a 2.400 metros sobre el nivel del mar, en nuevos modelos a 1.800 metros. Ya en ese concepto se entiende que la presión es menor, la cantidad de oxígeno respirable es menor, las temperaturas cambian y ese animal hay que tener en cuenta que se le debe sumar el estrés propio de estar en un ambiente con diferentes ruidos, olores, personas.
Por otro lado, el especialista hizo hincapié en el dilema de los tutores entre elegir que el animal de compañía viaje en cabina o en bodega. Aclaró que esa decisión es secundaria, y lo que importa en primer lugar es el hecho de que se está subiendo a una mascota a la aeronave.
Además, resaltó que uno de los errores más comunes en las familias es el suponer que el animal va a estar mejor en cabina: “La bodega no es un activante para que le pase algo al animal. Tal vez ese animal, si fuese solo exclusivo de un tema respiratorio, seguramente y lamentablemente en cabina, también le iba a pasar”.
El especialista destacó que “la aeronave es un todo. Entonces esté en cabina, esté en bodega, esté con el capitán en los brazos o esté en la cocina con tripulante auxiliar, es exactamente lo mismo para la fisiología respiratoria del animal”.
Esto quiere decir que la decisión de dónde viaja el animal depende de la especie a la que pertenece y al individuo en sí. “Tu canino puede ser totalmente diferente a otro canino. Por ejemplo, tenemos un canino en casa, con las tormentas eléctricas o petardos o fuegos artificiales, se esconde en la bañadera. ¿Y por qué no se esconde con vos? ¿Y por qué no va con vos? ‘Ah, no, el mío va conmigo’. Ese es el concepto que tengo que ver. ¿Qué necesita el animal para sobrellevar ese vuelo? La bodega no es la enemiga. Eso lo quiero dejar bien en claro. Por decirlo así, ya al volar lo estás enfrentando”, afirmó Ferré.
Por ende, a la hora de asesorar a las familias, el veterinario les explica que el traslado de un animal en avión debe ser debido a una mudanza o a situaciones especiales, no por vacaciones, ya que se pone en juego la salud de la mascota.
-¿Las aerolíneas están aggiornando un poquito en entender que son seres vivos y que no son cosas a trasladar?
-Yo soy instructor en el CIPE (Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación), que eso está en el aeropuerto de Ezeiza, y tengo la materia de transporte aéreo de animales hace casi diez años. Muy pocas operadoras de vuelo están enviando a personal a capacitarse, entonces lamentablemente no sé dónde se capacitan. Yo no soy el único, eso lo quiero dejar bien en claro. Pero yo veo quién manda o quién no manda a los jefes o a personal.
“¿Cómo capacito yo? Justamente a enseñar dos temas muy básicos. Una es la desinformación. Si no estás en el ambiente animal, te lleva a tratar al animal como una cosa, un objeto, y lamentablemente pasan los accidentes. El otro grupo, que estamos nosotros, que amamos a los animales, nos equivocamos y tendemos a humanizarlos. Y ese es el otro error”, determinó el experto.
A su vez, añadió: “Entonces, el concepto de los accidentes no son solo de las operadoras de vuelo. Siempre veo que, a veces, tristemente empiezan desde casa. Esto es porque los accidentes son una cadena de eslabones, y siempre veo que los primeros eslabones que están mal, vienen desde casa y después pasan los accidentes”.
El decidir dejar al animal de compañía en casa durante las vacaciones puede ser el mejor camino a seguir para preservar su salud.
“No niego que dejarlo en casa debe ser con todos los cuidados y asesorarse con profesionales sobre cómo dejar un animal en casa, porque todos somos conscientes y somos responsables de chiquitos. Y sabes que cuando te vas de casa siempre el pequeño tiende a un estrés. Bueno, no digo que algo es mejor que otra cosa, digo que tenemos que hacer el mal menor”, concluyó Ferré.