Los perros y los gatos son los animales de compañía predilectos del ser humano durante siglos, pero recientes investigaciones sugieren que el vínculo que establecemos con ellos no es el mismo. Aunque ambos animales ocupan un lugar importante en millones de hogares, las diferencias en comportamiento y carácter influyen en cómo nos relacionamos con cada uno.
Diversos estudios indican que, en general, las personas se encariñan más con los perros que con los gatos. ¿Por qué? La interacción constante, la dependencia emocional y la disposición de los perros a participar en actividades diarias parecen fortalecer este lazo afectivo, lo que supera el apego que solemos desarrollar hacia los felinos, que tienden a ser más independientes.
Aunque los gatos tienen un lugar importante en muchos hogares, la mayoría de los estudios coinciden en que las personas tienden a preferir a los perros, debido a su naturaleza más sociable y el vínculo emocional que desarrollan.
El cariño por una mascota puede medirse de manera subjetiva, ya sea por la cantidad de personas que tienen perro o gato, como por el gasto en alimentación, cuidados veterinarios y accesorios. También hay razones psicológicas que explican por qué quienes tienen perro suelen desarrollar un apego y un sentido de responsabilidad mayores hacia su mascota. Aquí, los detalles.
¿Qué prefieren más las personas, los perros o los gatos?
Hay personas que se identifican como “amantes de los perros” o “amantes de los gatos”, y algunos que disfrutan de ambos. Sin embargo, también se puede hablar de “países de perros” y “países de gatos”. En 2021, un análisis realizado por Budget Direct presentó una infografía basada en el uso de hashtags en Instagram que mencionaban a perros o gatos. Aunque este tipo de análisis no puede considerarse científico —dado que solo se basa en los usuarios de esa red social y en el uso voluntario de hashtags—, ofrece una idea de cuántas personas disfrutan compartiendo contenido sobre sus mascotas.
Los resultados revelaron que los gatos dominaban en 91 países, mientras que los perros eran más populares en 76. Curiosamente, en tres países (República Checa, Colombia y Chile), ambos animales estaban empatados en preferencia. No obstante, en muchos casos, los márgenes eran muy ajustados, y los datos reflejan ciertas limitaciones debido a factores como la brecha digital y económica, además de la restricción a una sola plataforma.
No existe una variable definitiva —como el clima, la cultura o el nivel económico— que explique por qué algunas regiones prefieren a una especie sobre la otra. Incluso dentro de un mismo país, los resultados varían: por ejemplo, en las grandes ciudades británicas, Londres y Birmingham muestran una inclinación por los gatos, mientras que el resto se inclina por los perros. Es importante subrayar que estos datos reflejan el entusiasmo por compartir contenido relacionado con las mascotas, pero no necesariamente indican cuántas personas tienen realmente a un perro o un gato.
De acuerdo a una encuesta global del Instituto de Investigación del Vínculo Humano-Animal (HABRI, por sus siglas en inglés), los perros son vistos como compañeros más afectuosos y dependientes, lo que fortalece su conexión emocional con los humanos. Esta preferencia se refleja en las inversiones económicas, ya que los dueños de perros están más dispuestos a pagar por tratamientos médicos y seguros para sus mascotas en comparación con los dueños de gato.
La encuesta abarcó a más de 16.000 dueños de mascotas y 1.200 veterinarios de ocho países y confirmó el fuerte vínculo entre humanos y animales en todo el mundo. El 95% de los encuestados considera a su mascota parte de la familia, mientras que un 98% aseguró haber experimentado beneficios de salud mental y física gracias a la compañía de sus animales.
Este lazo, que incluye bienestar emocional y mejoras en la salud, también está estrechamente relacionado con una mejor atención veterinaria: los dueños con un vínculo más fuerte visitan al veterinario con mayor frecuencia y son más propensos a invertir en tratamientos preventivos, como vacunas y desparasitaciones.
Parte de la familia
Según un estudio publicado en Frontiers in Veterinary Science, los perros establecen una relación emocional más estrecha con los humanos en comparación con los gatos. Esto lleva a que sus dueños se sientan más responsables y dispuestos a realizar grandes gastos por la salud de sus mascotas, como seguros médicos o intervenciones costosas.
Se trata de un análisis comparativo realizado en Dinamarca, Austria y Reino Unido, liderado por Peter Sandøe de la Universidad de Copenhague, en el que se demostró que los dueños de perros, en general, tienden a preocuparse más por sus mascotas que los dueños de gatos, tanto en términos de apego emocional como de disposición a pagar por cuidados médicos.
Los datos de la investigación se basa en diferentes indicadores, como la Escala de Apego a las Mascotas de Lexington (LAPS), la tenencia de seguros médicos y la disposición a pagar por tratamientos que salvan vidas.
Los resultados muestran que, aunque en todos los países los perros suelen recibir más atención y cuidados, la magnitud de esta diferencia varía según el contexto cultural. De acuerdo a los investigadores, los perros suelen formar lazos más cercanos con sus dueños, mientras que los gatos, más independientes, generan un vínculo menos estrecho.
“Los gatos típicamente no desarrollan un apego tan fuerte por sus dueños como los perros”, señalan los investigadores. Según el estudio, tanto los dueños de perros como de gatos coinciden en que los perros son más cariñosos y divertidos, una conclusión que podría resultar controvertida para los amantes de los felinos.
Desde una perspectiva sociológica, los perros tienden a ocupar un rol más cercano al concepto de “familia”, lo que refuerza el apego emocional. Este vínculo se ve favorecido por la mayor cantidad de actividades que se comparten con ellos, como paseos y juegos. Por otro lado, los gatos, con una historia más asilvestrada, mantienen una relación más distante con sus dueños, lo que contribuye a su imagen de independencia.
En términos humanos, los perros se comparan con niños, dada la demanda de atención, mientras que los gatos se comportan más como adolescentes, eligiendo cuándo y cómo recibir afecto. Así, más que querer más a los perros que a los gatos, los perros simplemente se dejan querer más.
La inversión en salud de perros y gatos, otro indicador de cariño
Un indicador clave para evaluar la preferencia por una mascota es observar cuánto dinero se destina a su bienestar. Algunos gastos, como la alimentación y los cuidados veterinarios, son inevitables, pero cuando se trata de compras opcionales, como juguetes, los datos muestran que los propietarios de perros tienden a gastar considerablemente más que los de gatos.
Según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés), el gasto promedio anual en atención veterinaria es de $241 para perros y $125 para gatos. Además, el informe de la Asociación Norteamericana de Seguros de Salud para Mascotas (NAPHIA, por sus siglas en inglés) de 2023 señala que el 80 % de las mascotas aseguradas son perros, lo que indica una tendencia continua de mayor inversión en seguros para los caninos.
Esto se explica en parte por las diferencias entre especies: los perros suelen estar más abiertos a interactuar con sus dueños y a disfrutar de casi cualquier tipo de juguete, mientras que los gatos son más selectivos. Esta tendencia tiene raíces en su domesticación; los perros fueron criados para ser más sociables con los humanos, lo que no sorprende a la hora de ver cómo disfrutan de las actividades compartidas.