Cuántas veces al día pasear a mi perro y cuánto debe durar cada salida

Salir a pasear es una de las actividades más importantes en la vida de un perro doméstico. No solo es el momento en el que pueden hacer sus necesidades, sino que también representa una oportunidad para socializar, hacer ejercicio, explorar su entorno y mejorar su salud mental.

Los paseos fortalecen el vínculo entre la mascota y su dueño, a la vez que ayudan al animal a gastar energía y controlar el estrés.

Además, al salir a caminar, el perro se estimula física y cognitivamente, lo que contribuye a un comportamiento equilibrado y a una mejor calidad de vida.

Los cachorros necesitan paseos frecuentes y cortos, ya que están en pleno desarrollo y deben aprender a hacer sus necesidades fuera de casa.

Se recomienda sacarlos entre seis y siete veces al día una vez que hayan completado su calendario de vacunas. Estos primeros paseos deben ser breves, de no más de 10 a 20 minutos cada vez.

Durante este período, es crucial tener paciencia, ya que los cachorros todavía están aprendiendo a controlar sus esfínteres y puede que tarden hasta ocho meses en lograrlo completamente.

Para los perros adultos, la cantidad de paseos puede reducirse a entre tres y cuatro veces al día, con una duración de entre 30 y 90 minutos por salida, dependiendo de la energía y las necesidades específicas del perro.

Perros grandes y con mayor actividad, como los border collies o pastores alemanes, pueden requerir paseos más largos, mientras que razas más pequeñas, como el chihuahua, necesitarán menos tiempo.

Es importante ajustar el tiempo de paseo a las características individuales de cada perro para asegurarse de que liberen suficiente energía y mantengan un buen estado de salud físico y mental.

Tener un jardín es una ventaja, ya que proporciona un espacio seguro para que el perro corra y juegue. Sin embargo, esto no reemplaza el paseo diario.

Los perros necesitan explorar diferentes entornos, socializar con otros animales y personas, y exponerse a diversos estímulos como sonidos y olores de la calle.

Mantener al perro solo en el jardín puede limitar su desarrollo social y generar problemas de comportamiento. Los paseos, incluso cortos, son esenciales para su bienestar, ya que les permiten ejercitarse y evitar el aburrimiento.

A la hora de salir a pasear, es importante tomar ciertos recaudos para garantizar la seguridad y bienestar del perro.

Llevar siempre agua, especialmente si el paseo es largo o hace calor, para evitar la deshidratación. Además, asegurarse de esperar entre una y dos horas después de que el perro haya comido antes de sacarlo, ya que el ejercicio inmediato puede causar hinchazón o malestar estomacal.

También es recomendable usar un collar o arnés adecuado y caminar en áreas seguras, lejos de tráfico intenso o lugares peligrosos.

Los perros adultos generalmente pueden aguantar la orina por 10 a 12 horas, aunque no es recomendable que lo hagan por tanto tiempo de manera regular.

Los veterinarios aconsejan sacarlos al menos cada seis a ocho horas para evitar malestar o problemas urinarios. En el caso de los cachorros y perros mayores, el tiempo es mucho más corto; los cachorros pueden necesitar salir cada dos a cuatro horas, mientras que los perros ancianos también pueden necesitar salidas más frecuentes debido a su menor capacidad para retener la orina.

La cantidad de cuadras o distancia que un perro puede caminar varía según su raza, edad y condición física. En promedio, un paseo diario puede oscilar entre uno y cinco kilómetros (10 a 50 cuadras), repartido en varios paseos al día.

Para razas pequeñas o perros con baja energía, caminar entre 15 y 30 minutos por salida es suficiente. Perros más grandes y activos pueden beneficiarse de caminatas más largas, de hasta 90 minutos o más, pero es importante evitar el exceso, ya que caminar demasiado puede causar agotamiento o problemas en las articulaciones, especialmente en perros mayores o con condiciones preexistentes.

Los perros pueden cansarse rápidamente durante los paseos debido a varios factores. El cansancio puede deberse a la intensidad del ejercicio, la temperatura exterior, o la excitación por los nuevos estímulos.

Además, los paseos no solo son una actividad física, sino también mental: los perros procesan muchas cosas mientras caminan, desde olores hasta sonidos, lo que puede resultar agotador. Por ello, si se nota que el perro se cansa rápidamente, se debería ajustar la intensidad y duración de los paseos, y considerar una consulta al veterinario si el cansancio es excesivo o inesperado.

Pasear al perro no es sólo una rutina diaria, sino una actividad fundamental para su bienestar integral. Estos momentos fuera de casa le permiten liberar energía, mantenerse saludable y reforzar el vínculo, mientras que el tutor se asegura que su mascota esté física y mentalmente equilibrada. Al cuidar este aspecto, se está garantizando una mejor calidad de vida para el compañero de vida de cuatro patas.