Cuáles son los tres tipos de plantas que pueden ser más tóxicas para los gatos

La intoxicación por plantas que se usan en los hogares afecta hasta el 15% de los animales de compañía, como los gatos y los perros. Pero mucho se puede hacer para prevenir el problema y cuidar mejor a los animales.

“El desconocimiento sobre la toxicidad de ciertas plantas ornamentales es la principal causa de las intoxicaciones”, según informó a Infobae la veterinaria y docente de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA), María Soledad Iramain, quien publicó el libro Plantas Ornamentales Tóxicas, junto con Alejandra Herrero, Susana Volpe y Sandra Toro.

Se debería realizar un “escaneo de las plantas que están presentes en los hogares para saber si se incluyen especies de alto y moderado grado de toxicidad. Una vez escaneadas, con programas que utilizan inteligencia artificial, se puede llegar a tener los nombres científicos de las plantas. A partir de los nombres, se buscan los datos de toxicidad y se pueden tomar decisiones”, aclaró.

Por otro lado -mencionó la veterinaria- si se incorpora una nueva planta al hogar, también hay que saber antes qué especie es, si es tóxica y en qué grado lo es. Es común que los gatos se sientan atraídos por nuevas plantas y las mastiquen regularmente.

“Es conveniente no dejar solos a los animales si se tienen flores regaladas como lirios u otras que pueden ser tóxicas”, advirtió.

Los síntomas varían según la sensibilidad del animal, la especie vegetal que ingirió, el tóxico involucrado y la cantidad ingerida. Los signos pueden ir desde leves, como decaimiento y vómitos esporádicos, hasta graves. En algunos casos, la intoxicación puede causar la muerte del animal.

Pedro Zeinsteger, médico veterinario y profesor en toxicología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), comentó a Infobae: “Las intoxicaciones por las plantas son llamadas fitointoxicaciones. Generalmente, producen signos digestivos, y eso depende del tipo de plantas que ingieren los gatos. En el caso del consumo de lirios o azucenas, los gatos pueden sufrir daño renal, que puede dar lugar a cuadros graves”.

La veterinaria Iramain, quien es miembro del Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de la Argentina, comentó a Infobae que “los gatos son más selectivos que los perros a la hora de ingerir una planta ornamental”, pero pueden sufrir intoxicaciones.

A continuación, los 3 tipos de plantas que les producen intoxicaciones a los gatos más frecuentemente:

Aunque sus flores son encantadoras para verse y olerse, los lirios presentan una amenaza considerable para la seguridad de su gato, según advirtió la Administración Nacional de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos.

“Toda la planta de lirio es tóxica: el tallo, las hojas, las flores, el polen e incluso el agua en un florero. Los primeros síntomas de toxicidad del lirio en los gatos incluyen disminución del nivel de actividad, babeo, vómitos y pérdida de apetito”, informó.

Las azaleas contienen sustancias altamente peligrosas que pueden causar graves daños o incluso la muerte con solo una pequeña ingestión.

Se trata de sustancias cardiotóxicas que pueden provocar la muerte del animal con solo ingerir poca cantidad.

Son una familia de plantas que incluyen a las calas, los potus, las monsteras y a otras especies que se utilizan como plantas ornamentales.

Contienen principios activos tóxicos, como cristales de oxalato de calcio, y sustancias proinflamatorias que al ser ingeridas o al entrar en contacto con la piel del animal les generan ardor, salivación, inflamación, dolor, vómitos, y diarrea como síntomas.

Las dosis tóxicas pueden ser muy variables entre los diferentes ejemplares. Se sabe que las que tienen más toxicidad, como los lirios, hay más chances de que se produzcan cuadros graves en los gatos. A veces, las plantas silvestres pueden ser más tóxicas que las que están en un hogar, señaló la experta de la UBA.

También depende del momento del año en que los animales ingieren las plantas porque puede cambiar las concentraciones de las sustancias tóxicas.

Para darse cuenta que un gato se intoxicó, hay que tener en cuenta síntomas como vómitos y diarreas, y ver si hay plantas que están mordidas o restos de hojas. Se debe consultar de inmediato al profesional de la veterinaria, que puede hacer el examen que corresponde.

También se debería considerar que la ingestión de una planta por parte del gato puede ser secundaria a un problema primario no detectado. Se han detectado casos de gatos que ingieren un cuerpo extraño y luego consumen una planta o pasto.

En el caso del laurel de jardín (Nerium oleander), la ingestión de la planta o sus flores o la inhalación del humo de la quema de su poda pueden provocar intoxicación en el gato.

“A su vez, las flores tan vistosas del laurel pueden difundir su tóxico al agua. Por lo cual, los gatos que están acostumbrados a beber de diferentes fuentes de agua pueden intoxicarse si beben de floreros donde se colocaron flores de este arbusto”, explicó Iramain.

Si se quiere tener plantas en el hogar y se convive con un gato, hay que considerar el nivel de toxicidad del vegetal. De acuerdo con Iramain, se recomiendan estas plantas para las cuales no hay reporte de toxicidad:

• Alegrías del hogar.
• Lazos de amor.
• Algunas especies de suculentas, como la planta cebra, cola de burro, siempre viva y el cactus de Navidad, según informó el médico veterinario Pedro Zeinsteger.

Si el animal tiene el hábito de ingerir plantas, se pueden sembrar en el jardín o en macetas las gramíneas invernales, como avena o ray-grass. Esas especies no les provoca daño y cumple con la necesidad del animal.

Existe también la “hierba gatera”, cuyo nombre científico es Nepeta cataria. Es una planta que atrae más a los gatos y dejan de consumir otras especies ornamentales. Se la conoce como la “menta de los gatos”.

Si se detectó una intoxicación en el gato, no se le deben dar medicamentos, ni leche ni ungüentos locales sin recomendación de un profesional de la veterinaria, ya que pueden incluso aumentar la absorción del tóxico. “Nunca se debe inducir el vómito en el animal -dijo Iramain-. Porque se puede provocar más daños”.