Los gatos valoran la limpieza, no solo se asean a sí mismos, sino que también disfrutan de lugares limpios que cumplan con sus exigencias. Uno de los elementos esenciales a la hora de tener un felino en casa es el proporcionarle un arenero para hacer sus necesidades. Sin embargo, no es suficiente con tan solo comprar una caja y rellenarla con piedritas o arena.
La higiene del arenero debe mantenerse para evitar problemas como los fuertes olores, la propagación de bacterias o parásitos, problemas de salud en los gatos, y su potencial rechazo a continuar utilizándolo.
Debido a esto, es esencial saber cómo y cuándo limpiar estas cajas para evitar complicaciones y brindarle al felino un ambiente adecuado para que pueda desarrollarse de manera saludable y feliz.
¿Con qué frecuencia se debería cambiar las piedritas o arena del gato?
Según la ONG Sociedad Humanitaria de Estados Unidos, una entidad sin fines de lucro dedicada a la protección animal, es importante tomar en cuenta la cantidad de gatos que viven en el hogar para saber cuántas cajas se necesitan. Recomiendan que haya un arenero por gato, y otra bandeja auxiliar que puede ser compartida si hay más felinos en la casa. Por ende si se tiene un solo gato, debería tener disponible dos cajas, y si hay dos gatos lo ideal son tres bandejas.
La cantidad de veces por día que se deben recoger los desechos va a depender de variables como el número de gatos que utilizan el arenero, el tamaño de la caja, los hábitos del gato, y otros aspectos que puedan afectar la frecuencia con la que se requiera realizar un aseo. Generalmente, luego de que el gato haya hecho sus necesidades se debe recoger la zona de la arena donde se encuentra la orina o las heces casi de inmediato o, por lo menos, una vez por día. De lo contrario se podrían esparcir la suciedad, el olor y bacterias dañinas.
El cambio total de la arena o piedritas está relacionado al tipo que se utilice. Existen arenas o piedras aglomerantes, que tienen la particularidad de formar cúmulos al entrar en contacto con la orina lo cual facilita la recolección de los desechos, y otras variantes de tipo no aglomerantes que simplemente absorben el líquido y pueden ser más difíciles de limpiar.
Debido a esto, las aglomerantes pueden durar varias semanas, mientras que las otras sólo pueden usarse unos días. Se debe reemplazar instantáneamente la cantidad de arenas o piedritas que se retiraron al limpiar los desechos para evitar que la caja quede vacía.
¿Con qué frecuencia debo limpiar la caja de mi gato?
La señal principal de que es hora de limpiar la caja en profundidad es el mal olor, que también generará rechazo por parte del animal. A veces también pueden encontrarse insectos cerca o dentro del arenero. Para evitar esto, y mantener un ambiente higiénico para el gato, se debe realizar un aseo total de la caja cada una o dos semanas, según el tipo de arena o piedras que se utilicen. También influye la cantidad de gatos que hacen sus necesidades en la caja, sus hábitos, y su estado de salud, por ende puede ser que sea necesario llevar a cabo esta acción dos veces por semana en ciertos casos.
Para lavarla se debe retirar todo su contenido y luego utilizar limpiadores que no contengan químicos demasiado agresivos u olores que sean penetrantes y puedan generar una posterior reacción negativa por parte del felino.
Con respecto a los desechos, incluida la arena o piedritas, deben ser descartados en una bolsa de basura cerrada para evitar que emane mal olor o que contamine otras áreas del hogar. Además, es importante no tirarlos por el inodoro ya que puede provocar una obstrucción en los caños.
¿Qué precauciones debo tomar al limpiar la caja de mi gato?
Las heces de los gatos pueden contener un tipo de parásito denominado Toxoplasma gondii, el responsable de causar la toxoplasmosis. Esta infección, según los expertos de Mayo Clinic, puede no causar síntomas, o generar aquellos similares a un resfrío. En personas inmunodeprimidas, embarazadas o bebés, las complicaciones pueden ser graves, en fetos puede provocar problemas de desarrollo, hidrocefalia u otros cuadros graves que pueden poner en riesgo la vida. Debido a que es transmisible a los bebés durante el embarazo, se recomienda que las embarazadas no entren en contacto con los desechos de los felinos.
Para que el gato no contraiga toxoplasmosis es suficiente con brindarle una buena alimentación que no contenga carne cruda (ya que el parásito puede encontrarse en alimentos contaminados), mantenerlo en el interior del hogar y realizar controles veterinarios para asegurarse de que goce de una buena salud.
Algunos simples pasos a seguir para lograr higienizar el arenero de manera segura pueden incluir el utilizar guantes y barbijo, evitar el contacto directo con otras partes del cuerpo antes de lavarse las manos luego de realizar la limpieza, raspar cualquier desecho pegado a la caja con alguna esponja o cepillo que logre retirar todo el contenido y luego proceder a limpiarlo con agua y detergente.
Es importante no solo limpiar el interior, sino también el exterior, y secarla apropiadamente antes de volver a rellenarla con arena o piedritas para evitar que se humedezcan y terminen siendo menos efectivas a la hora de absorber la orina o heces del felino.
¿Qué es mejor: arena o piedritas para las necesidades de mi gato?
Como se mencionó previamente, los gatos tienden a tener hábitos marcados y son muy exigentes con la higiene. Debido a esto, pueden tener preferencias en cuanto a la textura y el olor de las arenas o piedritas.
Desde la ONG Sociedad Humanitaria de Estados Unidos explican los distintos tipos de contenidos que se le pueden agregar al arenero: “arena de arcilla tradicional, la arena aglomerante/con pala, la arena de gel de sílice/a base de cristal y la arena biodegradable/de origen vegetal”.
Si bien cada una tiene sus pros y sus contras, eventualmente es decisión del gato ya que depende qué tipo de arena le resulte más cómoda para hacer sus necesidades. Se puede consultar con un veterinario, o simplemente probar hasta encontrar la arena ideal.
¿Por qué mi gato hace sus necesidades en las macetas?
Puede deberse a una atracción de los gatos hacia la textura de la tierra, que es ideal para que entierren sus heces ya que comprende el único espacio de naturaleza en el interior del hogar. El problema no es solamente el olor que pueden dejar, sino también el daño que les puede causar la orina a las plantas.
Para evitar que este comportamiento continúe, primero consultar a un veterinario para descartar que el felino esté transitando algún tipo de infección o condición. Luego, se puede cubrir la tierra con algún material poco atractivo para los gatos, como pueden ser pequeñas piedras. También se pueden rodear o rociar con alguna fragancia, no dañina para las plantas ni tóxica para el gato, que genere le rechazo al felino.
¿Por qué mi gato no usa su caja de arena?
“No es que los gatos sean educados, sino que frente a una casa con pisos duros el único lugar en el que se puede enterrar la materia fecal y la orina, cumpliendo con el instinto, es en las piedritas de la bandeja sanitaria y hacia ella es impulsado el gato”, explicó el Dr. Juan Enrique Romero, médico veterinario, en una nota de Infobae. Sin embargo, puede haber excepciones relacionadas con el rechazo al arenero por falta de higiene o algunas enfermedades.
La cistitis o la infección urinaria podrían ser una de las causas por las cuales el gato esté orinando fuera de su caja, ya que afectan a la uretra y pueden provocar un incremento en la frecuencia con la cual el gato orina. Por otro lado, puede suceder que un gato esté marcando territorio ante la presencia de un objeto o espacio nuevo, otros animales o incluso personas. Esta conducta puede disminuir o cesar luego de la castración.
Otra posibilidad, que es la más frecuente, es que el arenero se encuentre en condiciones de higiene poco óptimas, lo cual puede generarle molestias y, en consecuencia, decida no utilizarlo.
Consejos para lograr que mi gato haga sus necesidades en su caja de arena o piedritas
Lo primero que se debe hacer es asegurarse de que la caja esté en un lugar tranquilo, donde no pase mucha gente ni haya ruidos molestos. Esto es esencial ya que los gatos pueden sentirse vulnerables al hacer sus necesidades, por lo que si notan que están demasiado expuestos es posible que eviten utilizarlo.
Luego es esencial mantener una buena limpieza del arenero y sus alrededores ya que, como se explicó, los gatos necesitan mantener ciertos niveles de higiene en sus entornos, y un arenero sucio puede ser un incentivo para que busquen lugares alternativos.
También influyen la forma de la caja, su tamaño y profundidad, el tipo de arena o piedritas y su cantidad en la comodidad del felino. La caja debe ser lo suficientemente grande como para que el gato pueda maniobrar libremente y posicionarse como desee, y debe poder contener la cantidad de arena necesaria, de la textura preferida del felino, para que puedan cubrir sus heces y orina.
Finalmente, si nada de esto funciona y el gato continúa haciendo sus necesidades por fuera de su arenero, se debe consultar a un veterinario para evaluar su estado de salud y recibir consejos profesionales para abordar el problema.