Llegó la época de vacaciones y no siempre es buena idea —o no siempre se desea— dejar en casa a nuestros compañeros felinos. Pero claramente, no es lo mismo salir de viaje con un perro que hacerlo con un gato por eso existen ciertas normas y técnicas para preparar a estos últimos para una salida en automóvil, especialmente si va a ser larga.
Para que el gato tenga un mejor viaje, es muy importante dejarlo que se familiarice con la jaula de transporte o gatil en el que hará el trayecto, con tiempo suficiente.
En la casa, los gatos se sienten tan seguros que difícilmente puedan pensar que una situación de alto estrés pudiera ocurrir. Por eso, en ocasiones, cuando un viaje imprevisto ocurre y hay que llevarlo, la situación puede convertirse en un problema.
Para viajar con un gato lo mejor es seguir una serie de recomendaciones para el bienestar del animal y la paz del viaje.
Preparar el viaje con antelación nos permitirá ir más tranquilos y seguros, incluyendo en nuestras normas de bitácora las necesidades de los animales de compañía.
De esta forma, se podrá calmar al gato evitándole episodios de estrés antes y durante el trayecto con las siguientes acciones:
1. El viaje automóvil es muy buena opción
Para los gatos, el solo hecho de abandonar su rutina y vivir todo lo que supone un viaje puede ser muy traumático.
Si encima los exponemos a movimientos excesivos, mucha gente desconocida o ruidos muy intensos, sus niveles de estrés pueden aumentar considerablemente.
Lo recomendable, a menos de que no exista otra alternativa de desplazamiento, es que si viaja en automóvil, lo haga dentro de su jaula de transporte, en el asiento de atrás, sujeto el gatil con el cinturón de seguridad, para tener mayor control sobre su bienestar.
Siempre se debe tratar de que cualquier desplazamiento sea lo más directo posible.
2. El uso de feromonas de apaciguamiento o armonizantes naturales.
Cualquiera de estos métodos puede calmar la ansiedad durante el viaje. Las feromonas de apaciguamiento sintéticas comerciales son sustancias que generan olores familiares y tranquilizantes para los gatos, ya que se asemejan químicamente a las feromonas de las mamas de su madre felina y a las que intentan aplicar nuestros gatos rozándonos con sus cachetes.
Lo ideal es utilizarlas, en el caso de viajes, en aerosol, vaporizándolas dentro de la jaula de transporte y dentro del auto, media hora antes de iniciar el trayecto.
Si el gato es muy asustadizo, lo mejor será recurrir con suficiente tiempo de antelación al médico veterinario para que le prescriba un ansiolítico o un armonizante natural.
En cualquier caso, para evitar mareos y vómitos, lo conveniente es el ayuno previo de por lo menos de ocho horas.
Algunas veces se necesita el suministro de antieméticos (medicamentos que evitan el vómito) o antiquinetósicos (medicamentos que evitan el mareo) que hagan su efecto durante el viaje.
3- En el destino
Llegados al destino, evitar los cambios bruscos en su alimentación, el tipo de agua y sus horarios habituales. Asimismo, entre otros consejos, es importante preparar un kit de viaje, el cual debe figurar la libreta sanitaria, el historial clínico abreviado y todo lo que pueda necesitar en el destino: alimento habitual, agua de origen, bebedero, comedero y bandeja sanitaria, manta y juguetes, sin olvidar la forma de comunicarse con su veterinario de confianza frente a alguna eventualidad.
4-Documentación
Además, debemos chequear la documentación sanitaria requerida según sea el viaje, como el certificado de salud del animal o el certificado de vacunación contra la rabia.
5-Siempre el animal debe estar acompañado en el automóvil
Por otra parte, y a modo de aclaración muy importante, nunca se debe dejar a un animal solo en el interior del vehículo, ni siquiera con las ventanillas bajas. Esto debe tenerse muy en cuenta, independientemente de que las temperaturas sean altas o no, ya que las situaciones de temperaturas extremas, por concentración de calor, pueden resultar fatales tanto para un gato como para un perro.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.