Las asombrosas habilidades de los perros: desde el olfato hasta la comunicación

Los canes poseen cualidades que los hacen únicos. Aquí los detalles de algunas de sus características más sobresalientes y que no siempre son tan conocidas

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Los canes tienen muchas habilidades reconocidas (Colprensa)
Los canes tienen muchas habilidades reconocidas (Colprensa)

Los perros, nuestros fieles amigos, tienen una serie de cualidades que los hacen todavía más asombrosos.

Es que nuestros mejores amigos no dejan de sorprendernos ya sea por su inteligencia, como así también por su fidelidad y sus habilidades únicas.

Existen algunas de esas cualidades de los perros que a la luz de la consabida ignorancia humana pueden aparecer como inauditas sin serlo. Entre estas “insólitas” habilidades o cualidades caninas que pueden tener nuestros “mejores amigos” se cuentan:

La comunicación: otro aspecto asombroso de los perros es su capacidad para comunicarse con nosotros y entre ellos (Imagen Ilustrativa Infobae)
La comunicación: otro aspecto asombroso de los perros es su capacidad para comunicarse con nosotros y entre ellos (Imagen Ilustrativa Infobae)

-El olfato: sin lugar a dudas, es esta una de las cualidades más fascinantes que poseen los perros. Su olfato es extraordinario. Los perros son animales especialmente olfativos, capaces de construir verdaderas imágenes con ese olfato privilegiado.

Pueden almacenar en su memoria, los olores más diversos, separarlos, asociarlos, unirlos a su antojo y traerlos de su memoria olfativa a la conciencia a su voluntad, relacionándolos a veces a una demanda puntual, como ocurre con los maravillosos perros de búsqueda y rescate.

Se calcula que el sentido del olfato de un perro es hasta 1.000.000 de veces más agudo que el de los seres humanos, lo que les permite detectar olores de una manera tal que resulta particularmente asombrosa e inalcanzable para nosotros.

Algunos perros pueden ser entrenados para rastrear a personas desaparecidas o detectar enfermedades como el cáncer de vejiga o pulmón a través del olor que emana de una muestra de tejido, de orina o de una gasa impregnada con el aliento de una persona.

La nariz de un perro entrenado resulta ser una herramienta sumamente poderosa que se utiliza en diversas áreas, desde la seguridad, pasando por la medicina hasta llegar a la propia comunicación entre pares y su relación con el entorno.

Los perros pueden comunicarse de diferentes formas además de su clásico ladrido (Pixabay)
Los perros pueden comunicarse de diferentes formas además de su clásico ladrido (Pixabay)

-La comunicación: otro aspecto asombroso de los perros es su capacidad para comunicarse con nosotros y entre ellos.

No solo son capaces de descifrar el lenguaje corporal y las señales verbales, sino que también pueden llegar a interpretar nuestras emociones.

Numerosos estudios demostraron que los perros son capaces de detectar las emociones humanas, tales como la tristeza o la felicidad, y a su vez pueden responder en consecuencia.

Además, se comunican entre ellos a través de ladridos, gruñidos y gestos corporales, determinando un verdadero lenguaje mixto muy rico capaz de comunicar y establecer su propia jerarquía social y también transmitir información.

El perro del presidente estadounidense Joe Biden, Commander, pasea por los terrenos de la Casa Blanca en abril pasado (AP Foto/Carolyn Kaster, Archivo)
El perro del presidente estadounidense Joe Biden, Commander, pasea por los terrenos de la Casa Blanca en abril pasado (AP Foto/Carolyn Kaster, Archivo)

-El aprendizaje: los perros también tienen una memoria muy importante con una notable capacidad para recordar y aprender.

Pueden ser entrenados para realizar una amplia gama de tareas, desde trucos simples hasta labores complejas, como abrir puertas o auxiliar a personas con discapacidad.

También pueden recordar personas y lugares incluso después de un tiempo muy largo, lo que enriquece enormemente su capacidad de aprendizaje.

En resumen, los perros son criaturas verdaderamente excepcionales, que con su asombroso olfato, sus habilidades de comunicación, la diversidad genética y la maravillosa capacidad de aprendizaje resultan ser unos compañeros invaluables para los seres humanos, que a veces recurrimos a ellos para las más diversas aplicaciones.

De allí la calificación, bien merecida por cierto, como los mejores amigos del ser humano.

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