Hoy se celebra uno de los 3 días que tiene el gato, un animal con quien sin dudas, jugar merece una apartado para detenerse. Cuando querés jugar con él, los motivos pueden ser múltiples. Primero, la salud mental del animal. Él necesita jugar y necesita jugar contigo, no solo. Pero además, puede ocurrir que tu gato sea obeso, sea gordo, esté en sobrepeso.
¿Cómo puedo jugar con mi gato? La primera de las cosas que puedo hacer es destinar una biblioteca o de una repisa una porción de unos 40 centímetros, dejarla libre, robarme a mí mismo una dieta del animal y poner tres o cuatro granitos de esa dieta en ese lugar para que suba y baje, para que suba y baje. Es una manera de jugar.
También es una manera de jugar, tomar los rollitos de papel higiénico y esconder comida adentro para que sienta que la comida perciba por el olfato que la comida está dentro y empiece a jugar.
Podés jugar con cajas de cartón, agarrás una caja de cartón y le hacés un agujerito para que se meta, y te puedo asegurar que no falla.
Pero lo más sencillo para jugar con él y que me perdonen los que fabrican juguetes para gatos es no solo darle el ratoncito que se camina o cosas por el estilo, o aquel que tiene hierba gatera adentro para jugar, que está bien, está bárbaro, pero si no tenés esa posibilidad, agarras un palito, en la punta del palito, le ponés un hilito y en la punta del hilito le ponés una pelota hinchable
¿Cómo hacés la pelota? Con un pedacito de trapo metiendo adentro espuma de goma, o metiendo adentro algodón. Lo atas y empezás a jugar como si fuera una serpiente.
Esto completa la catarata de la depredación. Primero lo miro, después lo acecho, lo persigo y lo gano. Lo atrapo. Jamás en tu vida juegues con un gato o con un perro, con una luz láser, porque eso es una crueldad. El animal se entusiasma queriéndola atrapar y nunca va a poder hacerlo.
Tres días para el felino
Indiscutiblemente, el gato doméstico destaca en toda sociedad, y en la nuestra aún más. De hecho, se le han dedicado tres fechas, en lugar de solo una, en honor al Día Internacional del Gato.
La primera fecha corresponde al 20 de febrero, día del fallecimiento de Socks, un felino que fue parte de la familia Clinton, del expresidente estadounidense. Lejos de convertir un suceso personal en un evento global, los admiradores de Clinton lo sugirieron en redes sociales, consolidándolo al menos entre su comunidad.
El 8 de agosto es la segunda fecha conmemorativa, establecida por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) en 2002. La razón de elegir este día radica en que, en el hemisferio norte, es el período en el que los gatos tienen mayor tendencia a entrar en celo, llevando a una reproducción no planificada.
Finalmente, el 29 de octubre destaca como una fecha con profundo significado, establecida por una defensora de los animales para reflexionar sobre el abandono que sufren. Es una invitación a tomar conciencia y promover la adopción de gatos callejeros.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional