Los animales también pueden proteger los cultivos y revitalizar los ecosistemas

En el corazón del Parque Nacional de Doñana, el mayor humedal de Europa, 12 gansos y 8 burros se convirtieron en los guardianes naturales de un viñedo, al eliminar hierbas dañinas. Los beneficios de esta iniciativa

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Los burros, grandes aliados de los viñedos, consumen hierba crecida y mantienen limpio el cultivo (Pexels)
Los burros, grandes aliados de los viñedos, consumen hierba crecida y mantienen limpio el cultivo (Pexels)

Evitar el uso de pesticidas no solo tiene beneficios para la agricultura, sino también para la salud del ecosistema. ¿Cómo proteger los cultivos de manera natural? Los vitivinicultores de España se hicieron esta pregunta y la respuesta la encontraron en rebuznos y graznidos.

En la experiencia inicial, participaron 12 gansos y 8 burros que fueron empleados como alternativa a los herbicidas para proteger de manera natural un viñedo de cinco hectáreas en el entorno del Parque Nacional de Doñana, el mayor humedal de Europa, ubicado al sur de España.

Este proyecto permitió que estos animales, actuando de forma conjunta y equilibrada, a través de su manera de comer, eliminaran toda la hierba dañina que crece entre las vides, dando como resultado una cosecha de uva excelente en calidad y presentación, sin necesidad de usar tractores ni productos químicos. Las aves se encargan de los pequeños brotes y de dejar a los viñedos, en este caso, libres de vegetación dañina periférica.

Estos animales garantizaron una cosecha de uva de alta calidad en los viñedos españoles (Pexels)
Estos animales garantizaron una cosecha de uva de alta calidad en los viñedos españoles (Pexels)

A los burros les corresponde comer la hierba más crecida de la zona de cultivo, actuando en consonancia con las aves que se encargan de los pequeños brotes, dejando el viñedo limpio de vegetación perjudicial. Gracias a este proyecto, se han contabilizado nuevamente una gran cantidad de nidos de aves insectívoras, que pusieron huevos y tuvieron sus crías en el viñedo.

Además, en el viñedo, se ha instalado una colonia de abejorros, atraídos por la abundancia de insectos en esta zona libre de contaminantes. Mientras tanto, en las fincas limítrofes, donde se apuesta por la agricultura intensiva, no han contabilizado ni un solo nido de pájaros.

Esta experiencia intenta convencer a los agricultores de que abandonen el uso de pesticidas en sus viñedos y se sumen a esta técnica para salvar un cultivo que, desde que llegaron los pesticidas, aumentó la contaminación de los campos, disminuyó los efectores naturales y generó una seria distorsión en los precios del producto.

La colaboración entre aves y burros dio como resultado viñedos limpios de vegetación perjudicial (Getty)
La colaboración entre aves y burros dio como resultado viñedos limpios de vegetación perjudicial (Getty)

Si desaparece el viñedo tradicional, se perderán también todos los beneficios que representa este cultivo para la sostenibilidad, el medio ambiente y la denominada “economía azul”, afirman los protagonistas de la experiencia.

La llamada “economía azul” promueve el crecimiento económico desde el fundamento de que el propio motor del desarrollo se basa en la preservación de los ecosistemas y la sostenibilidad medioambiental.

A través de ella, se pretende fomentar un nuevo sistema económico alejado del concepto de usar y tirar, dañando continuamente los recursos que nos ofrece la naturaleza. Se trata de fomentar la recuperación de los ecosistemas y crear conciencia sobre la importancia de los recursos naturales y su preservación.

*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.

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