El rol de los animales domésticos se volvió preponderante en los hogares en los últimos años. Tanto, que muchas personas dicen de éstos que son sus hijos.
Y si bien son ampliamente conocidos los beneficios para la salud física y mental de convivir con animales, lo cierto es que las mascotas pueden ser huésped de enfermedades infecciosas que pueden transmitir al ser humano.
Se las conoce como enfermedades zoonóticas o zoonosis, y aunque el riesgo de contraerlas es bajo para la mayoría de las personas, existen algunos grupos de riesgo, como las mujeres embarazadas y las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados, quienes tienen mayores probabilidades de enfermarse a causa de los animales.
Por qué recomiendan no besar a las mascotas
Como se dijo, existen enfermedades infecciosas que pasan de los animales a los humanos, y se estima que hay más de 70 patógenos de animales de compañía que son transmisibles a las personas.
A menudo podrá su tutor notar que el perro o gato se siente enfermo, pero también puede suceder que el animal no tenga síntomas aparentes, lo que hará, por un lado, que no se consulte con el veterinario, y al mismo tiempo, al no sospechar que la mascota puede contagiar los patógenos que alberga, los miembros de la casa no modificarán sus hábitos y contacto con el animal.
Según precisaron especialistas consultados por el diario británico The Guardian, “las zoonosis pueden transmitirse directamente de las mascotas a los humanos, por ejemplo a través del contacto con saliva, fluidos corporales y heces, o indirectamente a través del contacto con cosas como ropa de cama, tierra, alimentos o agua contaminados”.
Los estudios sugieren que la prevalencia de zoonosis asociadas a mascotas es baja. Sin embargo, es probable que se subestime el número real de infecciones, ya que muchas zoonosis no son “de notificación obligatoria” o pueden tener múltiples vías de exposición o síntomas genéricos.
El contacto estrecho con animales (y algunos comportamientos en particular) aumentan el riesgo de transmisión zoonótica. Y según un estudio realizado en los Países Bajos, la mitad de los dueños permitían que sus mascotas les lamieran la cara y el 18% permitía que los perros compartieran su cama. El mismo estudio encontró que el 45% de los dueños de gatos permitían que su gato saltara al fregadero de la cocina.
Qué enfermedades pueden transmitir las mascotas
Los perros y gatos son reservorios importantes de infecciones zoonóticas causadas por virus, bacterias, hongos y parásitos.
Los perros también suelen portar la bacteria Capnocytophaga en la boca y en la saliva, que puede transmitirse a las personas a través de contacto cercano o mordeduras. La gran mayoría de las personas no se enferman, pero estas bacterias ocasionalmente pueden causar infecciones en personas con sistemas inmunológicos debilitados, lo que provoca enfermedades graves y, en ocasiones, la muerte.
Por su parte, las zoonosis asociadas a los gatos incluyen una serie de enfermedades que se transmiten por vía fecal-oral, como la giardiasis, la campilobacteriosis, la salmonelosis y la toxoplasmosis. De esto se deduce que es especialmente importante lavarse las manos o usar guantes siempre que se manipule la caja donde el gato hace sus necesidades.
En ocasiones, los gatos también pueden transmitir infecciones a través de mordeduras y rasguños, incluida la acertadamente llamada enfermedad por arañazo de gato, que es causada por la bacteria Bartonella henselae.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Lisboa en Portugal y el Royal Veterinary College en Londres encontró que las mascotas y los humanos en los mismos hogares a menudo tenían una cepa de E. coli resistente a los antibióticos en sus sistemas, según un resumen del estudio realizado por la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas.
Y aunque el trabajo de investigación no concluyó exactamente cómo se transmitía la bacteria o en qué dirección, los investigadores dicen que sí sugiere que se debe priorizar la higiene en lo que respecta al contacto con las mascotas, lo que incluye evitar besarlos y lavarse las manos después de atar las bolsas de excrementos, e incluso después de acariciarlos.
Las bacterias resistentes a los medicamentos no pueden tratarse con antibióticos, lo que hace que algo que generalmente es tratable, como una infección por estafilococos, sea potencialmente mortal.
Pero no sólo los perros y los gatos pueden transmitir enfermedades a los humanos: los especialistas advierten que las aves de compañía pueden ocasionalmente transmitir psitacosis, una infección bacteriana que causa neumonía. Asimismo, el contacto con tortugas domésticas se relaciona con infecciones por Salmonella en humanos, particularmente en niños pequeños.