Que un perro siga a su tutor nunca debe ser considerado como un problema, salvo que se transforme en algo obsesivo e imposible de detener, con manifestaciones de gemidos, ladridos, hiperquinesia, etc. constituyendo en una patología que llamamos ansiedad por separación.
Algunos perros tienen una mayor tendencia a seguir a sus dueños que otros y esto realmente depende de cada perro.
Por eso es bueno mostrarles que está bien que en algún momento estén solos durante un tiempo razonable.
Un perro no debería sentir la necesidad de seguirte permanentemente y en forma indefinida dondequiera que sea en la casa.
Si lo hace incluso cuando vas al baño, habría que considerar la opción de seguir una terapia que le haga reforzar su independencia.
Si el perro ladra continuamente si no está cerca de su tutor, es destructivo o muestra otros signos de estrés, es posible que tenga algún grado de ansiedad por separación.
No obstante si el estar junto a nosotros ocurre de modo equilibrado y aceptable, es sin duda, una conducta afectuosa de seguir al líder, aceptando su supremacía y aún más: disfrutándola.
Otra de las manifestaciones conductuales muy claras de los perros ocurre cuando se echan prefiriendo ocupar el preciso lugar que ha ocupado su tutor recientemente. Este comportamiento tiene un significado especial que revela la estrecha conexión que los perros establecen con sus tutores y el firme deseo de estar cerca de ellos.
Para los perros, los seres humanos formamos parte integral de su manada multiespecie y ojalá para los seres humanos ellos estén integrados a una familia de la misma categoría.
Esta profunda conexión es la base de la relación de amistad inquebrantable entre los seres humanos y los perros que trasciende las necesidades materiales.
Los perros realmente aman a sus tutores y forjan un vínculo emocional que supera cualquier obstáculo. La razón es multifacética y puede variar de un perro a otro.
Puede ser que intenten estar cerca para compartir físicamente el tiempo o que pretendan transmitir cómo se sienten. En algunos casos, esta conducta puede estar relacionada con la jerarquía dentro de la manada, ya que de esa forma podría estar expresando su posición jerárquica, en un intento de demostrar su lealtad y protección.
El olor familiar de los tutores proporciona al perro una sensación de calma y seguridad, lo que transforma a ese lugar en un sitio ideal para relajarse.
En definitiva, que tu perro te siga o “usurpe” tu lugar preferido o donde estuviste sentado se inscribe en el mismo razonamiento, en cualquiera de los casos la motivación es el amor, la lealtad y el respeto pero por sobre todas las cosas lo hacen por propia elección en aras de su felicidad y bienestar.
Cualquiera de estos pequeños gestos enriquece la relación con un perro y fortalecen el vínculo especial que los une con el ser humano.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional