Los gatos tienen la capacidad de brindar apoyo psicológico a las personas que padecen trastornos emocionales, especialmente cuando sufren de soledad y ansiedad. Tal vez se deba a su presencia no invasiva y silenciosa, o quizás a su halo de misterio que ofrece compañía sin preguntas ni reclamos. Lo cierto es que su presencia y vínculo facilitan la superación de problemas emocionales serios en los seres humanos con los que conviven.
Los gatos son animales independientes que disfrutan brindando apoyo a los seres humanos de su entorno y con los que tienen una estrecha relación. Son muy apreciados por su elegancia, misterio y capacidad para agradar, más allá de la mala prensa que han tenido durante mucho tiempo.
Su papel en la relación con los seres humanos va más allá de ser una simple compañía; tienen la habilidad de conectarse emocionalmente y ofrecer apoyo en los momentos más difíciles.
A pesar de su independencia, poseen una intuición innata para identificar el estado emocional de sus dueños, ofreciendo consuelo con un acercamiento preciso justo cuando más se necesita. Existen innumerables ejemplos de gatos que han ayudado a alguien a superar un mal momento emocional o un problema psicológico de diversa gravedad.
Con su personalidad tranquila y despreocupada, los gatos ofrecen paz. Acariciarlos libera endorfinas, las hormonas de la tranquilidad y la felicidad, e incluso su ronroneo persistente tiene efectos positivos en el sistema nervioso.
¿Por qué los gatos son beneficiosos para la salud mental? A diferencia de los perros, que son más grandes y dependientes, los gatos son más manejables y cercanos, lo que los convierte en compañeros ideales en espacios reducidos. Su amor incondicional ejerce una influencia positiva en el ánimo de las personas, y como resultado, en su salud física y psicológica.
Acariciar a un gato ayuda a reducir la presión arterial y los niveles de ansiedad. Además, el sonido de su maullido, agradable y calmante, protege el corazón al reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Al ser pequeños, son ideales para viajar, y si no es posible llevarlos, no tienen problemas en quedarse solos durante largos períodos de tiempo, a diferencia de los perros, que sufren la ausencia y requieren atención constante.
¿Cómo ayuda un gato a una persona con ansiedad? Su sola presencia y el acto de sentarse en el regazo comienzan a reducir los niveles de estrés. El ronroneo también es un factor importante para combatir la ansiedad, actuando como un relajante natural.
¿Cómo ayudan los gatos en casos de depresión? Actúan como una excelente compañía, y el simple hecho de alimentarlos, cuidarlos y estar atentos a sus necesidades puede mejorar el estado de ánimo. Su mera presencia puede ayudar a disipar los sentimientos de soledad y tristeza.
No debemos olvidar que la propia evolución de la especie humana, a través del vínculo con los gatos, puede beneficiarnos emocionalmente simplemente disfrutando de su compañía.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.