Las orcas han mostrado comportamientos de juego, el uso de herramientas, la capacidad de enseñanza de técnicas de caza y claras demostraciones de conducta de cooperación entre ellas.
Un episodio reciente en el que un grupo de orcas dañó un velero en Gibraltar, fue el que demostró una vez más la capacidad de comunicación y aprendizaje por parte de estos cetáceos. Días atrás, el 5 de mayo, otro velero también había sido atacado por orcas en la misma área.
Algunos informes sugieren que estos incidentes podrían ser juegos o intentos de las orcas para interactuar con las embarcaciones pero otra posibilidad es que uno o varios adultos hayan tenido una experiencia traumática con un barco parecido, provocando una reacción agresiva ante la amenaza que los individuos más jóvenes habrían aprendido por imitación.
Estas y otras hipótesis demostrarían que las orcas son tan sorprendentemente inteligentes que muestran comportamientos de juego, el uso de herramientas, la enseñanza de técnicas de caza a los más jóvenes y claras demostraciones de cooperación entre pares en la caza.
Las orcas tienen sistemas de comunicación altamente desarrollados, basados en los chasquidos y silbidos que utilizan los diferentes grupos para comunicarse. Increíblemente se ha descubierto que existen diferencias regionales entre los grupos, a modo de dialectos distintos en las diferentes comunidades. Estas diferencias y similitudes en la comunicación podrían atribuirse a cuestiones genéticas, pero se cree que son parte del aprendizaje familiar ambiental que ha ocurrido en la infancia de los miembros de la comunidad.
Las orcas presentan la capacidad de enseñar a sus crías habilidades de caza y otras técnicas de supervivencia. Por lo tanto pueden transmitir información y conocimiento de una generación a otra, a modo claro de lo que se conoce en la especie humana como cultura.
Un ejemplo claro lo tenemos en nuestro país donde las orcas de la Patagonia, en determinadas zonas, usan una técnica única de varamiento intencional para cazar crías de lobos marinos que enseñan a sus jóvenes hijos. Aunque no resulta tan común observarlo como en algunos otras especies, las orcas han sido observadas utilizando peces como señuelo para atraer aves y luego atraparlas, entendiendo este comportamiento como el uso de herramientas. Se sabe que usan tácticas de caza complejas y coordinadas que requieren comunicación y trabajo en equipo. Un ejemplo de ello es cuando actúan generando olas para dar vuelta bloques de hielo atrapando a las focas que estaban sobre ellos.
Algunos estudios sugieren que las orcas pueden reconocer su propia imagen, lo que indica autoconciencia, una señal de inteligencia avanzada. La autoconciencia es una capacidad que se encuentra en un pequeño número de especies animales, como los cuervos o mamíferos como los delfines y primates.
Las orcas son capaces de resolver problemas como por ejemplo idear una estrategia para obtener una presa golpeándola con la cola o trabajando en grupo para rodearla. Tienen una excelente memoria a largo plazo por lo que recuerdan rutas migratorias o la ubicación de fuentes de alimento luego de muchos años.
Tomando conciencia de las sorprendentes capacidades que pueden desplegar estas maravillosas criaturas, sus recientes interacciones con nosotros podrían significar muchas cosas, algunas de las cuales probablemente no hemos sabido interpretar ni apreciar en su justa dimensión.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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