Aunque existen casos remotos de gatos machos de tres colores, lo cierto y lo infinitésimamente más probable es que cuando un felino es tricolor, se trata de una gata. La razón de esta afirmación está en los cromosomas.
El pelaje de los felinos domésticos, tanto machos como hembras, se forma a partir de tres colores básicos: blanco, negro y anaranjado. Si bien existe de todo en cuanto a colores, hay una regla fija que dice que “si el gato es tricolor, es una hembra”.
En los seres vivos, los genes (las unidades de ADN que dominan ciertas características) se encuentran organizados en estructuras llamadas cromosomas. Estas estructuras contienen toda nuestra información, tanto la que se expresa, llamada fenotipo, como la que no llega a hacerlo, llamada genotipo.
Los gatos tienen 2.19 cromosomas o sea 19 pares de cromosomas homólogos; una mitad que aporta el gato padre y otra mitad que aporta la gata madre. En total, 38: 19 pares o lo que es lo mismo 2.19.
Uno de estos pares determina el sexo del individuo. Estos son los cromosomas X e Y, y es allí también es donde están alojadas también las “instrucciones” sobre cómo debe ser la pigmentación del pelaje, o sea los llamados “genes del color”.
Ahora bien, de los tres colores básicos, tanto las “instrucciones” para el pelaje negro como para el naranja, vienen sólo en los cromosomas X. Los machos tienen un cromosoma X y un cromosoma Y (por lo tanto, XY es macho). En cambio las hembras tienen dos cromosomas X (XX es hembra), o sea que sólo las gatas poseen las instrucciones para ambos colores: negro y naranja.
El color blanco (W) viene codificado en otro gen que nada tiene que ver con la sexualidad y que poseen tanto los machos como las hembras. Los cromosomas X, son, a su vez, los que determinan el color del pelaje.
De esta forma, un gato macho, que sólo tiene un cromosoma X, podrá ser negro o naranja o alguna combinación de estos colores con el blanco, pero nunca podrá tener los tres colores a la vez. En cambio las hembras, con sus dos cromosomas X, podrán tener las instrucciones para el negro, también para el naranja y presentar el blanco por default.
Como las gatas (XX) pueden tener todas las posibles instrucciones colorimétricas, en algunas partes de su pelaje se podrá imponer la instrucción de aparición de la pigmentación negra, en otras la instrucción de pigmentación naranja y en otras la del blanco, dando lugar a las llamadas gatas calicó o carey, según su intensidad y tipo de mezcla de color.
Esto jamás podría suceder en un macho, pues al solo tener un cromosoma X presentan la instrucción para un sólo color. Pero como en toda regla, hay excepciones, por lo que uno de cada tres mil gatos tricolor es macho. Estos gatos tienen dos cromosomas X y uno Y (XXY) y en general padecen de una enfermedad llamada Sindrome de Klinefelter.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
Seguir leyendo: