Investigadores españoles han logrado relacionar los trastornos de hiperactividad, falta de atención e incluso de agresividad o impulsividad que tienen algunos perros con la presencia de niveles bajos de serotonina y dopamina en sangre de esos animales.
La serotonina y la dopamina son algunos de los neurotransmisores responsables del comportamiento y de ciertas y determinadas emociones.
Esas son las primeras conclusiones de un estudio español de vanguardia que acaba de ser publicado en prestigiosas revistas científicas.
El artículo científico corrobora que este tipo de problemas de comportamiento observados en perros está estrechamente relacionado con trastornos neurológicos del desarrollo observados en seres humanos, como es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que afecta principalmente a niños y adolescentes y que puede implicar una pérdida de capacidades laborales llegando inclusive a cierta estigmatización social.
Esta investigación ha permitido llenar, en parte, el vacío de estudios sobre las causas de este tipo de comportamiento inadecuado en animales, que presentan una signología semejante a la de las personas afectadas por TDAH.
Los análisis de sangre realizados a perros con signos similares a los que presentan los pacientes humanos con TDAH, revelaron que esos perros con trastornos de conducta y falta de atención presentan un nivel bajo de concentración en sangre de estos dos neurotransmisores, de manera semejante a los hallazgos en los casos de seres humanos.
Los análisis de sangre realizados, cuyos resultados se completaron además con concienzudas observaciones físicas y conductuales de los perros, permiten establecer una relación directa entre los animales que presentan esos bajos niveles de serotonina y de concentración de dopamina en su sangre y los comportamientos hiperactivos, de agresividad y de impulsividad.
Los resultados alcanzados por la investigación son de máximo interés para los tutores de animales de compañía, especialmente para los de aquellos perros que presentan algún tipo de sintomatología relacionada con estos síndromes de déficit de atención o conductas agresivas o impulsivas, a los efectos de poder solucionarlos o atenuarlos con medicación supletoria o tratamiento conductual.
En este contexto queda claro que los problemas en algunos perros que presentan este tipo de padecimiento neurológico pueden llegar a paliarse mediante la indicación de pautas correctivas de comportamiento, mientras que, en otros casos, el tratamiento de este tipo de conductas requiere de ayuda farmacológica apropiada.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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