La heterocromía iridis es el término utilizado para describir una variante anatómica que origina el tener un ojo de un color y el otro de un tono distinto, particularidad bastante posible de hallar en los gatos. Un alto porcentaje presenta un ojo azul y otro verde, o ámbar o marrón.
Esta condición no es única de los gatos, y también ocurre en otros animales como los perros, caballos, vacas o conejos, e incluso, aunque raramente, también se presenta en los seres humanos, como en el famoso cantante David Bowie.
Se trata de una condición causada por la combinación de genes que afectan la pigmentación. Generalmente, en el caso de gatos blancos y negros, y ocurre cuando los genes dominantes son los del color blanco o cuando los genes responsables de las propias manchas blancas son los dominantes.
Cuando cualquiera de estas dos condiciones ocurre, los gránulos de melanina no alcanzan a llegar a cada ojo en la misma etapa de desarrollo del gato.
Después de unas semanas de vida la melanina se va moviendo hacia el iris dando la pigmentación a los ojos y generando el cambio de color a verde, ámbar o marrón, cualquiera sea el que será el color definitivo de ambos ojos.
En los gatos con heterocromía completa, solo un ojo recibe melanina causando que el gato tenga un ojo de color azul, sin melanina o despigmentado, y el otro ojo de cualquiera de los colores que marque su genoma.
En algunas ocasiones algo de melanina se mueve al iris y ocurre que el gato muestra un ojo parcialmente azul y el otro de otro color. Esta condición se denomina heterocromía parcial.
Esta condición suele ocurrir en gatos totalmente blancos o con manchas blancas muy expandidas y muy raramente en gatos negros o con ausencia de pelaje blanco.
Vulgarmente, a quienes padecen de heterocromía se los llama zarcos totales o parciales. A diferencia de los perros o las personas, los ojos de los gatos siempre son de colores claros y casi siempre uno de los ojos es de color azul.
Si bien la heterocromía en sí misma no es una enfermedad, ya que se trata tan solo de una condición genética que no requiere ningún tipo de tratamiento médico, en ocasiones, se asocia con sordera congénita irresoluble.
Estudios muy recientes indican que existe un mayor porcentaje de falta de audición en gatos completamente blancos con ambos ojos azules que en aquellos que tengan heterocromía.
Las células del oído interno, responsables sensitivos de la audición, son células pigmentarias. Al ser los gatos blancos y de ojos azules, no se desarrolla en ellas la pigmentación por lo que el animal padece de sordera.
La heterocromía no se desarrolla durante la vida del gato, este nace con esta condición. Sin embargo, existen algunas afecciones oculares causadas por la inflamación del iris, lesiones físicas o algunos medicamentos que pueden ocasionar cambios en la pigmentación del ojo.
Este cambio de color del iris requiere siempre una consulta veterinaria para indicar el tratamiento adecuado ya que siempre es patológico.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
Seguir leyendo: