Tal y como ocurre con los seres humanos, a los gatos y a los perros les caen mejor ciertas personas y animales.
A menudo, se afirma que los animales de compañía prefieren a una persona sin saber si esto es cierto o se trata simplemente de un mito. Los orígenes de esta afirmación y por qué nuestros animales de compañía se apegan a una persona, permiten un acercamiento más consciente y efectivo hacia ellos.
Cuando los gatos y los perros son cachorros, pasan por una etapa muy importante, que se define como etapa de la sociabilidad o etapa sensible en la que quieren conocer todo lo que les rodea y los tutores deben colaborar en que así sea, de una forma amplia y no traumática. Por ello, si se pueden mostrar amistosos con cualquier persona, y con otros animales, o sea si socializan bien durante esta etapa, pierden el miedo a los extraños y forman una personalidad estable y sociable.
Aquellos animales que han sociabilizado mucho cuando cachorros, no suelen tener ningún problema para repartir su cariño entre todo el mundo. Pero muchos animales no han socializado cuando eran bebés o han conocido a muy pocas personas o animales. Esa es la razón por la que forman un vínculo muy especial con ellas, sobre todo con aquella que le dedicó más tiempo durante su infancia.
También puede ocurrir que el cachorro haya sido separado muy pronto de su madre y sus hermanos, es en este caso en el que es común que tomen como referencia a la persona que les aporta más seguridad, llegando a verla como su madre.
Es por ello por lo que, normalmente, los animales de compañía prefieren a una persona, ya que reconocen la voz, el olor y las caricias y relacionándolas con experiencias que han vivido tempranamente con esas personas.
Sin duda, cada animal es diferente y su forma de relacionarse dependerá de las experiencias que haya vivido. No todos los animales prefieren a una persona y, en aquellos en que sí lo hacen, no siempre es fácil diferenciar quién es esa persona.
Algunos, suelen darnos ciertas pistas.
Los animales nos “dicen que nos quieren” de muchas maneras: los gatos ronronean, los perros nos lamen o nos huelen la boca.
También jugando ellos pueden expresar su cariño y su preferencia diciéndonos de alguna manera que nos quieren.
Aun cuando nos muerdan, nos arañen, nos den manotazos o se suban bruscamente sobre nosotros, nos eligen para jugar y eso indica que confían en nosotros y es una forma más de manifestar su cariño.
La única manera de saber si somos el individuo favorito de nuestros animales de compañía es observar el comportamiento que tienen con nosotros y con otras personas. Comparando comportamientos las señales suelen ser inconfundibles.
Así por ejemplo, los gatos prefieren a una persona para dormir junto a ella, tanto por la noche como durante sus siestas diurnas. Esto es una señal inconfundible de que tienen con esa persona una relación muy especial.
No ser el favorito de nuestros animales no debe ser motivo de preocupación. Para nada significa que no nos quieran, sino que su cariño está repartido entre varias personas.
Por otra parte, los animales establecen diferentes tipos de relaciones con cada miembro de su familia, es decir, puede que no seamos su favorito para dormir, pero quizá lo seamos para jugar o para recibir caricias.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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