Las selfies formaron parte de una revolución dentro de las redes sociales para compartir las actividades que realizas en el día a día, conforme el paso del tiempo la necesidad de tener la foto más “cool” para presumir a tus contactos llevó a realizar diferentes actividades, entre ellas tomarse fotos con animales.
Esta actividad incentiva de manera indirecta el comercio ilegal y la caza, lo que contribuye a que algunas especies se encuentren en peligro de extinción. World Animal Protection, organización internacional a favor de los animales, advirtió en su página oficial que la mayor parte de la vida silvestre que son utilizados para estos fines, son sacados a la fuerza de sus ecosistemas.
La organización internacional explicó que la mayoría de las especies son robadas directamente de su madre y durante este proceso la hembra es asesinada mientras intenta defender a su hijo.
“Esto dejará al cachorro confundido, desorientado y angustiado”, detalló World Animal Protection sobre los problemas que atraviesan las crías una vez que son alejadas de sus madre y las ponen “a trabajar” para que las personas se tomen selfies.
La experiencia de convivir con animales
Estados Unidos en los últimos meses aprobó una legislación para tratar de frenar esta lucrativa industria que han realizado algunas empresas privadas. En diciembre pasado el presidente Joe Biden firmó la Ley de Seguridad Pública de los Grandes Felinos que prohíbe la práctica de acariciar cachorros y el contacto directo del público con estos animales —en esta apartado también están consideradas las selfies—.
De acuerdo con la serie de Netflix, Tiger King, las selfies con estas especies generan grandes ganancias para el sector privado. En la producción audiovisual estimaron que Joe Exotic, mejor conocido como el “Rey de los Tigres”, tenía un patrimonio de más de 1.000.000 de dólares, la cual la mayor parte provenía de su santuario de felinos donde las personas acudían a tomarse fotos con leones, osos, tigres, entre otos animales.
Esto provocó que defensores de la vida silvestre critiquen a los dueños de estos negocios puesto que crían cachorros a toda velocidad para las fotos turísticas.
En una entrevista para la revista National Geographic, Sara Amundson, presidenta del Fondo Legislativo de la Humane Society, explicó que utilizan a las crías de los felinos hasta que son demasiado grandes. Cuando ya son adultos los dueños venden, tiran o sacrifican a los animales.
Según datos de Humane Society of the United States entre 1990 y 2022 se han registrado más de 400 altercados con felinos en cautiverio que han sido vistos por las calles de diferentes estados de EEUU.
Los lineamientos para los investigadores
Las fotos con animales en redes sociales “estimulan” de cierta manera a su comercialización y como consecuencia dificultan la preservación de los mismos. De acuerdo con el periódico británico The Guardian, la Unión para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) preocupada por los efectos negativos que generan las fotos y videos, presentaron hace dos años sus lineamientos para científicos, investigadores y presentadores de televisión para no publicar videos sobre personas conviviendo con monos.
Sian Waters, especialista en macacos e integrante de la IUCN, explicó que si bien muchas personas tienen buenas intenciones cuando sube sus fotos con algún mono, el problema que hay detrás se da por la percepción.
“Podría ser un mensaje muy claro que dijera: ‘los primates no son mascotas’ y una foto de una persona con alguien cargando a un macaco o un chimpancé confiscado. Pero en realidad es que el contexto se pierde”, explicó Waters sobre cómo se puede llegar a malinterpretar una foto con un animal en redes sociales.
Laëtitita Maréchal, especialista en primates, explicó que cuando una persona ve a otra acariciar a un animal en televisión quiere replicar la acción por lo que el mensaje que busca crear conciencia produce lo contrario.
Que los animales estén en cautiverio ya sea en un santuario, zoológico o en la casa de alguien no significa que viven en las mejores condiciones. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), explicó que la mayoría de las especies con las que lucran en estos lugares son endogámicas, lo que podría ocasionar defectos en su nacimiento.
Ante la gravedad del asunto, la WWF y otras organizaciones internacionales han urgido a los gobiernos a endurecer las medidas sobre el comercio de estos espacios, en especial a Estados Unidos donde se concentra la mayor parte del negocio.
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