Las babosas y otras especies animales que tienen las “peores citas” del mundo

Sin importar cómo la pases en este Día de San Valentín todo luce mejor que la forma de relacionarse de estos especímenes

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Las copulación en el mundo silvestre lleva algunos riesgos para unas especies (Matthijs Kuijpers)
Las copulación en el mundo silvestre lleva algunos riesgos para unas especies (Matthijs Kuijpers)

Los animales se adaptan a su entorno por una cuestión evolutiva, cada uno tendrá características diferentes dependiendo del papel que desempeñan dentro de los ecosistemas. Las especies tienen una necesidad universal por reproducirse, en algunos casos este proceso resulta muy sencillo, sin embargo habrá otros casos donde resulta todo un reto.

Jennifer Verdolin, profesora asociada en la Universidad de Arizona, comentó para la revista National Geographic que no todos los procesos de cortejo en los animales consiste en un camino fácil de realizar, sino que tienen desafíos particulares y oportunidades únicas que deben de aprovechar al máximo.

Por ejemplo, las jirafas tienen limitaciones fisiológicas al momento de relacionarse entre sí, debido a la longitud de su cuello. Por lo que reproducirse entre ellas resulta toda una misión que requiere sincronización entre el macho y la hembra, así como un esfuerzo físico para saber si la jirafa está en celo.

Habrá ocasiones que por limitaciones biológicas los animales solo tengan un breve periodo para reaccionar o las hembras no podrán ver lo que hay a su alrededor ante la gran cantidad de pretendientes que tiene. Este último caso sucede en las serpientes de liga de dos rayas, quienes no logran ver entre el tumulto de machos que hay a su alrededor.

En el Día de San Valentín se busca que el amor y el romanticismo esté en todos lados con tal de enamorar a tu pareja, sin embargo es muy probable que quieras evitar tener “una cita” como la de estos dos animales.

Un mar de víboras

Las serpientes de liga de dos rayas andan en sus madrigueras esparciendo feromonas  (Matthijs Kuijpers)
Las serpientes de liga de dos rayas andan en sus madrigueras esparciendo feromonas (Matthijs Kuijpers)

El profesor de la Universidad Estatal de Oregón, Robert Mason, explicó para National Geographic, que las serpientes hembra no ven durante la copulación, " es como si te pusieras los dedos enfrente de tus ojos, y eso es lo que ven”, explicó sobre la gran cantidad de machos que atienden “el llamado” de la reproducción.

De acuerdo con información de la revista, cientos de serpientes de liga de dos rayas llegan a la madriguera donde la hembra se desliza cubierta de feromonas sexuales. Esta acción incluso impide a la hembra escoger a su pareja sexual.

Mientras la serpiente se encuentra “ahogada” entre otros de su misma especie, por estrés abre su vagina donde el macho más cercano deposita el semen y posteriormente pondrán tapón para evitar el apareamiento. Basado con lo dicho en la revista de ciencia, algunas hembras esperan que se disuelva la obstrucción para ahora sí elegir a una pareja de su elección.

Cristina Peterson, periodista de National Geographic, estima que esta última acción podría tener el objetivo de elegir al macho más grande y apto.

Pierden sus órganos

Las babosas pueden realizar una fecundación mutua (Anton Sorokin)
Las babosas pueden realizar una fecundación mutua (Anton Sorokin)

Estar rodeada de cientos de pretendientes como la serpiente de liga de dos rayas suena de primera instancia una cita muy horrible, sin embargo existe una especie que podría sostener un momento de intimidad con su pareja y llegar a perder hasta su pene, como las babosas bananeras.

Este animal amarillo con la forma de un plátano que habita principalmente en el noreste del Pacífico desprende feromonas de manera deliberada para que sean detectadas por otras babosas, explicó Peterson.

Janet Leonard, investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de California, explicó en entrevista para la revista que estos animales pasan hasta una hora mordiéndose y golpeándose entre sí con la cabeza, antes de tener relaciones sexuales.

Durante el acto copulativo ambas especies insertarán sus respectivos penes en el otro para la fecundación simultánea o incluso podrían intercambiar el papel de macho o hembra por lapsos de tiempo.

No obstante, en caso de que los penes se atasquen entre sí, cualquiera de las babosas lo muerde para desenredarse, si bien esta pérdida no resulta mortal para esta especie, tampoco le volverá a crecer.

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