A más de cinco años de que se localizara el fósil de un pingüino en Nueva Zelanda, los estudios realizados por paleontólogos de la Universidad de Cambridge indicaron que perteneció a uno de los pingüinos más grandes que han existido en la historia, cuyo peso habría rondado los 154 kilogramos y llegó a tierras del país hace 50 millones de años.
Daniel T. Ksepka, Daniel J. Field, Tracy A. Heat y colaboradores publicaron en la revista de Journal of Paleontology de la Universidad de Cambridge su más reciente investigación que sería la piedra angular para entender a futuro acerca de la evolución temprana de estos animales y cómo fue la formación de sus aletas.
El equipo de trabajo encontró los restos de dos especies diferentes, el P. Stonehouse y el Kumimanu fordyce. El primero de menor tamaño sería la clave para entender el proceso evolutivo que sufrió esta especie.
Alan Tennyson uno de los principales autores del artículo explicó para la revista científica Phys que los fósiles fueron descubiertos en rocas de playa de 57 millones de años en North Otago, una isla sureña de Nueva Zelanda. Tras varios años de estudio se determinó el peso de estos animales, sin embargo no se logró establecer cuál era su longitud ante la falta de restos.
Sarah Collins de la Universidad de Cambridge explicó en su nota publicada por dicha revista que el equipo de investigación utilizó escáneres láser para crear modelos digitales de los huesos y comprarlos con otras especies.
Para poner en contexto qué tan grande era esta ave el pingüino emperador (uno de los más grandes que existe actualmente) pesa entre los 22 y 45 kilos, una tercera parte del K. fordeycei.
Una evidencia sorprende
El doctor Daniel Field, del Departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge, explicó para la revista Phys, que estos fósiles que fueron descubiertos entre 2016 y 2017 brindan evidencia de la historia de la vida y es sorprendente puesto que permite entender los procesos que atravesaron estos animales para adaptarse a su entorno.
“Muchos de los primeros pingüinos fósiles alcanzaron tamaños enormes, eclipsando fácilmente a los pingüinos más grandes que existen hoy en día”, detalló emocionado Daniel Field en entrevista para la revista científica, incluso llegó a equiparar el peso del Kumimanu fordyce con el de Shaquille O’Neal, uno de los jugadores más grandes que se ha visto en el baloncesto profesional.
El equipo de trabajo nombró a este pingüino en honor al doctor R. Ewan Fordyce, profesor emérito de la Universidad de Otago. El doctor Daniel Ksepka relató que fue uno de los mentores más generosos que ha conocido y por ello trato de honrarlo de esta manera.
Los pingüinos se hicieron grandes
Con el descubrimiento de otras dos especies los investigadores llegaron a la conclusión que estas aves se hicieron muy grandes al principio de su evolución, mucho antes de que se integrarán a su cuerpo las aletas, las cuales eran mucho más delgadas a como se les conoce actualmente.
El gran tamaño de estos pingüinos les dió ventajas en torno a su hábitat puesto que tenían la capacidad y fuerza corporal para capturar presas más grandes, además de que les permitía conservar la temperatura corporal en las aguas frías.
“Cuando comenzamos a pensar en estos hallazgos no como huesos aislados, sino como parte de un animal vivo completo, entonces comienza a formarse una imagen”, explicó Thomas sobre el proceso para recrear a este pingüino gigante.
El grupo de investigación espera que las próximas investigaciones en torno a estos animales les proporcionen más datos sobre la biología de esta especie primitiva, para comprender cuáles eran los diferentes procesos para sobrevivir a su entorno.
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