Cómo sé si mi perro está feliz: las 10 claves que muestran su bienestar

Existen una serie de comportamientos que manifiestan su estado de ánimo. Lo fundamental es que estén saludables, a partir de ahí aparecen otros indicadores que aquí repasamos

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Es feliz cuando no ladra
Es feliz cuando no ladra ni de forma compulsiva, ni de forma agresiva o permanece en alerta permanente (Instagram Dog Photography Awards/Sarah Ebner)

Obviamente sabemos que el ideal de la comunicación con tu perro consistiría en saber qué piensa y sobre todo qué opina sobre la relación entre nosotros y con el entorno. Pero como esto es imposible recurrimos a pautas objetivas que nos acerquen a conocer el estado de bienestar y felicidad de nuestro compañero canino.

No resulta difícil identificar observando algunos comportamientos y señales que permiten determinar cómo siente y sobre todo como está tu perro.

¿Cuál es el más claro indicador de la felicidad de un perro? No se puede ser feliz estando ostensiblemente enfermo. Si el animal sufre algún tipo de enfermedad, obviamente se encontrará en mala forma tanto física como anímicamente, sin ganas de nada.

Un perro feliz y que goza de bienestar se puede reconocer y casi afirmar la certeza de nuestra conclusión cuando:

Cuando el apetito es regular
Cuando el apetito es regular y sostenido se siente feliz

1- Tiene un comportamiento activo, alegre, reactivo y dinámico

2- Cuando no ladra ni de forma compulsiva, ni de forma agresiva o permanece en alerta permanente

3- Cuando no se muestra constantemente demandante, ansioso, inquieto o nunca destruye cosas por el simple hecho de hacerlo

4- Cuando en su mirada es relajada, con un parpadeo suave

5- Cuando permanece con su hocico levemente abierto, casi como si estuviera atento a nosotros, como si nos estuviera observando

6- Cuando se pone panza arriba mostrando su panza y demandando afecto

7- Cuando mueve su cola acompasadamente sintiéndose seguro y estable. Un perro con la cola entre las patas tiene miedo y, si la coloca bien hacia abajo, es porque está alerta por algún motivo. Ambas situaciones no son compatibles con el estado de felicidad.

El perro que se siente
El perro que se siente bien tienen necesidad de mantener contacto con su tutor

8- Cuando su rutina de sueño/vigilia se mantiene estable, repartiendo las horas de sueño durante toda la jornada, ocho a diez horas durante la noche y algunas siestas alternadas en el día

9- Cuando su estado de salud es equilibrado ya que éste es un indicador de su bienestar, porque al sentirse mal, dará tempranas señales que algo malo ocurre

10- Cuando el apetito es regular y sostenido.

Este sería un factor muy importante para saber cómo se siente un perro ya que cualquier alteración es un signo claro de malestar e infelicidad consecuente probablemente a una enfermedad.

11- Cuando está en constante movimiento y mantiene actividades recreativas que serán una gran ayuda para que sostenga toda su energía evitando enfermedades como la ansiedad y sus consecuencias físicas. En este sentido el paseo y el juego son fundamentales para lograr la salud y la felicidad.

El interés en mantener el contacto con nosotros surge porque necesita de nuestra presencia, de las caricias, de la atención. Nos considera de su propia manada y le gusta estar nosotros. Si, además, entrecierra los ojos cuando lo acariciamos, es un indicio que demuestra que le gustan estos gestos y que nos prefiere.

Obviamente sabemos que el ideal
Obviamente sabemos que el ideal de la comunicación con tu perro podría ser saber qué piensa y sobre todo qué opina sobre la relación entre nosotros y con el entorno

Por supuesto que el amor incondicional plasmado en nuestro vínculo siempre será la mejor manera para que un perro esté feliz. Es muy importante demostrarle todo el cariño ya que ayuda a que se encuentre sano y con energía.

Es nuestra obligación como tutores responsables ofrecerle la mejor calidad de vida en aras de su salud y bienestar, sabiendo que todas nuestras acciones impactan prioritariamente en él.

*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.

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