Caminan por las zonas más frías de Asia central, su espeso pelaje le permite soportar las bajas temperaturas, su cara pareciera que es de pocos amigos y suele vivir apartado del contacto humano, así es el Manul, el felino salvaje siberiano.
El Otocolobus manul tiene un cuerpo robusto, el color de su pelaje varía entre un gris claro y un beige amarillento con algunas rayas tenues, habita en regularmente en las zonas donde abundan los pikas o los campañoles (sus principales presas) y recientemente se descubrió que dos ejemplares habitan en el Parque Nacional de Sagarmatha, en la región del Monte Everest en Nepal.
El rastro de este animal es muy difícil de seguir, debido a que muy pocas veces ha sido avistado por personas, además de que su gran agilidad y rapidez lo hace muy escurridizo cuando se siente amenazado. Por ello un grupo de científicos analizaron el muestreo de las heces fecales que se encontraron en diversas zonas de la montaña más alta de la superficie del mundo.
Este equipo de trabajo encabezado por la doctora Tracie Seimon, especialista en conservación de la vida silvestre y adscrita al Cat Specialist Group, analizó un muestreo genético en donde se identificaron partículas pertenecientes al Ochotona roylei (Pika) y de una comadreja de montaña, especies que son su principal fuente de nutrimentos.
El informe relacionado a este felino salvaje que parece ser “enojón” se publicó en la edición de enero de la revista Cat News, editada por la organización especializada en la investigación de felinos.
Vivir en el Everest
El estudio de este animal es muy difícil puesto que no suele convivir en espacios que regularmente habitan los humanos, algo parecido a lo que ocurre con el Leopardus Jacobita o mejor conocido como el gato de los Andes, el cual habita en Sudamérica.
De acuerdo con lo mencionado en el informe, este descubrimiento es muy importante puesto que permite conocer un poco más sobre los hábitos de este animal, así como se amplía su rango de lugares en los que vive.
“Estos hallazgos amplían el rango del gato de Pallas al este de Nepal y agregan una nueva especie a la lista de mamíferos conocidos en el Parque Nacional Sagarmatha”, detalló el equipo de investigación.
Para dar con este animal la doctora Seimon explicó para la revista científica Sci News que los trabajos de recolección de ADN en el Monte Everest, duraron alrededor de cuatro semanas y consideró que fue extremadamente gratificante.
“Es fenomenal descubrir pruebas de esta rara y notable especie en la cima del mundo. Este descubrimiento ilumina la rica biodiversidad de este remoto ecosistema alpino”, describió Seimon.
Generar conciencia
De acuerdo con información de la revista National Geographic, este felino es considerado como uno de los depredadores más letales y certeros, es un cazador experimentado y sigiloso que regularmente se oculta en ecosistemas rocosos para pasar desapercibido.
La población de este animal está segmentada en Asia Central y aunque se desconocen muchas cosas sobre esta especie, este descubrimiento se convierte en un gran paso para el mundo científico.
En la entrevista para Sci News, la egresada de Columbia University & Wildlife Conservation Society espera que este hallazgo genere conciencia y educación sobre la diversidad de especies en este icónico lugar.
El gato de Pallas, como también es conocido este felino, está legalmente protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) y desde 2012 se creó el Grupo de trabajo del gato de Pallas, una red de 30 expertos internacionales que tiene como objetivo unir esfuerzos para estudiar y conservar a este animal.
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