A punto de cumplir 48 años, Máxima de Holanda vive su mejor momento. Poco llevaba a pensar hace 17, cuando entró a formar parte de la realeza holandesa que Máxima Zorreguieta -una argentina princesa primero, reina consorte después- lograra hacer historia.
Como reina, Máxima no solo se ganó el respeto y cariño de su pueblo, también se convirtió en todo un ejemplo a seguir por casas reales vecinas y una nueva generación de mujeres. Porque citando al Hombre Araña "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" y ella lo sabe.
La Reina tiene una voz y hace uso de ella con seguridad y entereza. Tímidamente al principio pero con determinación Máxima fue afianzándose en su rol. Decidida y profesional, así la conoció el entonces príncipe heredero (hoy el rey Guillermo de Holanda).
El público pudo conocer su voz (grave, pausada) en 2016 cuando la reina de los Países Bajos vino al país a dar una charla en la Universidad Católica Argentina, institución donde egresó como Licenciada en Economía. Una reina exalumna.
Máxima dio cuentas de estar muy al tanto de la actualidad (nada de burbujas para ella) y mencionó su optimismo ante los créditos, tema en el que es especialista.
WORKING QUEEN. En el mundillo político internacional, la reina Máxima hoy es reconocida y aceptada. Así asiste a encuentros en las Naciones Unidas y es habitué en Davos sede del Foro Económico Mundial. El año pasado, en Buenos Aires la reina de los Países Bajos brindó una videoconferencia en el W20 (el llamado "G20 de las mujeres").
Marcó como "en el mundo existe una brecha entre sexos en términos de buen acceso a servicios financieros. Las mujeres tienen hoy solo un tercio de las pequeñas y medianas empresas. Las emprendedoras deberían poder beneficiarse a través de créditos pero no pueden acceder a ellos, a muchas las dejan afuera del sistema", advirtió la reina quien antes de ser parte de la realeza trabajó en instituciones financieras de estados Unidos y en Bélgica.
Máxima también visitó el país en noviembre para la cumbre. No como reina de Holanda sino como defensora especial del secretario general de la ONU para el Financiamiento Inclusivo para el Desarrollo (UNSGSA).
Hoy su agenda está repleta de actividades: desde voluntariado a visitas oficiales a centros médicos y distintas fundaciones. Máxima conoce su rol y lo ejerce con destreza. Pasa con soltura de las galas, joyas y coronas al tailleur, los chalecos y las zapatillas de goma.
Espontánea, muchas veces sus gestos la delatan. A la hora de las risas o de las lágrimas, es difícil no captar sus momentos y eso la vuelve más cercana a su pueblo.
Es querida por los holandeses que saben que, entre tantos deberes se las arregla para educar a sus tres hijas. Con la mayor, Amalia, futura reina de Holanda Máxima sabe que sus acciones son su mejor ejemplo. Planea para ellas una vida donde sean conscientes de la realidad del resto del mundo. Los planes de una reina que hace camino al andar.
Textos: Paula Ikeda
Fotos: Archivo Atlántida/ Gentileza W20.
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