"Lo lindo que se ve Buenos Aires desde allí", comenta un turista recién aterrizado señalando la torre más alta frente al CCK. "¡¿Qué hay ahí?!"… Que no te agarre desprevenida, muchos turistas dan cuenta de los mejores spots de la ciudad aún antes que sus propios habitantes. Por falta de tiempo, porque parece un cliché, porque… ¡No los conocemos!
Hay joyitas de la ciudad que cada día reciben viajeros –el turista no sabe de días hábiles así que suelen estar a pleno toda la semana- que merecen que les eches un vistazo. Así sea para guiar algún amigo recién llegado, te armamos el plan.
Es que justo enfrente del CCK, a la altura de la Av. Corrientes, renació Vuelta Abajo Social Club. Se trata de un rooftop refugio de amantes de lo habanos (cuentan con su propio club, humidificadores y tienda especializada) con un restaurante y una bellísima terraza. Con un completa selección de whiskies y vinos. Y permite comer (rico y completo) en la barra o disfrutar con amigos o cerrar los mejores tratos con una magnífica vista de día o de noche cuando los edificios de Puerto están iluminados y son toda una postal. La nueva versión de comer en Puerto Madero: disfrutar su vista desde arriba. Av. Corrientes 222, piso 15, Edicio Comega ( vueltabajo.com.ar) de lunes a sábados.
Si siempre quisiste visitarlo pero no te animabas o no encontrabas un por qué, agendá esto: el Palacio Barolo está en su esplendor. No solo vale la pena tomar su tour sino también agendarte alguna tarde para un after office (ahí, a poco del Congreso) y disfrutar la vista de la ciudad de Buenos Aires (y algún que otro cocktail o cerveza) desde su nuevo bar, Salón 1923 ubicado en su cúpula en el piso 16. Una foto que tenés que tener. En Av. de Mayo 1370, de lunes a sábados desde las 9 a las 21 (viernes y sábados hasta las 23).
No hay turista que no pregunte por un show de tango o pida ir a La Catedral (Sarmiento 4006), de espíritu bohemio y un público que combina todas las edades, podés ir, tomar clases y bailar o bien ser de las que acompañan y se sientan en alguna de sus mesas para escuchar buena música y picar sin pretensiones pizzas o empanadas.
Sabemos que los grandes hoteles intimidan, pero es que pocos te dicen qué cosas se pueden disfrutar aun cuando no te toque habitar allí ni visitar a ningún turista amigo.
En el Palacio Duhau no solo habita una elegante galería de arte (que atraviesa desde su entrada por Av. Alvear hasta la de la calle Posadas) abierta al público, una tienda de dulces y una florería sino que también cuenta con uno de los bares más elegantes de la ciudad, el Oak Bar.
Con capacidad para hasta 28 personas, para disfrutar de la vista del jardín de este antiguo palacio porteño cocktail en mano. Los mejores whiskies escoceses, cognacs y martinis rodeado de sus paredes, de roble europeo talladas en el año 1600 (en 10' te enterás de su pintoresca historia) y de paso tapear con los estándares de un hotel cinco estrellas (Av. Alvear 1661).
Y, el turista siempre busca nuevas propuestas. Enterate que los amantes de la comida sana ya tienen su lugar. Ni tenedor libre veggie ni ensalada Caesar, ya corrieron la voz sobre este nuevo fine dining. Desde su reciente apertura Sacro (Costa Rica 6038) se libró fama a fuerza del boca a boca. Un destino señalado para turistas que buscaban una opción distinta en "el país de la carne".
Cocina internacional con la deferencia de platos "plant based". Porque aquí no solo se trata de ser vegana o de alimentarse sano, en este restaurante se alinean con quienes buscan alimentación consciente, donde además bancan la conservación del medio ambiente a la hora de elegir sus productos y calcular el consumo y el desperdicio. Almuerzos y cenas con un sistema de reservas online que facilita el contacto y personaliza el sistema.
Texto: Paula Ikeda
Fotos: Archivo Atlántida/ Gentileza Vuelta Abajo/ Palacio Duhau/ Sacro.
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