Hace un año exactamente, en dos de nuestras ediciones de papel, le hicimos tributo a un par de pintoras que habían sido importantísimas en el mundo del arte y cuyas obras pueden verse en el Museo del Prado, hoy con más protagonismo: Artemisa Gentileschi y Sofonisba Anguissola.
Sofonisba Anguissola además, fue seleccionada por el Museo para formar parte junto a la artista Lavina Fontana de una exposición con sus obras. ¿El motivo? Darles el lugar que se merecen a mujeres que marcaron historia y, hasta ahora, no fueron reconocidas como se lo merecen.
LA EXPOSICIÓN. Desde el Museo explican que la exposición "Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana" mostrará la personalidad artística de dos de las mujeres más notables de la historia del arte occidental.
A través de un total de sesenta obras, el Museo del Prado reunirá por primera vez, en el mismo espacio, los más importantes trabajos de Sofonisba Anguissola (ca. 1535-1625) y Lavinia Fontana (1552-1614), pintoras que alcanzaron reconocimiento y notoriedad entre sus contemporáneos, a pesar de y al mismo tiempo, por ser mujeres.
Cuentan en su página web que ambas supieron romper con los estereotipos que la sociedad asignaba a las mujeres en relación con la práctica artística y el arraigado escepticismo sobre las capacidades creativas y artísticas de la mujer.
Y agregan que la exposición pondrá de manifiesto el arte de estas dos mujeres cuyas figuras se fueron desdibujando a lo largo del tiempo, pero que en los últimos treinta años han vuelto a despertar el interés de investigadores y público en general.
SUS VIDAS. Ambas artistas eran italianas y fueron un ícono clave para sus épocas. Sofonisba Anguissola era la dama de compañía de la reina Isabel de Valois y tal era su talento que llegó a convertirse en la dama de la corte de Felipe II. Lavinia Fontana por su parte, pudo dedicarse de lleno a su pasión, incluso, su marido se quedaba en casa a cuidar sus once hijos mientras ella salía a trabajar.
Y no sólo eso, también fue de las pocas que se animó a pintar desnudos, cosa que sólo hacían los hombres en aquella época.
Dos mujeres fuertes que fueron al frente y, con el tiempo, lamentablemente fueron casi olvidadas. Hoy son reivindicadas y logran tener el lugar que se merecen, de la mano nada menos que del Museo del Prado.
Texto: Redacción de Para Ti
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