-¿Te gustaría tener un hijo con Tomás?
-¡Sííí, tengo muchas ganas de tener otro hijo! En cualquier momento les doy la noticia.
Así terminaba nuestra entrevista con Agustina Cherri (36) para la edición de Para Ti Anticipo Colecciones. Y el anuncio no tardó en llegar. A los pocos días, reveló que estaba embarazada de Tomás Vera, el músico y fotógrafo con el que está en pareja desde hace más de cuatro años.
Llegó súper puntual a la cita y, mientras la maquillan y la peinan, pidió una ensalada para almorzar. Nos contó con cierta culpa que su hijo, Nilo (7), le había preguntado por qué se iba más temprano ese día de su casa y ella le había explicado que tenía una entrevista en Para Ti. "La verdad es que me cuesta mucho dejar a los chicos tantas horas", confesó la actriz, que actualmente acaba de protagonizar Perfectos desconocidos en el teatro Metropolitan Sura.
-¿En el 2019 no te vamos a ver en tevé?
-Tengo varias propuestas lindas pero, por ahora, no.
-En Perfectos desconocidos un grupo de amigos se reúne a cenar y la dueña de casa propone un juego que consiste en dejar los celulares sobre la mesa y que todo mensaje o llamada que entre sea leído o escuchado por todos… ¿Vos aceptarías participar de un juego así?
-¡Ni loca! No porque tenga algo que ocultar, simplemente porque uno tiene diálogos muy íntimos con su pareja, sus amigos, su familia y no me gustaría compartirlos con otras personas.
-¿Y no te intriga saber con quién habla tu novio, por ejemplo?
-¿Sabés que no? No tengo esa cosa morbosa de descubrirlo en algo raro. A lo mejor en otro momento de mi vida, cuando era más chica e insegura, sí me hubiera intrigado. Pero ya no. Es más, a veces suena su celu, Tomás está en el jardín y me grita: "¡Atendé vos!" y le digo: "No, ya van a volver a llamar". Lo que sí controlo mucho es el iPad de mi hija: tengo sus aplicaciones instaladas en mi celu y siempre chequeo qué cuentas de Instagram sigue y quiénes le escriben por privado. Pero bueno, Muna tiene 9 años, creo que todas las mamás estamos atentas a los mensajes que pueden recibir los chicos.
-¿Se enoja cuando la controlás?
-Sabe que así son las reglas si quiere tener redes sociales y lo acepta sin problema.
-Escuché que contabas que Muna es fan de Chiquititas y le enseñaste las coreos…
-¡Es súper ultra fan! Y no sólo de Chiquititas, ¡ahora mira Grande Pa! Le digo: "¡¿No estarás mirando programas demasiado viejos?!" (se ríe). El otro día me dijo: "Qué pena me da que no tengas mamá (en Grande pa), ¿no estabas triste?, ¿no tenías muchas ganas de llorar?". Y ahí es como que tomé conciencia de lo mucho que he sufrido en la ficción: era huerfanita o me abandonaban mis padres, me hacían bullying y discriminaban, ¡todo terrible! (suelta una carcajada).
-Vos empezaste a trabajar en televisión en "La ola está de fiesta" a los 6 años, ¿permitirías que tu hija actúe ahora que tiene 9?
-Y, es todo un tema. La verdad es que Muna es súper histriónica, ama la actuación y muere por trabajar en televisión. Nos vive pidiendo, tanto a mí como al papá –N. de la R.: Gastón Pauls (47, actor)– que la llevemos a cástings y a ninguno de los dos nos convence la idea. Tampoco se lo queremos prohibir, pero es como que venimos dilatando la decisión y le decimos: "el año que viene te llevamos". Pero claro, ella me ve actuar en Grande Pa precisamente a su edad y me cuestiona: "¿Por qué vos podías actuar y yo no?". No es fácil el tema.
-¿Nilo también quiere ser actor?
-¡No, cero! El otro día lo traje el teatro y no te podés imaginar lo que se aburrió esa criatura. ¡No veía la hora de volver a casa! En cambio Muna se sienta en la primera fila y no se pierde un minuto de función. A Nilo lo fastidia muchísimo ir por la calle conmigo y que me paren para pedirme una foto. A veces estamos por ir al supermercado y me dice: "¿Podés ponerte un buzo con capucha, así no te reconocen?" Y ya le ves la cara de malhumor cuando se acerca la gente a hablarme. En cambio Muna se ofrece hasta a sacarnos la foto y aclara: "Les saqué varias para que elijas la que más te gusta". ¡Mis hijos son totalmente distintos!
-¿Son cholulos? ¿Te piden que les presentes a tus amigas actrices?
-Bueno, como te imaginarás, Nilo no y Muna sí. Ella es fan de Karol Sevilla (19), así que la llevé a su show y Lali (26) le ha hecho varios videos. A veces me dice: "Mami, no puedo creer que seas amiga de Lali, que tengas su celu". ¡Le parece un milagro! Es muy graciosa.
-Marcela Kloosterboer (35) es muy amiga tuya, ¿con ella también cholulean?
-Naaa, la Negra –N. de la R.: es el apodo de Kloosterboer– es como de la familia, viene a comer a casa, la ven siempre. Ella ya no garpa como famosa. Pero sí debo decir que es la gran referente de Muna en su militancia por los derechos de los animales. Ven videos, hablan de perros que fueron abandonados y viven atentas a cualquier animal suelto y solo que ven por la calle. El otro día entró un gato a casa y Muna le dijo a la Negra: "Ay, tiene carita de perdido, vamos a darle de comer. Hay que rescatarlo". Y yo: "Bueno, bueno, esperemos un poco. Tiene collar, a lo mejor se escapó y los dueños lo están buscando". Yo meto un poco de cordura porque si fuera por ellas dos tendría un millón de animales en casa (se ríe).
-En Instagram veo que cocinás mucho y consumís frutas de tus árboles y verduras de tu huerta orgánica…
-¡Sí! ¡Amo cultivar mis propios alimentos! Siento que sabemos bien lo que comemos. Cocino mucho porque somos vegetarianos y no quiero caer todos los días en las clásicas ensaladas; me gusta probar nuevos platos con diferentes ingredientes y que los chicos vayan incorporando nuevos sabores.
-¿Sos de buscar recetas o te animás a improvisar?
-Improviso mucho.
-Hablemos un poco de Tomás, ¿es verdad que lo conociste en el casamiento de Kloosterboer?
-Exacto. Fue muy gracioso porque ya eran las 3 de la mañana –te aclaro que la Negra se casó a las 5 de la tarde… ¡nos tuvo más de 10 horas en su boda!–, yo estaba agotada y me quería ir sin que ella se diera cuenta porque me mataba si no me quedaba hasta el final. Mis amigos empezaban a emprender la retirada y yo estaba a punto de escaparme cuando lo vi a Tomás y dije: "¡Epa! ¿Y este chico quién es?" Fue medio un flechazo. Lo raro es que no lo había visto hasta ese momento.
-Ahí se conocieron, pero ¿la primera cita dónde fue?
-Creo que eso fue una de las primeras cosas que me enamoró de él: la poca bola que me daba. Los primeros días me mandaba mensajes, charlábamos un rato pero nunca me proponía vernos y yo pensaba: "¡¿Perdón?! ¡¿Qué onda?!". Hasta que un martes a las 11 de la mañana me dijo: "¿Tenés ganas de venir a casa, a la pileta? Estoy cortando el pasto".
-Una propuesta muy original, ¿no?
-¡Claro! Quedé como medio tildada. No me lo esperaba. Yo ya tenía preparados los tacos para salir a comer sushi y este chico me sale con una limonada en la pileta. ¡Y me encantó!
-¿Viven juntos?
-Sí, y nos llevamos súper bien. Él es lo opuesto a mí: yo soy súper metódica y organizada y Tomás la persona más relajada del mundo. Yo armo listas con todo lo que tengo que hacer y él vive el día a día. Si un martes le pregunto "¿Te parece que arregle con la Negra para que venga a comer el sábado?", él me mira como si estuviera loca y me dice: "¡Falta mil para el sábado!" Igual, con el tiempo tuvo que adaptarse un poco a mis ritmos porque yo necesito programar algunas cosas –como las vacaciones, por ejemplo– por mi exigencia laboral.
-¿Es celoso Tomás? ¿Alguna vez te cuestionó una escena fuerte de una telenovela, por ejemplo?
-Jamás. Es más, ¡me gustaría que fuera un poco celoso! A veces le pregunto: "¿No te molesta verme con otro?". Y me contesta: "¿Cómo me va a molestar si es ficción?". La que más se preocupa por mis romances de televisión es Muna. Hace unos años yo tenía escenas muy románticas con Gonzalo Heredia en Los ricos no piden permiso y Gastón (Pauls) me contó que ella un día le dijo: "Me da una pena que Tomás tenga que ver a mamá besándose con otro". Es un personaje esa chica.
-¿Tenés buena relación con Gastón Pauls?
-La mejor. Tuvimos una separación súper pacífica y creo que eso ayudó a que nunca dejáramos de querernos y hoy nos llevemos tan bien. A veces la gente se sorprende porque llega a casa y Gastón está tomando mate conmigo y con Tomás en la cocina, pero la realidad es que a nosotros nos parece lo más normal del mundo que deje a los chicos y se quede charlando un rato antes de irse.
Texto: JULIANA FERRINI
Fotos: FABIÁN USET
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