Después de unas semanas de vacaciones de invierno en los Alpes, la familia Real Holandesa, volvió a sus actividades con mucho estilo. Una vez más, Máxima deslumbró en Alemania con la elección de guardarropas.
Para el viaje, la esposa de Guillermo de Orange- decidió desplegar todo su glamour, con un equipo repleto de elementos distintivos. Vistió un vestido con abrigo capa bicolor, un diseño del creador holandés Jan Taminiau. La reina suele a recurrir a este diseñador para grandes ocasiones como es una visita de Estado.
Benito Fernández -diseñador que la visitó en más de una ocasión- describió la apuesta de estilo como trendy. "Máxima lució una la capa 7/8 con bolsillo laterales realizada en paño de lana en degradé, del azul al naranja. Esta es una de las tendencias que se vana llevar en esta temporada invernal", anticipó.
Nada librado al azar, la capa es un de los elementos preferidos, una pieza clave y característico de la corona europea. A su vez, el color color naranja -ámbar representa la monarquía holandesa..
El vestido, que poco se deja ver, es un modelo de Taminiau con escote barco, falda midi evasé decorado con rayas horizontales y mangas abullonadas con detalles bordados.
La reina de los tocados. Otro de sus sellos personales son los accesorios que potencia su elección. Y esta vez la Máxima aposto por un casquete años 40′ según precisó Laura Noetinger -sombrera argentina encargada de diseñar algunos de los fascinators que llevó la esposa de Guillermo.
¿Otro detalle? Un toque distinguido -ideal para la temporada invernal, son los guantes de cuero en tono ámbar a juego con su clutch de piel.
Para pode lucir este accesorio llevó un recogido bajo y maquillaje suave. En cuando a las joyas, detalle no menor cuando se trata de la realeza, prefirió los pendientes colgantes en tono ámbar rematados por una piedra de talla en forma de lágrima.
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