Una vez más los Orange comenzaron sus vacaciones de invierno con una sesión de fotos en el pueblo austríaco de Lech. Ya es un ritual: todos los años desde finales de la segunda Guerra Mundial, en el mes de febrero, la familia real holandesa disfruta de unos días de descanso.
Y es la oportunidad para que la prensa participe de una de las dos sesiones de fotografías oficiales (la otra se hace en verano). Caminatas entre divertidas jornadas de esquí es parte de la rutina de este receso invernal.
Máxima (47), Guillermo (51) y sus tres hijas, Amalia, de 15 años y futura reina de los Países Bajos, la princesa Alexia, de 13 años y la princesa Ariadna, de 11, estuvieron acompañados del resto del clan real: la princesa Beatriz, madre de Guillermo; el príncipe Constantin, hermano del rey, su esposa, la princesa Laurentien y sus hijos, la condesa Eloise, el conde Claus-Casimir y la condesa Leonore.
Juntos posaron para las fotos y Guillermo se olvidó por un rato del protocolo y se permitió jugar con la nieve con su sobrino Claus-Casimir. No son los únicos miembros de la realeza que va a esquiar a las montañas nevadas de Lech.
Era el lugar favorito de Lady Di; y es frecuentado por el rey Abdullah y la reina Rania de Jordania; y Carolina de Mónaco también suele ir en el mes de febrero junto a su hija, la princesa Alexandra de Hannover.
Si bien el día elegido para sacar las fotos familiares estuvo lleno de alegría y risas, la tradición anual de la realeza no siempre ha sido feliz. El 17 de febrero de 2011, el hermano del rey, el príncipe Johan Friso, quedó atrapado bajo la nieve luego de producirse una avalancha mientras esquiaba. Cuando lo encontraron ya llevaba veinte minutos enterrado. Sufrió un traumatismo cerebral severo que lo mantuvo en coma hasta que falleció dos años después, el 12 de agosto de 2013. Tenía 45 años y dejaba viuda a su esposa Mabel y huérfanas a sus hijas Luana y Zaria.
Hace tres años, la hija mediana de Máxima y Guillermo, Alexia, se rompió una pierna mientras esquiaba en el resort y tuvo que ser trasladada en helicóptero hasta el hospital de Innsbruck, donde fue intervenida con éxito.
A pesar de la tragedia, Máxima y Guillermo disfrutan de esta estación de esquí y siguen yendo año tras año. Felices y sonrientes posaron para las cámaras.
Texto: redacción de Para Ti.
Fotos: Fotonoticias.
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