Cuando el 3 de agosto de 2012 jugó su último partido –nada más ni nada menos que un dobles mixto en los Juegos Olímpicos de Londres junto a Juan Martín del Potro–, Gisela Dulko (33) ya sabía a qué se iba a dedicar fuera de la cancha: el diseño de ropa para chicos. "Siempre lo supe. Es más, cuando jugaba aprovechaba las giras por el mundo para ver moda para los más chiquitos. Incluso, sin ser madre he comprado ropa que guardé pensando en el día que tuviera mi marca. Toda mi vida soñé con vestir a mis hijos y a otros chicos. Es un gran deseo que hice realidad", confiesa la extenista, instalada en el taller de Stai Zitta, la marca de ropa para chicos de 4 a 12 años que lanzó al mercado.
"Si bien tenía muy claro lo que quería, la idea empezó a concretarse junto a la paisajista Bea Tomasella. Una vez ella estaba trabajando en mi casa y yo la torturaba diciéndole que quería lanzar mi propia línea. Al toque se copó y de a poquito fuimos creciendo juntas", aclara desde el local que abrieron en marzo en Beccar. Apoyada por su marido, el jugador de Boca Juniors Fernando Gago (32), y sus tres hijos (Mateo de 5 años, Antonella de 3 y Daniele de 8 meses), hoy la rubia se dedica de lleno a su nueva pasión.
"Yo le transmito todas mis ideas a nuestra diseñadora y ella las plasma en las prendas que hoy ves en nuestros percheros. Me baso en las tendencias que usamos los adultos, así que es muy común que muchas madres entren a comprar para sus hijos y terminen llevándose prendas para ellas", cuenta entre risas la rubia de cara angelical que es seguida de cerca por su hija Antonella, y concluye: "La primera colección, Garden Art, está inspirada en los siete insectos más beneficiosos de nuestro jardín como la libélula, la mariposa y el escarabajo. ¡Pero con mucha onda!".
En sus once años como tenista profesional, Dulko ganó 309 partidos singles y 305 dobles (junto a su fiel compañera italiana Flavia Pennetta). Demostró ser una número uno y ahora desembarcó en el fashion business para quedarse: "Es un sueño poder vestir a mis hijos y a los chicos de mi familia con la ropa que yo hago. ¡Ahora voy por más!"
-¿Qué quiere decir Stai Zitta?
-Si lo buscás en Google quizás encuentres "callate", pero en realidad es "permanecé en silencio". Esta frase está en mi cabeza hace mucho tiempo porque solía decírsela muy seguido a Flavia, mi compañera de dobles, que es muy temperamental (se ríe divertida). Se enojaba rápido y yo le decía "stai zitta, Flavia". También me quedó grabada de una vez que en un local de ropa en Italia una nena le decía a la mamá lo que se quería poner y la madre la callaba con esa frase.
-¡Así que todo está unido por el famoso hilo rojo!
-¡Sí, todo está unido con todo! El logo de la marca es mi perra, India, una terranova que me regaló Fernando en España hace ocho años. Además es la clave de wi-fi (se ríe).
-¿A tus hijos los vestís con Stai Zitta?
-Sí, mis hijos eligen su propia ropa, pero se quieren vestir de pies a cabeza con Stai Zitta. Mateo elige sus outfits, tiene muy buen gusto y sabe combinar los colores. Le encanta el azul, igual que a mí. A veces le tengo que pedir que por favor use otro color (risas). Pero él va arriba y se pone lo que quiere. Usa zapatillas deportivas o crocs. Y la nena, si bien tiene 3 años, es muy despierta, le encanta la ropa súper femenina. Tiene un anillo que nunca se saca y me hace maquillarla.
-¿Sos fashionista?
-A mí me encanta la ropa y tengo mucha, pero no soy de comprar tanto. Me gusta regalar, incluso looks deportivos que usaba cuando jugaba al tenis. No soy apegada a los recuerdos. Este vestido que estoy usando lo compré en Rapsodia hace mil años y las zapatillas también las compré hace 12 años en China a cinco dólares. Cuido muy bien lo que tengo, soy cero compradora compulsiva. Aunque, obvio, hay días en los que me tiro todo encima (se ríe).
-¿Cómo definirías el look de Fernando?
-Es bastante clásico. Cuando estamos en casa se viste deportivo, pero cuando salimos se arregla más. Le gustan las bermudas y las remeras. Somos bastante tranquilos los dos.
-¿Seguís jugando al tenis?
-Re poco. Quizás si algún amigo o mi hermano, que era mi entrenador, me invitan. Pero no extraño nada que tenga que ver con el tenis, ni siquiera veo los campeonatos en la tele.
-¿Te gustaría que tus hijos fueran deportistas de alto rendimiento?
-La realidad es que ya son re deportistas… Con los padres que tienen no les quedaba otra (se ríe). En mi casa siempre miramos fútbol o algún deporte. A Mateo hace poquito le agarró en boom del fútbol y juega con el papá adentro de casa. Se escucha cada pelotazo… ¡un día me van a romper todo!
-¿Ya sabe Fernando qué va a hacer cuando se retire?
-No sé, creo que todavía falta. Pero si tengo que decir algo hoy, pienso que Fernando va a seguir ligado al fútbol porque es lo que ama. Es su pasión.
AMOR A PRIMER RAQUETAZO. La historia entre Dulko y Gago se remonta al Masters Series de Madrid de 2009 cuando el futbolista le pidió el teléfono de la tigrense a un amigo en común. Si bien la rubia no ganó el torneo, se llevó un premio mayor: ¡el amor! Dos años después, el 27 de julio de 2011, los deportistas dieron el sí en el altar y luego llegaron los herederos.
"Siempre le decía a mi compañera de dobles que si no hubiese sido tenista me habría encantado ser mamá a los 22 años. Amo a los chicos. Pero me tocó así y está perfecto, fue mi elección –nos cuenta súper sincera–. A los 12 años empecé a viajar por el mundo, no pude terminar el colegio y me perdí muchos cumpleaños y momentos importantes. Me pasé meses sin volver a mi país. La vida del tenista es muy desarraigada. Pero hoy mi prioridad es mi familia".
-¿Cuál es el secreto para estar en pareja hace tanto tiempo?
-No hay ningún secreto. Todos tenemos problemas, pasamos por crisis y vivimos momentos buenos y malos. Ahora muchas parejas se separan ante el primer conflicto y yo no estoy de acuerdo con eso: hay que remarla y valorar lo que uno construyó. Me encantaría vivir un amor para toda la vida.
Texto: Agustina D'Andraia (adandraia@atlantida.com.ar)
Fotos: Fabián Matiazzi
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