Griselda Siciliani: "Soy muy celosa, el poliamor no va conmigo"

Admite que la soledad no le pesa, que tiene candidatos, pero ninguno le interesa lo suficiente como para entablar una relación formal y que, en estos tiempos en que la monogamia comienza a ser cuestionada, a ella le costaría mucho practicar el poliamor. Una charla profunda y sincera con Griselda Siciliani, la protagonista de la nueva ficción de Telefe.

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Hagamos muchas opciones, porque termino esta producción y corro a la peluquería a teñirme de castaño. ¡Necesito volver a mi color!", confiesa Griselda Siciliani (40) entre risas mientras posa, con total espontaneidad, para el fotógrafo. El rubio platinado que luce tiene una explicación: se lo exige Helena, la protagonista de Morir de amor, la nueva ficción de Telefe.

-¿No te sentís cómoda con este look?

-Creo que era totalmente necesario para Helena porque queríamos recrear algo de esas rubias gélidas de Hitchcock. Pero para mí, Griselda, en la vida cotidiana, no va. Me siento mejor con mi color de pelo natural.

-¿Estás conforme con el programa? ¿Pudiste verlo entero ya?

-Sí y ¡me encantó! Es muy diferente a lo último que hice en televisión –Educando a Nina– porque aquí no hay nada de comedia, todo lo contrario: es una historia bastante oscura y opresiva. Helena parece una mujer muy cerrada, hosca y cero empática al principio, pero luego, de golpe, ves su tranformación: se convierte en una mujer audaz, temeraria, que pone en riesgo su vida y hasta la de sus seres queridos. Pero bueno, no hablo más. ¡Prefiero que ustedes mismos la conozcan!

-La semana pasada se comentó que vas a ser la protagonista de la serie sobre Susana Giménez que se filmará en el 2019, ¿es un rumor o estás en condiciones de confirmar la noticia?

-¿Te digo la verdad? Es muy gracioso porque me enteré de todo por ustedes, los periodistas. A mí nadie me llamó para proponerme nada.

-¿Y te gustaría hacerlo?

-¡Sería genial! Yo amo a Susana, soy su fan. Haría cualquier cosa que me propongan relacionado con ella.

-Me imagino que al no estar grabando una tira diaria, tendrás más tiempo libre, ¿lo disfrutás o sos de las que se llenan de actividades?

-Lo disfruto a pleno. A ver, que no se malinterprete: yo amo trabajar y soy muy afortunada porque siempre tuve y tengo hermosas propuestas. Estamos en un momento difícil, con poca ficción, así que tener trabajo es un gran privilegio para cualquier actor. Pero, una vez aclarado esto, confieso que adoro poder pasar mucho tiempo con mi hija, salir con amigos, quedarme encerrada en casa mirando series.¡Son planes que me fascinan! Otra cosa que hago mucho es salir a caminar, sola, como loca mala. Vuelvo a casa después de dos horas, renovada.

-¿Te pesa la soledad?

-¡Cero! Yo soy súper solitaria. Ojo, también me gusta recibir amigos en casa y que cocinen algo rico... No lo hago yo porque soy malísima en la cocina. ¿Sabés quién cocina espectacular? Mi hermana Leticia. Ella viene a casa, abre la heladera, encuentra cuatro ingredientes y te hace un plato gourmet. No sabés cómo la admiro por ese don que tiene.

-¿Hacés dieta para mantenerte en peso o te das tus gustos?

-Yo amo, amo, profundamente comer y puedo engordar siete kilos como si nada. De hecho, me ha pasado. Así que, necesariamente, tengo que cuidarme. A veces más, otras menos. Cuando interpretaba a Nina y, especialmente, a Mara en Educando a Nina hice una dieta súper estricta porque los personajes lo requerían. Pero si no es así, me doy mis gustos a full.

-Vos venís de una familia numerosa –N. de la R.: son seis hermanos: Griselda, Leticia, Paulina, Guido, Malena y Marilina Siciliani–. ¿Soñabas con copiar ese modelo?

-Nunca lo pensé en esos términos y la realidad es que ya no me da el tiempo: este año cumplí 40.… ¡Ya no llego a tener cinco pibes más! (se ríe). Margarita tiene a su hermano Tomás, al que ama, pero es un vínculo diferente al que yo tuve con los míos: ella no sabe lo que es pelear, cuerpo a cuerpo, para ligar una milanesa más. Si había postre, era clave estar paradita al lado de tu mamá para que ninguno de tus hermanos te robara la porción que te correspondía. Es una dinámica familiar que mi hija jamás va a conocer.

-¿Creés que es una experiencia que a Margarita le hubiera gustado tener?

-Es difícil saberlo porque su realidad es diferente. Yo disfruté mucho de mi familia numerosa y me hizo ser quien soy. Pero Margarita y yo tenemos nuestro propio vínculo, muy distinto a todos esos hábitos que existían en mi casa. Eso me genera un poco de culpa, por ejemplo, con los horarios de la comida. Pero ahora estoy trabajando en armar una rutina ordenada para cumplir con Margarita.

-Y Adrián Suar (50), ¿cómo es como papá?

El mejor del mundo. Es un papá cariñoso, ultrapresente –Margarita está la mitad de la semana conmigo y la otra mitad con él, tenemos una tenencia compartida al 100 %– y tomamos juntos todas las decisiones relacionadas con la crianza de nuestra hija.

Una imagen del Instagram personal de Griselda, junto a su hija. “Margarita está la mitad de la semana conmigo y la otra mitad con Adrián, tenemos una tenencia compartida al 100 % y tomamos juntos toda las decisiones relacionadas con la crianza”.
Una imagen del Instagram personal de Griselda, junto a su hija. “Margarita está la mitad de la semana conmigo y la otra mitad con Adrián, tenemos una tenencia compartida al 100 % y tomamos juntos toda las decisiones relacionadas con la crianza”.

-Él dijo alguna vez que consideraba que vos y Margarita eran su familia, a pesar de que están separados (N.deR.: estuvieron 8 años juntos y la noticia de la separación se conoció en septiembre de 2016).

-¡Y lo somos! Nuestra unión es para siempre porque tenemos una hija en común. Pero, ojo, yo creo que uno debe tener la voluntad de tener este buen vínculo y esforzarse para que así sea. No es algo que se da de casualidad. Es un trabajo de a dos que hacemos Adrián y yo a diario. Sin esfuerzo, ¿eh? Es algo que nos sale muy fácilmente, pero porque ambos queremos que todo fluya con naturalidad entre nosotros. Si uno quiere pudrirla, es muy simple.

-¿Estás de novia?

-No, che: estoy solísima.

Lo que tengo clarísimo es que no convivo nunca más en mi vida con nadie.

Mmmm… raro. Algún candidato debés tener.

-Siempre hay alguno, pero nada importante.

-¿Y tenés ganas de enamorarte?

-Depende del día. Algunos me levanto con ganas de ponerme de novia y otros pienso: ¿para qué?, ¡si estoy bárbara así! Lo que tengo clarísimo es que no convivo nunca más en mi vida con nadie. Le agarré el gusto a vivir sola con mi hija y nadie me hace cambiar de idea, ¿eh? Pero bueno, un novio que viva en su propia casa podría ser, no estaría mal.

En su nuevo personaje en Morir de amor, se pone en la piel de Helena, una mujer cerrada y cero empática que de golpe se convierte en alguien audaz, capaz de poner en riesgo su vida y la de sus seres queridos. Todos los miércoles a las 23 por Telefe
En su nuevo personaje en Morir de amor, se pone en la piel de Helena, una mujer cerrada y cero empática que de golpe se convierte en alguien audaz, capaz de poner en riesgo su vida y la de sus seres queridos. Todos los miércoles a las 23 por Telefe

-Ahora está de moda el poliamor… ¿Cómo te ves en esa práctica?

-Difícil. Yo soy muy celosa, creo que el poliamor no va conmigo, me costaría mucho adaptarme a ese estilo de pareja. Pero no lo juzgo porque cada relación tiene sus reglas y todas son respetables.

-Para cerrar esta nota me gustaría saber: ¿alguna vez sentiste que podías morir de amor?

-¡Obvio! ¿Quién no lo sintió?

texto JULIANA FERRINI
fotos GENTILEZA TELEFE

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