Artística (mente): Art Basel Cities en Buenos Aires

La reconocida plataforma de arte contemporáneo Art Basel Cities se presentó por primer vez en Buenos Aires. Artistas internacionalmente conocidos se dieron cita.

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Simposio sobre pintura expandida y
Simposio sobre pintura expandida y ficción especulativa por Ad Minoliti.

Por primera vez el escenario de Art Basel –la renombrada plataforma que exhibe arte contemporáneo– sale de sus locaciones originarias (Basilea, Miami y Hong Kong) y presenta su Semana Art Basel Cities en sociedad. ¿La ciudad elegida? Buenos Aires. Así, diferentes obras de arte coparon la ciudad bajo el nombre de Rayuela.

En Museo de la Cárcova,
En Museo de la Cárcova, Niebla por Mariela Scafati.

Esta megaexhibición hizo las veces de puente cultural entre el arte nacional y el internacional con múltiples locaciones. En total fueron 18 artistas –extranjeros y argentinos– los que dialogaron con obras repartidas en lugares como el MALBA –Museo Latinoamericano de Buenos Aires–, Museo Sívori, Museo Nacional de Bellas Artes, los Silos de la Antigua Junta Nacional de Granos en Puerto Madero y Faena Art Center.

Santiago de Paoli y su
Santiago de Paoli y su Tiempo Libre

Así, disfrutamos de artes visuales en espacios públicos que –utilizando diferentes lenguajes– incluyeron charlas con Guillermo Kuitca, otras como Imaginando el Museo del Futuro y la presencia de artistas de renombre y otros que se abren camino. Entre ellos, conocimos a Naama Tsabar, una artista israelí con base en Nueva York que copó el Faena Art Center.

Zona de inicio, by Luciana
Zona de inicio, by Luciana Lamothe en la Plaza República Oriental del Uruguay

"Presentamos a Naama, una artista que comenzó su obra Guitar Series hace unos diez años. Así se exhibe el video donde empieza a investigar el ícono de la guitarra eléctrica como símbolo de virilidad y poder, y cómo el acto de romper la guitarra cambia al rock 'n' roll para siempre", explica Zoe Lukov, curadora principal de Faena Art Center.

Eternity, de Maurizio Cattelan.
Eternity, de Maurizio Cattelan.

 EL FINAL… Y DESPUÉS. "El inicio de ese video fue grabado en Tel Aviv en 2008, antes de mudarme a Nueva York", detalla la artista israelí Naama Tsabar. "¿Cómo soy? Mi arte es escultural, está basado en muchas instalaciones, es una idea que luego se vuelve material y se convierte en un espacio experimental para el observador".

Naama Tsabar y su Melodías
Naama Tsabar y su Melodías de un daño cierto (Opus 2)

 -¿Cómo nació la guitarra como objeto?

-Para mí fue interesante estudiar la guitarra como ícono, que siempre estuvo pegada al cliché de romperla, como un final. Ese momento extático y cumbre del show de ver cómo algo es destruido. Si mirás la historia te das cuenta de que es un comportamiento muy de género. Un acto que hacen casi exclusivamente los hombres. Fue interesante ir detrás de este ícono y empezar desde el final. ¿Qué pasa después? Trabajar sobre la idea de que el clímax no es necesariamente el final.

 -En tus obras hablás del género no binario, ¿a qué te referís?

-Es que mujeres y hombres no somos diferentes, sino iguales. Soy feminista y creo en la igualdad de géneros, por eso elijo trabajos donde lo no binario es importante para mí. El perfeccionamiento del instrumento del rock 'n' roll está muy en las manos de los hombres. Con esto –señala su obra, una sala llena de instalaciones con guitarras semidestruidas–, los objetos tienen la habilidad de convertirse en instrumentos de nuevo. Por eso es importante que pongamos a mujeres a tocarlos, músicas de género no binario en lugar de hombres. Porque hay personas que no se identifican ni con uno ni con otro sino con algo en el medio.

La obra de Naama con
La obra de Naama con performances de artistas locales en Faena Art.

-¿Feminista?

-Totalmente. Feminismo es la mejor palabra que podés usar. Entiendo que hay una mala connotación, pero ¡somos la mayoría en el mundo! Hablar de feminismo es hablar de igualdad por delante de sexismo. La historia fue escrita por hombres, todo los ha puesto a ellos por delante. Me gusta repensar, ¿por qué hacemos lo que hacemos? Trabajo con 21 mujeres y una de las primeras preguntas que me hicieron fue "¿Cómo conseguiste tantas músicas?" ¡Vamos! Hay muchísimas mujeres talentosas. El hecho de que no sepas de ellas o que no estén en escena se debe a que no les dan la voz o la oportunidad porque son mujeres y eso es discriminación.

El arte de perturbar. La
El arte de perturbar. La pintura de Barbara Kruger en los silos de Puerto Madero no pasa inadvertida. Con un fuerte mensaje feminista y la leyenda “No podés vivir sin nosotras”, se mantendrá por un tiempo más a la vista, muy cerquita del Puente de la Mujer.

-También en tus trabajos te referís al "daño" o a los  "rompimientos", justamente dos palabras que generan temor…

-Para mí el trabajo es realmente sobre sanar y sobre una manera positiva de lidiar con el daño y con la rotura en diferentes partes del mundo. En Argentina, con la crisis económica, creo que definitivamente podemos relacionarlo con el rompimiento y con la idea de elevarse como un fénix para emerger de entre las cenizas.

Textos: Paula Ikeda (pikeda@atlantida.com.ar) Fotos: Diego Soldini/ Gentileza Art Basel Cities- Faena Art Center.

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