Viviana Saccone, separada de su novio 25 años menor: "Me llevo demasiado bien con la soledad"

Viviana Saccone (50) está espléndida. Como rejuvenecida. Cuando se lo digo, se ríe y confiesa entre risas: "Es un regalo que me dio la vida. Cuando tenía 22, la gente me decía: '¿En serio tenés esa edad? ¡Parecés de 30!'. Ahora todos me dicen que parezco más joven. Era hora de que pasara eso, ¿no?".

-Cumpliste 50 años el 28 de enero, ¿cómo lo viviste? ¿Te generó una crisis? 

-No, para nada. Soy una mujer que se cuida, que le gusta verse bien, pero siempre acompañando la edad que tengo. Asumí que alguna vez fui la doncella de la obra, hoy soy la mamá de la doncella y algún día seré la abuela. ¡Es lógico que sea así!

-Eleonora Wexler (44) se quejó por el abrupto final de Golpe al corazón, ¿vos también sentiste que forzaron la historia para que terminara?

-Sí, totalmente. Coincido con Eleonora: fue un final tan repentino que resultó irrespetuoso para los televidentes.

 -¿Tenés algún proyecto para hacer televisión en lo que queda de 2018?

-No, nada por ahora. Estoy disfrutando mucho del teatro, integro el elenco de la obra El test y nos va muy bien, por suerte.

-Supongo que una de las ventajas de no estar en el elenco de una tira es que tenés más tiempo libre, ¿no?

-¿Sabés que no tengo tiempo libre? A veces pienso: ¿cómo hacía todo cuando ensayaba para el teatro y, a la vez, grababa Golpe al corazón? Me parece que las mujeres tenemos el don de llenar nuestras horas libres con múltiples actividades. Yo sigo dando clases de teatro y ahora me puse a estudiar narrativa y eso me obliga a leer mucho, a escribir. Por otra parte, tengo dos hijas adolescentes –Allegra (15) y Serena (13)– y me encanta acompañarlas en todo lo que haga falta. Eso me consume mucho tiempo también.

-¿Y cómo te llevás con la adolescencia de ellas?

-Es una etapa difícil… ¡La estoy disfrutando a pleno! Yo noto que es una generación muy potente, curiosa y comprometida. Vos mirá lo que pasó con el tema del aborto: fueron las adolescentes las que más se manifestaron y apoyaron la ley. Son ellas las que pelean por sus derechos y eso me genera una gran emoción y orgullo.

-¿Sos una mamá a la que le cuesta poner límites? ¿Te definirías como una mamá amiga?

-No, no: soy una mamá que escucha y acompaña, pero no una amiga. Por ejemplo, a la hora de cenar ellas ya saben que no encendemos la televisión, no llevamos iPad ni celu a la mesa y charlamos. Y eso es una regla que no cambia en casa.

 -¿Vos fuiste criada de la misma forma por tus padres?

-No. Yo nací en un pueblo de la provincia de Buenos Aires que se llama Jeppener y fui educada en el marco de una familia bastante tradicional y conservadora. Pero siempre fui un espíritu libre y jamás me sentí cómoda con los mandatos familiares que querían imponerme.

 -Estás en pareja, desde hace 4 años, con Santiago que tiene 25 años menos que vos. Leí que no te gusta que te pregunten por la diferencia de edad entre ustedes porque sentís que es un prejuicio machista: a nadie le sorprende la pareja de un hombre casado con una mujer 25 años menor que él.

– Es así, tal cual: considerar un escándalo que yo sea mayor que Santiago es machismo en su estado más puro. Cuando la situación es opuesta, no es un tema. No genera ningún interés, sólo es un detalle menor. Igual, voy a decirte algo y será lo único que diga al respecto: me separé de Santiago. Ya no estamos juntos.

-No sabía que se habían separado. ¿Sufriste mucho la mirada ajena durante esos 4 años y este prejuicio del que hablamos?

-No, la verdad es que yo no la sufrí para nada. Difícil puede ser para el que no se lo banca, para el que lo vive como una desgracia. A mí hay algo que me ayudó mucho a ignorar la mirada ajena: nací en un pueblo con menos de 3.000 habitantes. ¿Viste que dicen "pueblo chico, infierno grande"? Es una gran verdad. El día que aprendés a no depender y a ni siquiera tener en cuenta la opinión de los otros, deja de afectarte y podés vivir en paz.

-¿Tampoco te preocupa lo que piensan tus hijas, por ejemplo?

-¡Eso me súper importa! No sólo ellas, todo mi entorno. La opinión de las personas que quiero y me quieren es fundamental para mí. Pero con ellos no hubo ningún problema; es más, todos aceptaron a Santiago de inmediato. Mirá, hace unos años empecé a hacer yoga, a meditar e inicié una búsqueda interior y descubrí que cuando estás enfocada en vos te queda muy poco tiempo para mirar al otro, y ahí dije: "tengo mucho que hacer conmigo". ¿Cómo voy a perder tiempo en criticar a los que me rodean?

 –Ya no estás en pareja, ¿cómo te llevás con la soledad?

–¡Me llevo demasiado bien con la soledad! (Se ríe) A veces me tengo que obligar a llamar a mis amigos para organizar una salida porque me cuelgo leyendo, escribiendo. Todas actividades solitarias que hago feliz en casa.

 -¿Y con tus hijas disfrutás de algún programa en especial?

-Salimos a caminar. ¡Bah! Yo camino y ellas van en rollers. También miramos películas juntas, series. A veces les pido que me acompañen y charlemos mientras yo cocino.

 -¿Qué serie están mirando juntas?

-Estamos las tres poseídas por Luis Miguel. Compartimos este loco amor que nos tiene totalmente fascinadas.

Maquilló: Ro Thomas  Peinó: Emmanuel Godoy para RFG Style coaching. Agradecemos a: Número Fi, Evangelina Bomparola, Paco Sanz, Daniel Herrera, Ucha Accesorios, Florika Accesorios, Gallery Gang y Mettrè cinturones.

Textos: Juliana Ferrini.  Producción: Romina Giangreco para RFG Stylecoaching. Fotos: Fabián Uset.

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