"Para sacar un peinador a la cancha necesitás, por lo menos, tres años", dispara Esteban Colombo, gerente general de Estudio H, la peluquería especializada en producciones de moda. Junto a Lucas Barbolla, director creativo, son los fundadores de esta innovadora peluquería que es un verdadero laboratorio de tendencias.
"Nuestros peluqueros no sólo cortan el pelo, tienen que saber sobre estilos, décadas, maquilladores, diseñadores, vestuario, iluminación y también cómo comportarse en una producción de moda. Saben, por ejemplo, que no se pueden pisar los fondos de los estudios", agregan los amigos que se conocieron trabajando en Roberto Giordano –cuando la cola para atenderse en esa peluquería daba la vuelta manzana del Alto Palermo–.
Esteban se ocupaba de la organización de los desfiles y campañas y Lucas, de la peluquería. Se hicieron amigos y después socios y formaron su propio estudio para darle paso a la creatividad. Recurrieron a la palabra "estudio" para diferenciarse de los nombres típicos del ambiente de los peluqueros. Querían hacer algo distinto.
Así fue que, en 2001, iniciaron su propia agencia de peinadores de moda con un servicio personalizado y exclusivo para resolver cualquier producción, desfile, publicidad o campaña. Ubicada en un décimo piso de Palermo, buscaron que sus clientes llegaran por recomendaciones. No querían que cualquiera que pasara por la calle pudiera entrar.
"Consumíamos revistas de moda de todo el mundo y analizábamos los criterios por los que habían decidido tal o cual cosa", cuenta Lucas. Con el paso de los años, Estudio H tuvo que reinventarse: la moda empezó a achicarse en la Argentina y con las redes sociales y el mundo de las influencers, las celebrities –a quienes antes no atendían por una cuestión de tiempo– fueron ganando terreno, así como actrices y cantantes.
Hoy, Mica Argañaraz, Julieta Cardinali, Flor Torrente, Tini Stoessel, Pampita, Rocío Guirao Díaz, Oriana Sabatini, Mercedes Morán, Juan Minujín, Diego Torres, Paula Chaves, Soledad Solaro y Claudia Fontán son sus clientes más famosos.
Además, desde hace dos años, decidieron dedicarse también a la atención al público general, aunque sólo con reserva previa de turno.
La diferencia con la modelo es que los cambios de estética los hablás directamente con su representante, en cambio, para la celebrity, es su imagen personal, Lucas Barbolla
-¿Cómo llevaron la creatividad al mundo de la peluquería?
-Lucas: Con mucho trabajo y dedicación. Llegué a hacer pelucas para pájaros embalsamados, producciones para Disney, para cine…
-Esteban: La explotamos al máximo: creamos, experimentamos e inventamos productos en base a deducciones, que hoy, finalmente, existen. Veíamos la revista y decíamos, "¿cómo estará hecho? Está opaco, alisado, ¿qué hacemos?" Íbamos a la esquina y comprábamos desodorante y probábamos. Hoy es el drive shampoo que te da volumen.
-¿Cómo se fueron formando en moda?
L: Mi maestro fue Esteban, nos conocimos cuando yo tenía 20 años, me educó y fui aprendiendo de él. Además, llegaba a una producción y pasaba revista, leía todos los días.
E: Consumíamos moda de afuera todas las semanas, y analizábamos entre nosotros por qué se habría tomado determinado criterio estético. Además, viajábamos a las fashion weeks del mundo, nos íbamos a New York y San Pablo, y de tanto mirar, el ojo se te empieza a adiestrar.
-A la hora de hacerse cambios en el pelo, ¿las celebrities son más difíciles que las modelos?
L: No. La diferencia con la modelo es que los cambios de estética los hablás directamente con su representante, en cambio, para la celebrity, es su imagen personal. Entonces sí opina. Pero también, saben cómo nos tomamos este laburo y que hacemos lo mejor para ellas. Las cuidamos mucho y si nos llama Pampita de un día para el otro porque tiene un evento, aunque estemos todos ocupados, buscamos la forma de atenderla. Nunca las dejamos en banda.
-¿Qué anécdotas tienen trabajando con celebrities?
L: Tuvimos un malentendido con Paula Chaves (N. de la R.: se ríen los dos) hace mucho, cuando ella recién salía de Súper M y empezaba en los programas de chimentos. Nos llamó para hacer la tapa de una revista y dice que nosotros le dijimos que no porque no era nuestro target, ¡y se lo tomó personal! Fue un teléfono descompuesto. Se ve que le dijeron "no hacemos tal revista", pero porque no era de moda, y la productora se lo comunicó mal. Hace dos años empezamos trabajar con Paula porque firmamos contrato y nos largó todo: "Era mi primera tapa, estaba re nerviosa y ustedes me rebotaron, ¡los odié! ¿Ahora sí soy su target?". Ella es muy graciosa, y nos decía con humor: "Soy como la gorda del colegio a la que le hacían bullying y ahora viene a vengarse".
-También fueron responsables del look de la top model Mica Argañaraz antes de ir a Europa, ¿no?
-E: ¡Sí! Mica tenía un carré lacio y ya la habían contratado en Europa con ese pelo para varios trabajos. Antes de irse, estaba haciendo una campaña para Paruolo y en el medio, Lucas le dijo: "Te voy a hacer un corte medio ramonero para que uses tus rulos". Ella casi se pone a llorar, porque tenía miedo de que en Europa, que ya la habían visto lacia, la quisieran matar. Y Lucas le decía que iba a estar todo bien. Finalmente, cuando terminaron la campaña, le dijo: "De ahora en adelante, peinate con tus rulos y no te lo alises más". Se fue a Europa, la vieron y se volvieron locos. Hoy esos rulos son su sello diferenciador.
-Fueron adaptándose a los tiempos y los cambios, ¿cómo seguirá evolucionando la marca?
E: Sí, totalmente. Ahora vamos a dar cursos para peluqueros profesionales. Serán capacitaciones integrales en peinado, producciones de moda, tendencias, décadas, recursos, herramientas y funciones. Enseñar es también parte del cambio, es poder transmitir tantos años de experiencia a nuevas generaciones.
textos CANDELA URTA fotos FABIÁN USET
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