A tan solo unos días de que Meghan Markle forme parte de la corona británica, hacemos un recorrido por las tiaras más destacadas del joyero real entre las que podría estar la que elija la actriz para su boda el 19 de mayo con el príncipe Harry.
La joya de la reina. A la hora de su boda con Felipe de Edimburgo en 1947, la Reina Isabel II se casó con la tiara Fringe, creada en 1830. Compuesta por 60 barras verticales, arma la figura perfecta de un sol. La especial joya de la reina solo volvió a ser utilizada en 1973 por su hija, la princesa Anna, cuando se casó con el capitán Mark Phillips.
¿Homenaje a Lady Di? Si entre las opciones estuviera la idea de homenajear a la mamá del príncipe, Lady Di, la elegida podría ser la tiara Spencer, conocida con ese nombre por pertenecer a la familia de Diana. Se trata de una diadema de oro con diamantes de plata -procedente del joyero de su abuela paterna Lady Cynthia Hamilton, la Condesa de Spencer- y que la princesa había usado el día de su boda.
La corona preferida de Diana. Cambridge Lovers Knot es una de las joyas más importantes de la casa británica. En 1913, la reina Mary –esposa de Jorge V– le pidió a la mítica joyería Garrards que le diseñara una basada en un diseño que llevaba su abuela, la princesa Augusta de Hesse.
La reina Isabel II la utilizó en la década del 50 hasta que se la regaló a Diana en 1981. Fue creada con diamantes brillantes y perlas en forma de gota. Tras su divorcio del príncipe de Gales, la tiara regresó a la corona y fue utilizada por Kate Middleton en 2015 para asistir a una cena anual en el palacio de Buckingham.
Al estilo Kate. La duquesa de Cambridge, Kate Middleton, cuando se casó con el príncipe William en 2011 utilizó una corona de Cartier que le prestó la Reina Isabel II. Es la Cartier Halo que fue realizada originalmente para la reina madre en 1936 y que Isabel II recibió como regalo de su mamá al cumplir los 18 años. La pieza está compuesta por diamantes en forma de pétalos, 739 diamantes brillantes y 149 diamantes talla baguette.
El día de la boda Kate cumplió con el uso de "algo prestado", tradicional de las novias, con la tiara de la reina. La histórica joya también fue usada en otras ocasiones por la princesa Margarita y la princesa Anna.
Camilla Parker no llevó tiara el día de su boda pero sí recibió de regalo la Tiara Greville, que fue de la reina madre, y –se dice– no era una de las preferidas de Isabel, ya que nunca la usó.
Sarah Ferguson para su casamiento con el príncipe Andrés en Westminster utilizó una pieza labrada en diamantes realizada por la joyería Garrad, que la reina le había dado para la ocasión.
Entre otras de las piezas que podría elegir está la ostentosa corona Vladimir, con un diseño imponente en oro y brillante con piedras esmeraldas incrustadas, uno de los modelos preferidos de la reina Isabel II. Fue propiedad de la gran duquesa María de Rusia. La reina María la compró en una subasta y con su muerte la heredó la actual soberana.
Ahora sólo falta esperar al 19 de mayo para comprobar cuál será la elección que hará Meghan Markle para el gran día. Sin duda, opciones no le faltan.
Texto: Celeste Lattanzio.
Fotos: Archivo Atlántida
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