Eva Mendes (44) no necesita decir una sola palabra para que uno sepa de sus raíces latinas. Hay tanto de esa primera generación de cubanos expatriados en la actriz estadounidense que el pañuelo en la cabeza y el estampado del vestido tropical parecen un homenaje por momentos y la elección de vestuario más razonable en otros.
"Pido perdón si no hablo bien, es que siempre he hablado español con mi papi, pero igual me confundo", aclaró minutos antes de empezar su ronda de entrevistas con el acento más cubano que uno pudiera imaginar. Mendes –Mendez de nacimiento– llegó hace algunas horas a la Ciudad de México, donde vino a presentar Eve Duet, la nueva fragancia en dúo de Avon de la que ella es imagen.
Cálida y accesible, la actriz no parece contrariada ante la perspectiva de las varias horas de entrevista que tiene por delante, aunque sí se ocupó de anticipar que en los diez minutos de charla con cada medio no quería preguntas sobre política (se entiende que es un tema recurrente siendo latina) ni sobre Ryan Gosling (37), el actor con el que está en pareja desde 2011 y con quien tiene dos hijas.
A veinte años de sus primeras apariciones en la pantalla, Eva es una de las pocas actrices que han logrado mantener una carrera ajena a los escándalos, rumores de romance y paparazzi. Protagonista ella misma de una historia de película con el galán que conoció durante el rodaje de The Place Beyond The Pines, que elija proteger la intimidad de su familia con cinco candados no es del todo sorprendente.
En medio de lo que se percibe como un alto en su carrera, dedicada a criar a Esmeralda (3) y Amada Lee (2), es ella quien trae a la charla a sus hijas y a su marido. "Mi vida cambió mucho en los últimos años y siento que todavía estoy adaptándome. Mi hija más pequeñita cumple dos y la más grande tiene tres, así que todo es complicado, ¡las mujeres entienden lo que es eso!", asegura.
-¿Te costó la adaptación de ser una mujer sola a tener una familia a cargo?
-Sí, y todavía siento que sigo un poco en "modo supervivencia", acostumbrándome a lo que significa este cambio. Ahora, por ejemplo, la chiquitica no duerme porque le están saliendo las muelas de los dos años… ¡siempre hay algo! Todavía no sé cómo hacerlo todo, pero estoy tratando. Por suerte mi familia me ayuda mucho y la de Ryan también. Tenemos la suerte de tener mucha "red de contención", que es algo que todas las mujeres necesitan en esta etapa.
-Hoy, justamente, los directivos de Avon decían que te eligieron porque representás a una mujer profesional, madre y esposa exitosa. ¿Cómo te llevás con ese lugar de role model?
-Bueno, la verdad es que no lo pienso ni lo siento así. Cuando yo veo una gráfica con mi imagen, lo que veo es otra persona: una mujer que cabe en ese mundo que se construye ahí, pero que de ningún modo soy yo, Eva. Cuando estoy posando, yo misma soy un producto ¡y estoy bien con eso!, pero no siento que sea yo, ni creo que sea lo que se espera de mí. Esa mujer que ven en las publicidades no soy yo.
-Pero cuando eligen a una celebrity y no a una modelo, lo hacen por lo que significa su imagen.
-Sí, y me imagino que el trabajo de ellos es elegir con inteligencia a quien quieren que los represente, pero el mío es simplemente mantenerme como soy sin pensarlo demasiado. Honestamente, ¡prefiero ni pensarlo! (se ríe)
-Entiendo que tu decisión de priorizar la familia en estos años también habrá significado resignar muchos proyectos y rodajes, ¿cómo te llevás con esa elección?
-Me llevó muy bien y me siento bien, ¿cómo se dice esto? (N. de la R.: se queda pensando), ¡afortunada! Porque para mí durante mucho tiempo mi carrera fue la prioridad número uno y tenía muchísima ambición, pero de repente todo cambió. Por supuesto que todavía siento que la actuación es algo importante y quiero volver a mi trabajo y a mi independencia, ¡pero mis niñas!, eso sí que está por encima de todo.
-Pero muchas mujeres dicen sentirse un poco cuestionadas o presionadas cuando deciden poner en pausa o bajar el ritmo, ¿no te pasa?
-No, todavía no lo siento. Creo que es porque yo trabajé tanto y tantos años que no lo vivo así. Yo empecé de muy chica y no con las películas sino en otras cosas, porque nosotros no teníamos nada, así que crecí trabajando y puse mucha atención en eso. Y como formé mi familia más tarde en la vida (N. de la R.: fue mamá a los 40 años), le doy gracias a Dios por haber tenido la oportunidad de ser mamá.
-¿Alguna vez tuviste miedo de que eso no se diera?
-No. Mira, te vas a reír porque no es nada deep, pero hay una típica canción cubana que mi papi siempre nos cantaba y dice: "Lo que está pa ti, nadie te lo quita" (N. de la R.: Eva canta). Es una canción típica que suena en todo Cuba, pero eso fue algo que siempre quedó grabado en mi cabeza: lo que estaba ahí para mí, nadie me lo iba a quitar. Y eso me dio una especie de liberación o de tranquilidad, yo no tenía miedo porque sabía que era así.
-¿Te diste cuenta enseguida cuando la oportunidad de formar una familia se te presentó ?
-¡Ay, sí! Me di cuenta enseguida (se ríe). Fue bastante rápido, pero así es en la vida y es tan lindo cuando uno lo siente y enseguida sabe qué es…
SÚPER MOM. Son muy pocas las veces que Eva Mendes y Ryan Gosling se muestran juntos frente a las cámaras. El nacimiento de sus hijas fue algo que se supo muy avanzado y, en general, evitan hablar sobre su relación y exponerse públicamente. Probablemente haya sido por eso que cuando Ryan Gosling le dedicó el Golden Globe por su papel en La La Land el mundo entero se conmovió.
"Quisiera tratar de agradecer correctamente a una persona, y decir que mientras yo estaba cantando, bailando, tocando el piano y teniendo una de las mejores experiencias que haya tenido en un film, mi mujer estaba criando a nuestra hija, embarazada de la segunda y acompañando a su hermano en la batalla contra el cáncer", dijo Gosling frente a una multitud.
"Si ella no hubiese cargado con todo eso para que yo tuviera esta experiencia, seguro sería otro el que estaría acá en mi lugar. Así que, mi amor, gracias", siguió. Semejante declaración y reconocimiento del feminista confeso, convirtió a Mendes en la mujer más envidiada del planeta.
-Estamos en un momento en que como mujeres nos hemos vuelto muy conscientes del lugar que ocupamos, ¿cómo sos en ese sentido? ¿Sentís como un peso el hecho de ser mujer?
-No, no lo siento pesado. No siento presión o trato de no ponérmela: no pretendo ser la súper mom porque conozco mis limitaciones y sé que no voy a poder serlo. Sé pedir ayuda y no dudo en hacerlo, trato de vivirlo así porque entendí que eso es lo que a mí me sirve. Tengo una mamá que buscaba agua en un pozo en Cuba con tres chiquitos y que llegó a este país con nada y sin saber el idioma, la mía es una familia de mujeres fuertes que la tuvieron muy difícil. Comparado con ellas yo siento que la tengo muy fácil.
Textos: L.Benegas(lbenegas@atlantida.com.ar) Enviada especial a CDMX. Fotos: Gentileza Avon
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