A Joaquín (43) no le gusta posar para las fotos y se nota. Se apoya tenso contra la pared y le cuesta sonreír. Para romper el hielo y aflojarlo un poco, bromeo: "Bueno, Joaquín, esto es Para Ti, llegó el momento de quitarte la camisa y mostrar lomo". Él suelta una carcajada y comenta: "Creo que es lo peor que me podés pedir, ¡soy un hombre muy pudoroso!"
-¿En serio? ¿Te cuestan las escenas de sexo en las películas? ¿Los desnudos?
-Odio las escenas de sexo. Es más, las hago sólo si son necesarias. Me llega un guion, lo leo, y si veo que la historia la justifica, acepto. Eso de desnudarse porque sí no lo entiendo.
-Algunos actores, galanes para ser más específica, piden que les agreguen ese tipo de escenas, sabrás…
-Sí, claro, y lo veo muy bien. No es que los critico o censuro. Hay personas que se sienten cómodas desnudas, que lo viven con total naturalidad y me parece perfecto. No es que yo sea un tipo prejuicioso o reprimido, ¿eh? No pasa por ahí. ¿Cómo te puedo explicar? Soy una persona que respeta mucho su intimidad. Vos pensá que ese tipo de escenas se filman en un set, con muchas personas alrededor y todas, obvio, están vestidas. Todas menos la actriz y vos, ¡es imposible relajarte en esa situación! A lo mejor si todos estuviéramos en bolas sería más cómodo, qué se yo.
-Pensé que la incomodidad del desnudo era algo más femenino… Muy machista mi pensamiento, por cierto.
-(Se ríe) -No quiero hablar en nombre de todos los hombres porque, además, como señalás vos, algunos actores piden especialmente hacer desnudos. Pero, en mi caso, te puedo asegurar que prefiero mil veces filmar una escena violenta que una de sexo. Ahora estuve trabajando en España con Úrsula Corberó, la novia del Chino Darín, y había una escena en la que ella tenía que estar desnuda al lado mío. Yo entré al estudio y, honestamente, me quedé sentado mirando para adelante, la saludé mirándola a los ojos e hice toda la escena así para evitar que nos sintiéramos incómodos.
-A tu novia, Eva de Dominici (22), le tocó interpretar escenas de sexo muy jugadas, tanto en tevé como en cine.
-Sí, y ella lo vive con mucha más naturalidad que yo, algo que me parece admirable.
-Una a favor: en Las grietas de Jara tenés muy pocas escenas de sexo.
-¡Justamente por eso acepté hacerla! (Se ríe) No, hablando en serio, fue un guion que me gustó desde el primer momento. Siento que supieron encontrarle una vuelta muy atractiva a todos los personajes, especialmente al de Oscar Martínez (Jara) y al mío (Pablo Simó). Lo que me gusta de la película es descubrir que cada una de nuestras acciones tiene consecuencias. Y por más que uno se crea impune, la mentira tiene patas cortas.
PADRE MODERNO. Eloísa, la hija que tuvo con la actriz Paola Klum (47), tiene 9 años. Aún no entró en la adolescencia pero Furriel confiesa que ya se está preparando para esa etapa.
-En la película sos papá de una hija adolescente con las problemáticas típicas de esa edad. ¿Ya empezaste a prepararte para los cuestionamientos de Eloísa?
-Por suerte todavía tengo tiempo para enfrentar la adolescencia, ¡me quedan unos añitos de paz! Por lo pronto, lo que hice fue abrir una cuenta de Instagram, algo a lo que me venía negando desde hacía tiempo. No soy muy fanático de las redes, esa es la realidad. Pero bueno, entiendo que gran parte de la vida de los chicos de hoy pasa por ahí y no quiero ser un papá tan desactualizado, tengo que aprender a manejar el lenguaje de ella y en eso estoy. Un auténtico desafío.
-¿Te gustaría tener más hijos?
-Es que tener hijos es un proyecto de a dos, no es algo que yo podría planificar solo. Tendría que contestarte luego de hablarlo con Eva y no es algo que estemos pensando ahora.
-La semana pasada escuché que contabas en Metro y medio, el programa de Sebastián Wainraich, que tenías tu agenda laboral ocupada hasta julio y que tener tanto trabajo te genera un poco de culpa.
-Bueno, no sé si es culpa. O sí. En un país con tanta desocupación, en un gremio tan difícil como el mío, en el que siempre hay mucha incertidumbre laboral, siento que soy una persona afortunada. Un privilegiado. Y eso, inevitablemente, genera un poco de culpa. Además de Las grietas de Jara, este año se estrena El árbol de la sangre, que filmé el año pasado. También participé de la nueva película de Pablo Trapero, La quietud, y en breve viajo a España para filmar una comedia de Alejo Flah con Dani Rovira, el director de Ocho apellidos vascos. La verdad que es mucho y está todo muy bueno.
-¿Te cuesta disfrutar de tu tiempo libre?
-No tengo mucho, pero lo disfruto. Soy muy fan de Divididos, por ejemplo, y cuando puedo voy a verlos. El año pasado estuve en el show del Luna Park y pensaba: "¡qué bien está Mollo para tener 60 años!"
-La pregunta del millón es, ¿cuál será su secreto de juventud?
-Yo creo que el secreto es Natalia (Oreiro). Ella es como un tsunami de energía que le sacó 20 años de golpe, estoy seguro. Ojo, tengo esperanza de que a mí me pase lo mismo porque también tengo una mujer bastante más joven que yo. (Se ríe)
SUPERAR UN ACV. El 25 de octubre de 2015, Furriel sufrió un ACV en pleno vuelo. Afortunadamente del hecho solo le quedó la anécdota.
¿Tenés secuelas de ese episodio?
-No, no, por suerte no. Fue muy duro. Yo estaba en un avión, regresaba de España y venía hablando con un pasajero estadounidense. De pronto, la gente empezó a aplaudir y le expliqué a ese hombre que festejaban que había balotaje en nuestro país. En ese momento, se acercó un tipo y me gritó: "¿vos también sos un actor K?" Y cuando le quise contestar, noté que no me salían las palabras, no podía hablar, tampoco podía mover el lado izquierdo del cuerpo. Ahí me di cuenta que algo pasaba.
-Pero no sabías que era un ACV.
-Eso lo supe después, cuando me vieron los médicos y me explicaron que pertenezco a un porcentaje pequeño de pacientes que lo sufren y no les queda secuela. Lo que nunca voy a saber son los motivos que lo originaron. Algunas personas se me acercan y me dicen que fue el estrés o el viaje en avión, pero la verdad es que los especialistas no me confirmaron nada de eso.
-¿Tenés planes de volver a la TV?
-Este año lo veo difícil, pero nunca se sabe. Yo no soy de esos actores que reniegan de la televisión o la subestiman, a mí me gustan las tiras diarias y siempre estoy dispuesto a escuchar una nueva propuesta. La televisión te da training, es un ámbito en el que se aprende mucho porque hay que resolver escenas en poco tiempo y con máxima eficacia. Un ejercicio interesante para cualquier actor.
Textos: JULIANA FERRINI. Producción: SOFÍA PÉREZ Y SANTÍA
Maquilló: Ceci Arone para de la Vega make up. Agradecemos a: Airborn.
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