El Rifle Varela (38) empieza el 2018 sin trabajo, sin novia y sin casa. ¡Chan! Lejos de derramar lágrimas por los rincones o hablar con el ceño fruncido, él pareciera estar más feliz que nunca. Es que Juan Manuel –el hombre real detrás del personaje de la tele– está atravesando una etapa de búsqueda donde decidió ponerle punto final a todo lo que no le permitía sentirse plenamente feliz.
"No fueron decisiones fáciles, pero estoy seguro: no tengo hijos, no tengo mujer y ni siquiera tengo casa propia. Así que, si no me la juego ahora, que no tengo obligaciones… ¿cuándo lo voy a hacer? Me di el lujo de escucharme a mí mismo sin pensar con la cabeza ni con el bolsillo. Fue una decisión que tomé con el corazón", confiesa el columnista deportivo que se animó a renunciar a TN y El Trece después de 16 años de carrera.
"No hubo peleas ni situaciones extrañas. Solo que no quise llegar a los 60 años, mirar atrás y pensar qué hubiera pasado si hubiese escuchado a mi corazón –asegura este periodista egresado de la UCA–. Yo sentía que hace mucho tiempo venía haciendo lo mismo y que no mejoraba. No podía ser que, estando en el lugar con el que soñaba desde pendejo, no sintiera ninguna motivación. Es más, yo no tenía ni ganas de irme al Mundial con el canal".
Abierto a nuevas oportunidades y aventuras en el mundo de la comunicación, aún podemos escucharlo en El Rifle y la gente de lunes a viernes de 12 a 14:30 por Radio Rivadavia. "No te puedo decir que estoy en mi mejor momento porque siento la falta de ese programa que me permita crecer profesionalmente y una mujer con la que quiera formar una familia –unos meses antes de renunciar a su trabajo, también terminó una relación de dos años con Agostina Scioli (34)–. Pero sí puedo decirte que me siento feliz de donde estoy porque es donde quiero estar. No me reprocho nada y lo disfruto", cuenta en una entrevista a corazón abierto en el bar del Dazzler Hotel Recoleta. E insiste en más de una oportunidad: "Para Ti fue la primera revista que me hizo una nota y voy a estar eternamente agradecido. Esas cosas no se olvidan. Así que siempre voy a estar para ustedes". Le tomamos la palabra.
-Concretamente, ¿qué cosas te molestaban de tu trabajo en El Trece?
-Desde el año pasado que estoy procesando que era mi final en el canal. Me di cuenta de que ya no había nada más que hacer cuando no quería vestirme para ir a trabajar. Abría el placar y me daba una fiaca tremenda, no encontraba qué ponerme y todo me venía mal. Una de las cosas que más me criticaba a mí mismo es que no me preparaba para ir a la tele. Ya había encontrado un mecanismo en el que hacía las notas en piloto automático.
-Todo muy profundo, pero… ¿no hubo ninguna pelea de trasfondo?
-No, yo no me peleé con nadie. Los entredichos con Mario Massaccesi en cámara eran un juego y es hasta el día de hoy que me sigo escribiendo con él. Simplemente el canal iba por un camino diferente al mío. Yo quería hacer otras cosas y tenía un estilo, una forma de expresarme, una postura y algunos gags que no iban con el ADN de El Trece.
-¿Por ejemplo?
-Me acuerdo de una vez que estaba de traje, con corbata y zapatos sin medias. Quizás acá llame un poco la atención, pero vos, que trabajás en Para Ti, sabrás que es un estilo que los hombres en Europa usan mucho. Entonces, en medio del vivo, empezaron a cargarme diciéndome que usar zapatos sin medias produce olor a pata. Me saqué el zapato y se los puse en la cara para seguir el chiste. Pero en el canal se enojaron… ¡y alguien de arriba! Independientemente de que pueda divertir o no, mi intención fue crear una situación para sumarle al programa. No lo tomé como una falta de respeto ni mucho menos. Pero que no entendieran cuál había sido mi intención me dio la pauta de que yo iba por un camino distinto.
-¿La gente te trataba de loco por dejar El Trece?
-Sí, todos me cuestionaban cómo iba a dejar Telenoche, el mejor noticiero de la historia de la televisión, Síntesis, todos los viajes que tenía y la comodidad de ser empleado en blanco. Cuando se lo dije a mi mamá, se quedó congelada y me dijo: "Juanmi, en este momento los medios están cerrando, ¿a dónde te vas a ir? ¿Y si no conseguís nada?". Pero eso fue lo que menos me importó. Empezaré a gastar los ahorros.
-También se fue Santo Biasatti de El Trece, ¿qué opinás sobre su salida?
-Era algo que se venía venir, pero a mí me duele. No está bueno que Telenoche no tenga a Santo. Hay cosas que tienen sinónimos y me parece que Santo es sinónimo del noticiero de El Trece. Ahora siento que en este 2018 vamos a ver a un Santo como nunca antes se vio. Tampoco es que lo vamos a ver en musculosa y en short… pero esto que le pasó va a prenderle una chispa que no conocimos.
-¿Es tan serio como se lo ve por tevé?
-Noo, cero. ¡Es un divino! Muy divertido, generoso y compañero. En el último tiempo me di cuenta de todo lo que él me quería y respetaba. A tal punto que, cuando me estaba despidiendo de Telenoche, le veía los ojos llenos de lágrimas. Cuando se fue de vacaciones el año pasado lo extrañé mucho y se lo dije. Fue un gol que no se esperaba. Creo que no se imaginaba que le dijera eso.
-¿Qué tipo de conductor querés ser?
-Uno que me permita jugar y crecer… Puede ser en un noticiero, un show deportivo o un programa de entretenimiento. Creo que los periodistas, tanto en la televisión como en la radio, hablan mucho para las personas que ya saben y no aportan un mensaje educativo. Los periodistas quieren ser mucho más inteligentes que los entrevistados o más interesantes que la noticia. Y no es así.
DISPARO AL CORAZÓN. Le dicen el Rifle por su 1,92 m de altura y su physique du rôle delgadísimo. Sin embargo, en su interior sorprende con un espíritu romántico y abierto a la espiritualidad. "Piensan que soy un workaholic, que vivo para el trabajo y que no dejo de mirar el celular. Pero si vos me decís que pida un solo deseo, yo elijo tener una casa con un parque, una mujer y tres hijos –asegura sin miedo a exponer su sensibilidad–. Yo creo en el amor, la pasión y la fidelidad para toda la vida. Con Agos estuve dos años, pero con las anteriores duré seis y siete años. Y con todas mis parejas tuve cada vez más pasión con el paso del tiempo. Cuanto más conocés a una persona, más herramientas tenés para complacerla porque conocés sus gustos y le tenés más paciencia".
-¿Por qué te separaste?
-Lo de Agos lo tomé como un gran fracaso. Yo empecé a salir con ella pensando que iba a ser mi última mujer, la madre de mis hijos y quien me acompañara el resto de mi vida. Lamentablemente no pudimos continuar, fue una decisión en conjunto. ¿Viste que hay veces que dos personas no congenian bien y no logran entenderse? Creo que nos faltó estar más hombro con hombro y tenernos paciencia.
-¿Estás haciendo terapia?
-Sí, arranqué el año pasado cuando me di cuenta de que no quería seguir en Telenoche y hace unos meses sumé otro tipo de terapia de constelaciones con Mirta, una psicóloga que toma mucho de la astrología. Voy una vez por semana como a cualquier análisis, pero éste es más corporal, trabajamos con mi carta astral, el aquí y ahora.
-¿Sos fan de la astrología?
-Siempre me interesó, soy de ir a muchas charlas y sé bastante de astros y de la energía de la luna. Aprendí mucho porque tengo una amiga, Karin Rodríguez Ibáñez (actual compañera de la Radio Rivadavia) que, cuando estudiaba astrología, practicaba conmigo. Soy Libra con ascendente en Capricornio y tengo Luna en Sagitario.
Vas a cumplir 39, ¿te afecta el paso del tiempo?
– No, cero. Porque yo me siento bien internamente. Ya no hago nada por conveniencia o quedar bien. Si hago algo es porque realmente lo siento. ¡Tengo ganas de vivir la vida!
Texto: AGUSTINA D'ANDRAIA (adandraia@atlantida.com.ar)
Agradecemos al Dazzler Hotel Recoleta.
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