Hay pan dulce
por QUENA STRAUSS, periodista.
Empiezo a contar: 1. El perfume de los jazmines. Aquí, al sur del Ecuador, la Natividad es inseparable de un intenso perfume a jazmines. ¿Y quién se resiste a comprar un ramito? 2. El cartel "Hay pan dulce" en cada panadería. Si hay pan dulce es porque Papá Noel ya está rondando y podemos empezar a darle la bienvenida manducando un panettone. 3. La decoración de las vidrieras. De repente, todo se vuelve verde, rojo y dorado, sin importar si en ese local se vende ropa o tapas de inodoro. 4. La nieve de algodón. El "efecto Navidad" se logra con estratégicos copos de algodón aquí y allá. 5. Los villancicos. En enero te resultarán infumables, pero estos primeros sones navideños tienen ese no sé qué. 6. Las "ofertas"… Tan reales como los renos, Papá Noel y los Reyes Magos. Pero ¡qué lindo pensar que en diciembre los vendedores se ponen buenos y nos hacen un descuentito! 7. La furia por lo exótico. Ananás, mangos, papayas… Los mismos que hasta ayer vivíamos a manzana y a pelón, desde hoy no podremos pasar la Nochebuena sin volvernos tropicales. 8. Altos, bajos, nórdicos, chalchaleros, con barbas de verdad o verdaderamente postizas, los papanoeles invaden la ciudad aterrando a perros y a niños. 9. La pavita. No se la come jamás fuera de diciembre, pero mientras el mes dura, se vuelve sensación y no hay pollo por seductor que sea que nos convenza del enroque. 10. ¡Las corridas! No se sabe bien para qué ni hacia dónde, pero en diciembre se abre una carrera loca que te lleva puesta. Se corre para ir, para venir, para comprar, para hacer el salpicón… ¡para todo! Hasta que el 8 de enero podrás ponerte a dormir y despertar en marzo, y nadie notará tu ausencia. x
Operación arbolito
por LUIS BUERO, periodista.
Y un día empiezo a contar diez cosas por las que nos damos cuenta que otra Navidad viene llegando. 1. La primera son los recuerdos de mi insistencia infantil en pedirle a mi mamá que armemos lo antes posible el arbolito de Navidad. 2. Ya de adulto, si estás demasiado metido en tus asuntos, la segunda campanada te la dan los shoppings que adelantan desde mediados de noviembre las decoraciones alusivas a esas fechas. 3. El tercer tirón de orejas para que despiertes son los precios que de golpe aumentaron previamente para después ofrecerte "rebajas" y "descuentos" el día 24. 4. La cuarta sorpresa te la ofrece ir a un locutorio (sí, locutorio) y ver gente comprando pasajes a la costa y a todo el país para el 24 a la mañana. 5. La quinta noche de todo esto soñás con quienes no te querés encontrar este fin de año en ninguna cena y con tal de no verlos ya te imaginás pasando las fiestas solo. 6. Una sexta señal es el cansancio físico y mental con el que arribás a esta época del año en la que hasta subir una pequeña escalera ya es escalar el Everest. 7. La séptima "maravilla" es encontrarte con personas circulando por todos lados. Parece que la población se triplicara en diciembre, y "la humanidad" copa las calles de la ciudad. 8. El octavo pensamiento es cómo vas a distribuir tu aguinaldo, que quisieras haber cobrado en noviembre para afrontar los regalos que debés hacer desde ahora. 9. Esto te lleva a un noveno intento de hacer balances indebidos de los logros y deseos incumplidos del año. 10. Mientras tanto, la décima serie de televisión norteamericana sigue pasándote episodios de Navidad con nieve cuando acá el calor te invita fervientemente a recordar que ¡se aproximan las doce!
ilustración VERÓNICA PALMIERI
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