Cinco grandes mitos
La primera herramienta para ganarle al cáncer es la información y, aunque cada vez se sabe y se informa más, hay varios mitos en torno al cáncer de mama que es importante revertir.
1. Casi siempre el origen es genético. Sólo están probadas dos formas de cáncer causadas por mutaciones específicas de los genes y suponen entre el 5 y 10% de los casos. Que en una misma familia haya varios casos suele tener más que ver con el estilo de vida que con la carga genética.
2. Tener lolas chicas disminuye las probabilidades. La mayoría de los tumores se desarrollan en las células mamarias de los conductos y los lóbulos, la cantidad no varía respecto al tamaño. Generalmente, lo que hace al tamaño es la grasa y el tejido fibroso.
3. Las mujeres jóvenes no desarrollan cáncer de mama. Aunque sea cierto que la enfermedad es más común después de la menopausia, el cáncer de mama puede afectar a mujeres de cualquier edad. De hecho, el 25% de los casos diagnosticados en el mundo se da en mujeres de menos de 50.
4. No se puede hacer nada para evitar la enfermedad. Practicar un estilo de vida saludable puede reducir las probabilidades de tenerlo. Está demostrado que la vida sedentaria, la obesidad en la postmenopausia, una dieta rica en grasas saturadas y el tabaco inciden negativamente.
5. Cuando no hay síntomas no es necesario ir al médico. Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, el 75% de casi 18.000 mujeres que son diagnosticadas cada año en el país no tenían ningún factor conocido de importancia y en muchos casos tampoco tienen síntomas específicos. El control periódico es esencial.
Signos de alerta
Lejos de la paranoia, hay algunos síntomas que deben tenerse en cuenta cuando de prevenir se trata. En cualquiera de estos casos, lo recomendable es consultar:
*Si sentís un nódulo o bulto en las lolas o ves una diferencia en su forma.
*Si notás alteraciones de la piel de las lolas (retracción, induración o piel rojiza).
*Alteraciones del pezón: picazón, ulceración, sangrado, retracción u otro tipo de secreción. xAparición de ganglios en las axilas.
Estudios para detectarlo
En mujeres asintomáticas y sin antecedentes, la primera mamografía debería hacerse a los 35 años y repetirse todos los años después de los 40. La ecografía puede ser muy útil como complemento y en mujeres de alto riesgo familiar o genético es aconsejable agregar una resonancia magnética mamaria anual.
El autoexamen, ¿sirve?
Aunque no es un sustituto de las visitas periódicas al médico ni estudios reglamentarios, el autoexamen sigue siendo muy útil para la prevención. Que la mujer conozca y reconozca la constitución de sus lolas es importante para poder consultar a un profesional al notar cualquier alteración. Está demostrado que los tumores detectados por mujeres que se hacen el autoexamen en forma periódica suelen ser más chicos que los descubiertos por mujeres que no practican el autoexamen o que no lo hacen con periodicidad (una vez al mes).
En la sangre
"Una de cada ocho mujeres va a desarrollar un cáncer de mama y, dentro de ese número, el 10% tiene un origen hereditario", explica el Dr. Matías Chacón, vicepresidente de la Asociación Argentina de Oncología. El descubrimiento de mutaciones específicas de los genes BRCA1 y BRCA2 hacen que, en el contexto de una evaluación clínica y genética apropiada, uno pueda realizarse un test y saber si es portador de alguna de esas mutaciones. "Es un análisis sencillo: puede hacerse por sangre o saliva. Lo importante es que en el caso de que el análisis demuestre la presencia de mutaciones, se pueden discutir posibilidades", explica Chacón. Aunque el estudio se realiza hace ya 23 años, el caso de Angelina Jolie fue uno de los que ayudó a hacerlo público. "Los mejores avances siguen siendo detectar precozmente, en ese sentido ésta es una herramienta fundamental", concluye.
¿A qué edad consultar con un especialista?
Lo recomendable en mujeres que no presentan ningún síntoma es empezar las consultas de rutina con un mastólogo a partir de los 35 años (la edad a la que se hace la primera mamografía). Las mujeres que presentan antecedentes familiares deben empezar a hacerse controles diez años antes de la edad a la que enfermó el familiar, consultar con el especialista cada seis meses y hacerse una mamografía anual.
Argentina en números
*El cáncer de mama es el que más mujeres mata en nuestro país: 5.600 cada año.
*Somos el segundo país de América con mayor tasa de mortalidad por esta enfermedad.
*Es el cáncer de mayor incidencia en mujeres y más del 75% de las que lo sufren no tiene antecedentes.
*La detección temprana es fundamental: los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.
Sin distinción de fronteras
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es el más mortífero entre mujeres de 20 a 59 años en todo el mundo. Las proyecciones indican que los diagnósticos en América aumentarán en un 46% en 2030.
textos Lucía Benegas (lbenegas@atlantida.com.ar) producción Paola Reyes Andaur. fotos Juan Jauregui