Soledad Fandiño: “Amo la vida nómade y aventurera que llevo”

Cuando conoció a René Pérez, el líder de Calle 13, Soledad Fandiño no dudó en dejar su carrera para mudarse a Estados Unidos. Hoy su vida transcurre entre Nueva York, Buenos Aires y San Juan de Puerto Rico. Instalada en nuestro país desde hace siete meses, la actriz nos habla de su hijo Milo y del hobby que la tiene atrapada: la cocina.

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El año pasado Soledad Fandiño (35) hizo una breve participación en Educando a Nina como Loli Suviría Duville –una chica caprichosa y muy superficial– y lo disfrutó muchísimo. Por ello, no dudó un segundo en aceptar la propuesta de Underground de sumarse al elenco de Fanny la fan en el 2017. "Me ofrecieron interpretar a Julia Ponsi y me encantó la idea", confirma. "Era la oportunidad de trabajar con actrices a las que admiro mucho, Verónica Llinás y Andrea Bonelli, en una productora como Underground, cuyos productos son de excelencia. Lo que pasó después (N. de la R.: la tira fue levantada del aire por falta de rating y siguió online) es otra historia. La realidad es que cuando uno decide algo en la vida –y no hablo sólo de trabajo– nunca sabe si es la mejor opción, la correcta o la exitosa. Por eso yo me guío sólo por una premisa: elijo lo que creo que me va a hacer feliz. Y a mí Fanny me hizo muy feliz", concluye firme, sin melancolía.

Supongo que cuando elegiste seguir a René Pérez (39) –N. de la R.: el cantante de Calle 13, con quien está en pareja desde 2011 y con quien se casó en 2013– tampoco sabías si era la decisión más acertada... No, claro, no lo sabía. Pero tengo un poder de adaptación muy grande que no es innato, lo fui desarrollando a lo largo de estos 6 años que llevo con René. Hoy puedo decir que amo la vida nómade y aventurera que llevamos juntos.

Hoy, además, se suma tu hijo Milo, de 3 años. Sí, Milo va con nosotros a todos lados porque somos un equipo de tres y así nos movemos, siempre juntos. Cada vez que surge un proyecto, lo charlamos, analizamos dónde nos conviene vivir y encontramos la forma de hacerlo. En realidad no es tan difícil como parece.

¿Es verdad que durante tu estadía en Nueva York hiciste un curso de cocina y ahora sos chef profesional? (Se ríe) Bueno, no sé si tanto, pero sí es cierto que hice un curso de un año en una escuela de cocina natural muy prestigiosa en Estados Unidos y hoy puedo decir con orgullo que preparo platos muy ricos y saludables.

¿Por qué elegiste estudiar cocina? Por una cuestión muy simple: ¡no sabía cocinar nada! (Se ríe con ganas) Recién había nacido Milo y pensé: tengo que aprender a preparar menúes variados para cuando deje la teta y comience a comer. Así que busqué esta escuela donde me enseñaron a realizar platos vegetarianos bien balanceados a nivel nutrientes, también algunos veganos… bueno, un poco de todo. Por ejemplo, yo no sabía queexistían el tofu y el tempe y hoy puedo incorporarlos a cualquier plato.

¿De entrada te cautivó la cocina naturista? No, al principio me inscribí en un curso de cocina francesa y, cuando me di cuenta de la cantidad de manteca y crema que usaban, dije: "Me parece que esto no es lo mío. Todo muy rico, pero no creo que sea lo ideal para mi familia".

¿Cómo fue pasar tu embarazo en Nueva York, alejada de tu familia? Yo disfruté mucho de mi embarazo a pesar de no estar en la Argentina porque René fue un gran compañero. Él en ese momento estaba trabajando ahí y queríamos estar juntos cuando llegara el parto, así que volver a la Argentina sola nunca fue una opción. Estuve acompañada por una doula y también vino la mamá de René para estar conmigo los últimos meses… ¡Y hasta presenció el parto junto a René!

¿No fue raro tener a tu suegra en la sala de partos? Nooo… ¡fue hermoso! Me sentí súper segura con ellos dos al lado mío. Disfruté mucho del parto.

¿Milo duerme solo o hacen colecho? La verdad es que Milo duerme con nosotros, pero no porque seamos fundamentalistas del colecho sino porque, con esto de que viajamos mucho, él a veces se encuentra en una habitación que no conoce y eso le genera miedo e inseguridad, entonces nos parece lo más apropiado que duerma en nuestra cama.

Tiene 3 años, los pediatras dicen que es la adolescencia de los niños. Sí, lo escuché, pero en Milo no lo noto. Es un chico amoroso, que habla mucho con un acento mezcla de argentino con boricua y cada tanto mete una palabra en inglés. Todo eso lo hace muy gracioso.

"Todos te estaban esperando. El viento cantaba bailando. Las olas se levantaron de su silla. Los caracoles te esperaban en la orilla", dice la canción que René le escribió a Milo y está en su último disco, ¿qué sentís cuando la escuchás? Yo transité todo el desarrollo de esa canción, vi cómo la imaginó, la escribió, la corrigió… ¿Qué te puedo decir? ¡Muero de amor cuando la escucho!

Soledad Fandiño, René Pérez y
Soledad Fandiño, René Pérez y Milo

¿Milo se adapta bien a esta vida atípica que llevan sus padres? Sííí, a él le fascina levantarse en una casa con algunos juguetes y a los dos meses estar en otra con muñecos y autitos nuevos. O vivir en una casa rodeado de mucha familia y, a los pocos meses, en un departamento solo conmigo y René. Es un chico que tiene una infancia muy distinta a la que tuvimos René y yo, pero creo que también va a tener una visión más amplia del mundo. No sé cómo será Milo en el futuro ni qué le deparará el destino, pero sí puedo asegurarte que hoy es un nene muy feliz.

¿Quieren tener más hijos? Sí, nos gustaría tener uno más porque nosotros, René y yo, tenemos hermanos y nos gustaría que Milo también disfrute de tener uno. La familia de René es muy numerosa, son ocho hermanos, así que para nosotros ese vínculo es importante. Pero no es algo que nos planteemos ya, será en algún momento, más adelante. Hoy estamos los dos con muchos proyectos laborales.

La semana pasada se estrenó Tita, la película en la que vos interpretás a Eva Perón. ¡Ay, sí! Estoy súper emocionada y feliz por esa oportunidad. La propuesta me llego a través de Mercedes (Funes); ella me escribió un día y me preguntó: "Estás en Buenos Aires? Estoy por filmar Tita y buscan a una actriz para el papel de Evita. Yo creo que vos sos ideal. La audición es mañana, ¡presentate!". Creo que interpretar a Eva Perón es el sueño de cualquier actriz argentina.

En la piel de Eva
En la piel de Eva Perón, junto a Damián de Santo.

¿No dudaste? No era un personaje cualquiera…Sí, claro que dudé y sentí terror. Pero yo, ante este sentimiento, tengo una postura firme: acciono y soy práctica. No me paralizo. Llamé a mi maquillador y peinador, Alejandro Vieytes, le pedí que me convirtiera en Evita y así me presenté a la audición… ¡Hasta con lentes de contacto marrones!

A los dos días me llamaron para avisarme que había sido elegida. ¿Qué sentiste en ese momento? Uf, una gran emoción. Pero también una gran responsabilidad porque, como decías vos antes, no es cualquier personaje. Es un ícono popular, nacional, una persona reconocida en la Argentina y en el mundo entero, que tuvo un impacto muy fuerte en nuestra sociedad y a quien la gente recuerda por su fuerza, magia y energía especial. Una mujer enorme. Así que lo primero que hice fue hablar con Teresa (Constantini, directora de Tita, la película), analizamos juntas las escenas, realicé algunos ejercicios con un coach para cultivar la voz y encontrar la postura corporal adecuada. O sea: estuve pendiente de cada detalle. Así fue como llegué a la filmación, segura de que podía interpretarla como corresponde. Fue un desafío tan grande como apasionante.

Junto a todo el elenco
Junto a todo el elenco de Tita, la película, dirigida por Teresa Constantini y protagonizada por Mercedes Funes.

FAVORITOS 

UN PERFUME:Light Blue Intense, de Dolce Gabbana. COMIDA PREFERIDA: todas las de mi papá. MASCOTA: Pachorra, un caniche negro. RED SOCIAL: Instagram. APP: Whatsapp. UN MIEDO: tengo terror a las abejas y avispas. También a las montañas rusas. UN ACTOR: Ricardo Darín. SERIES: Game of Thrones y Big Little lies. VACACIONES IDEALES: me gusta la playa. UN DIBUJITO ANIMADO: de chiquita era fan de Penélope Glamour, de Los autos locos. POR UN DÍA SERÍA: un hombre. Querría saber cómo piensan y actúan ellos.

texto JULIANA FERRINI fotos AXEL INDIK

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