Cómo hacer la adaptación a la guardería

Decidir dejar a tu hijo en un jardín maternal mientras trabajás y hacerlo sin culpa puede ser difícil si el proceso de adaptación se complica. Cómo lograr que todo se dé con la mayor naturalidad posible.

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Hay guarderías y jardines para bebés desde los 45 días. En todos los casos, sea cual fuere la edad del chiquito, hay que hacer una adaptación. Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá.
Hay guarderías y jardines para bebés desde los 45 días. En todos los casos, sea cual fuere la edad del chiquito, hay que hacer una adaptación. Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá.

Hoy son miles las mamás que trabajan todo el día y optan por un jardín maternal para el cuidado de sus hijos. Bebés que tienen desde cuarenta y cinco días pueden quedarse en espacios especialmente preparados para atender sus necesidades.

Sin embargo, a muchas mujeres sigue costándoles tomar la decisión de no ser ellas quienes cuidan durante el día a sus hijos y cargan con mucha culpa. De ahí la importancia de un proceso fructífero de adaptación para que las cosas se den con naturalidad.

Bien decidida

La adaptación es un proceso en el que los padres y la institución trabajan en conjunto pero que comienza mucho antes de que el bebé llegue por primera vez al nuevo jardín.

La licenciada Marta Tessari, psicopedagoga, asegura: "El sistema de adaptación no comienza el primer día de clases, sino desde el momento mismo de la gestación del bebé. Todo lo que experimenta y percibe dentro de la panza de su mamá forma parte de sus vivencias", asegura las especialista.

"La relación materno-infantil es básica y fundamental para que ambos estén preparados para el momento en que el niño comenzará a acudir al jardín. Todos los procesos que tienen que ver con su vida quedan marcados en lo que yo llamo cerebro interno. Allí el niño deposita todas sus experiencias. Será luego, durante el período de adaptación, donde se reflejarán los miedos y temores que le provoca el cambio, acompañados por el inevitable sentimiento de abandono", explica la licenciada.

Entonces, la decisión de dejar a un bebé en un jardín maternal debería ser tomada con tranquilidad y dejando de lado la sensación de que por esto se los está abandonando. Según la especialista, las energías tienen que estar puestas en hacer una buena elección del lugar en dónde van a cuidar a los chicos y dónde las cosas estén dadas para facilitar este proceso de adaptación.

Las energías tienen que estar puestas en hacer una buena elección del lugar en dónde van a cuidar a los chicos.

Para contribuir con este proceso es de gran ayuda que la mamá esté preparada y decidida a iniciarlo, con todo lo que eso implica. De lo contrario, el bebé percibirá la inseguridad reinante y la adaptación será más costosa.

También señala que en bebés de entre 1 año y 2, que ya están en la etapa deambulatoria, probablemente el período de adaptación será un poco más exhaustivo y requiera de un mayor esfuerzo por parte de su familia y del colegio.

El éxito de la adaptación

Para que todo se dé de la mejor manera posible habrá que aceptar la separación sabiendo que es transitoria y de a poco habrá que adaptarse a la nueva independencia del bebé.

"Para ambos será difícil en un principio. Son muchos los cambios a los que deberá adecuarse. De ahí que la adaptación debe encararse como algo gradual. Durante las primeras semanas serán pocas las horas en las que el niño estará separado de su mamá. Pero a medida que pase el tiempo, se irán incrementando", señala la licenciada. Así se logrará que el chico, más aún cuando tiene más de 2 años, se vaya familiarizando con lo nuevo: sus compañeros, su maestra, el aula, entre otras cuestiones.

Durante las primeras semanas serán pocas las horas en las que el niño estará separado de su mamá.

Para una correcta elección habrá que informarse exhaustivamente sobre la institución que cuidará del bebé. "Todos los jardines maternales deben contar con un grupo de profesionales que trabajen en equipo para ayudar al niño y a sus papás en el período de adaptación", aconseja la psicopedagoga.

"Habrá que observar el espacio donde se cambia a los bebés, donde descansan, la higiene del lugar, el estado del comedor, etcétera. Y es recomendable tener referencias de la institución y entrevistarse con sus autoridades", enumera la licenciada Tessari.

"Si se hace una correcta elección del jardín y se lo acompaña en el proceso de adaptación, la mamá no sólo tiene que quedarse tranquila sino que tiene que saber que esto lo ayudará a desarrollar la sociabilidad desde chiquito", asegura la licenciada mientras agrega que tomarse el tiempo que sea necesario y estar seguros de la decisión es lo que permitirá el éxito de la adaptación. Si el jardín y los papás trabajan en equipo, el resultado será un bebé cómodo y emocionalmente contenido.

Por Paula Labonia / Asesoró: Lic. Marta Tessari, psicopedagoga, presidenta de la Fundación Procesos para el Estudio e Investigación del Aprendizaje.

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