"Los pediatras tratamos de crear un ambiente amable y cálido, por eso los consultorios suelen ser divertidos y de colores; tratamos de usar guardapolvos con detalles de colores; cuidamos el tono de voz; jugamos con los niños pequeños antes de desvestirlos y charlamos con los niños mayores. También tratamos de generar un lazo, sobre todo en las primeras consultas," explica la pediatra María Carmen Di Fabio, compartiendo algunos truquitos que hacen más cálido cada encuentro.
Además, comenta: "Si necesitamos hacer alguna maniobra que pueda generar molestias o dolor debemos advertirle al niño que tenga la capacidad de comprenderla para que no pierda la confianza en nosotros, explicándole que es necesaria para su bienestar. A los niños pequeños los tomamos de las manitos y sentimos cómo esto les da confianza, se van relajando. A los más grandes les tranquiliza encontrarse con los mismos juguetes y nos dirigimos a ellos por su nombre."
Estrategias
Aunque Silvia está tranquila ya que Bautista, de 5 años, quiere invitar a su pediatra al próximo cumpleaños, Claudia tuvo que imaginar una estrategia amigable.
Por eso se anticipa a cada control pediátrico diciéndole a su hijo Luciano, de 3 años, que van de visita a lo de la Doctora Juguetes, de quien el nene es fanático. "Así, él va chocho", cuenta esta madre que ya sale de casa con sonrisas y sin llantos. Como ella, muchas mamás y papás recurren a su creatividad, pero ¿qué recomiendan los especialistas para reducirles el temor a los niños? La Dra. Di Fabio nos da algunos consejos útiles para tener en cuenta. Tomá nota:
-Siempre contarles que van a ir al pediatra.
-Nunca amenazarlos previo a la consulta.
-Referirse al pediatra por el nombre para que les resulte más amigable.
-No enojarse con ellos, sino tranquilizarlos para dejar que los revisen.
-Jugar con el niño al doctor: en el mercado hay muchos juguetes divertidos que les puede permitir tomar confianza previa a la consulta.
-No sobreprotegerlos, para no trasmitirles la sensación de que la consulta pediátrica es algo malo.
-Armar un programa divertido luego de la visita al pediatra.
Crear un vínculo
Debemos tener en cuenta que el miedo es un sentimiento normal que se va perdiendo con la confianza. Según la asesora, "la mayoría de los niños en algún momento lo experimenta y luego en un trabajo conjunto del pediatra y los padres, lo va perdiendo.
La manera como los adultos respondan a la ansiedad del pequeño frente a circunstancias como la visita al pediatra facilitará o no su adaptación. Si esto no se logra, no hay que ignorarlo ni subestimarlo. Deben conversarlo con su médico para acompañarlo. Nuestra estrategia más importante es el vínculo que tenemos con nuestros pacientes a través de las consultas".
Por Carolina Koruk / Asesoró: Dra. María Carmen Di Fabio, pediatra de la Fundación Hospitalaria, M.N.: 74.318.
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